México D.F. Sábado 12 de julio de 2003
Acelerar procesos y ser benignos con las sentencias, única opción para los campesinos: TSJEM:
TOLUCA, MEX., 11 DE JULIO. El titular del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México (TSJEM), Abel Villicaña Estrada, afirmó que lo único que se puede hacer por los ejidatarios de San Salvador Atenco es acelerar los procesos que se instruyen en su contra y de ser posible, ser benignos con las sentencias si resultan responsables de los delitos que se les imputan.
Aseguró que no se puede violentar la ley, motivo por el cual está descartado cancelar las órdenes de captura y los proceso penales contra 33 miembros del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT).
A pesar de que el gobernador mexiquense, Arturo Montiel Rojas, se había comprometido a revisar la situación jurídica de cada uno de los ejidatarios bajo proceso, el magistrado del TSJEM aclaró que las autoridades no pueden dar algo que la ley no les otorga.
Afirmó que si las partes consideran que ya no tiene pruebas que aportar, el juez que conoce de la causa penal estaría en condiciones de cerrar la instrucción del proceso, para de inmediato emitir una sentencia.
En este caso, dijo que sí existen posibilidades de que se les pueda aplicar la
pena mínima por los delitos que les imputan, como motín, ultrajes y
privación ilegal de la libertad, entre otros.
Por su parte, el procurador de Justicia mexiquense, Alfonso Navarrete Prida,
reiteró la oferta del gobierno del estado de otorgarles el perdón para que se turnen a reserva las 33 averiguaciones previas, siempre y cuando devuelvan todos los bienes de la administración estatal y el palacio municipal.
"El gobernador ha dado un paso importante para que el Poder Judicial analice los procesos penales de estas personas. Ojalá ellos (los ejidatarios) cooperen para que se restablezca la armonía y la paz en el municipio", dijo.
Recalcó que no es posible de un plumazo derogar los procesos penales. "Ellos deben aprender a respetar la ley y ojalá entiendan que hay un mensaje de concordia y de buena fe". ISRAEL DAVILA, CORRESPONSAL
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