México D.F. Sábado 12 de julio de 2003
La Corena destruyó cabañas de
comuneros en "su celo" por cuidar la zona de reserva
Reconoce el GDF que se cometió un "error político"
en Xalatlaco
La aplicación de sanciones dependerá de
la revisión del caso por la Secretaría de Gobierno, señala
López Obrador Corresponde a la autoridad agraria emitir su dictamen,
dice Encinas
LAURA GOMEZ Y JOSEFINA QUINTERO
Las autoridades capitalinas reconocieron que se cometió
un "error político" en la destrucción de cabañas de
comuneros de Xalatlaco, toda vez que contaban con un amparo y no se consultó
a la Secretaría de Gobierno, por lo que se sancionará a quienes
tomaron esa decisión, pues aun cuando su intención era proteger
una zona de reserva, se descuidaron otros aspectos.
La contraloría interna de la Secretaría
de Medio Ambiente analiza el fundamento jurídico que condujo a personal
de la Comisión de Recursos Naturales (Corena) a llevar a cabo un
operativo que no le correspondía, a pesar de la existencia
de bases legales y administrativas para actuar, al construir los comuneros
cabañas en el predio denominado Agua Grande, que se encuentra en
disputa.
El
jefe de Gobierno del Distrito Federal (GDF), Andrés Manuel López
Obrador, afirmó que "sin disculpar el proceder de la Corena, lo
cierto es que está muy pendiente para que no crezca la mancha urbana;
se cuida la zona de reserva y por ese celo tomó una decisión
equivocada, que agravó un conflicto de límites entre ese
municipio del estado de México y los comuneros del Ajusco".
En su conferencia de prensa matutina, destacó que
afortunadamente el conflicto, que viene de tiempo atrás, se resolvió
y las cosas no pasaron a mayores, aunque aceptó "el error cometido,
porque mal haríamos si no los reconociéramos, si no tuviésemos
capacidad de rectificar".
La aplicación de sanciones, sin embargo, dependerá
de la revisión del caso que realice la Secretaría de Gobierno,
que no fue consultada ni se estableció una coordinación,
cuando esa dependencia tiene un conocimiento más amplio y sabe qué
se puede generar si se toma una decisión equivocada, señaló.
Por ello, dijo, la determinación de las autoridades
capitalinas de dialogar para que fueran liberados los 11 policías
y un comunero de Santo Tomás Ajusco, retenidos en un camión
de la Secretaría de Seguridad Pública, por habitantes de
Xalatlaco el pasado miércoles.
El hecho se generó cuando personal de la Corena
intentó desalojar el terreno denominado Agua Grande, con una extensión
de mil 509 hectáreas, por el que han peleado desde hace varios años
los comuneros de Xalatlaco y los de Santo Tomás Ajusco.
Al término de la reunión del gabinete de
seguridad, el secretario de Gobierno, Alejandro Encinas Rodríguez,
reconoció que "indudablemente" el intento de desalojo fue un "error
político, porque es una zona de tensión y cualquier acto
o intervención de la autoridad iba a generar problemas. Esperamos
contar con los resultados de la revisión jurídica que realice
la contraloría interna de la Secretaría de Medio Ambiente,
para actuar".
Las sanciones no serán extensivas a los elementos
de Seguridad Pública, quienes resguardaban la zona -limítrofe
con el estado de México-, con base en un convenio firmado con anterioridad,
pues en ningún momento intervinieron en el conflicto generado por
la destrucción de las cabañas, edificadas en el predio, en
disputa ante Tribunal Unitario Agrario.
Ante las acusaciones de que el PRD se encuentra detrás
de los hechos, Encinas dijo: "sería muy superficial delimitar este
conflicto a un asunto partidista, cuando existe desde antes de que nacieran
los partidos; se requiere ir al fondo del problema, que la autoridad agraria
haga su trabajo y emita su dictamen final".
Comuneros del Ajusco rechazan que se reconstruyan las
cabañas
Por
su parte, comuneros de Santo Tomás y San Miguel Ajusco, en la delegación
Tlalpan, advirtieron que no permitirán la reconstrucción
de las cabañas que fueron derribadas en el paraje de Agua Grande,
"porque es una acción ilegal que el gobierno de la ciudad no puede
permitir".
En conferencia de prensa, solicitaron la intervención
de la Policía Federal Preventiva (PFP) para resguardar la zona de
conflicto hasta que las autoridades agrarias otorguen la ejecución
de la sentencia y el proceso se resuelva. Joel Othón Peña,
presidente del comisariado ejidal, señaló que existen dos
fallos en su favor, por medio de los cuales el Tribunal Unitario Agrario
ha declarado que las mil 509 hectáreas pertenecen a su comunidad.
Sin embargo, dijo, debido al juicio de amparo promovido
por la comunidad de Xalatlaco, aún sigue el proceso. "Los comuneros
del estado de México se han negado a reconocer que la tierra pertenece
a la comunidad del Ajusco". Por ser un conflicto agrario con el estado
de México, indicó, es necesaria la intervención de
las autoridades federales. Informó que el próximo lunes solicitarán
que la Procuraduría General de la República atraiga los expedientes
de las denuncias que presentaron, por despojo y privación ilegal
de la libertad, en contra de los habitantes de Xalatlaco.
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