México D.F. Sábado 12 de julio de 2003
Repudio opositor a la medida; "altísimo", el riesgo para esas tropas, advierte
Decide Aznar enviar nuevas tropas a Irak
Destaca el PSOE el empecinamiento del jefe del gobierno "por hacer lo que diga Bush"
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 11 de julio. El gobierno español de José María Aznar autorizó hoy el envío de mil 300 soldados y abundante material militar a Irak para colaborar con los ejércitos de ocupación de Estados Unidos y Gran Bretaña, en medio del repudio de la oposición y ad-vertencias sobre el "altísimo riesgo" que esa decisión representa.
Los militares españoles, la mayoría de la Legión, se integrarán en un comando que estará presidido por un general de nacionalidad polaca, quien se convertirá en el máximo responsable de la Brigada Plus Ultra, en la que participarán fuerzas militares de Polonia, España, Nicaragua, República Dominicana, Honduras y El Salvador.
Con esta nueva remesa de militares españoles que se desplegarán en Irak por seis meses prorrogables, Aznar mantiene su apoyo incondicional a los gobiernos de George W. Bush y Tony Blair. Además, este operativo implicará para Madrid un gasto de alrededor de 700 millones de dólares.
Las tropas españolas entrarán en operación a principios de septiembre en Al Qadisiyah y An Najaf, centro del país, que según el mi-nistro de Defensa, Federico Trillo, es "zona relativamente segura". Por lo demás, agregó que la próxima semana irá al Congreso para explicar los detalles del operativo.
El gobierno de Aznar, que junto con el italiano Silvio Berlusconi y el británico Blair apoyó sin restricciones la política belicista estadunidense, enviará a este sábado carros de combate y material para soportar las du-ras condiciones geográficas de la región, una de las más secas y desérticas del país, y a mediados de este mes comenzará el primer traslado de tropas.
A pesar de que los principales partidos de oposición consideran que la participación del ejército español es "inaceptable", toda vez que colaboran con una "fuerza de ocupación" sin la autorización del Congreso de los Diputados, el titular de Defensa justificó la decisión al señalar que se trata de "una misión de mantenimiento de la paz".
Los soldados contarán con unidades de transmisión, zapadores, NBQ (nuclear, bacteriológica, química), policía militar, inteligencia, apoyo logístico, reconocimiento, operaciones especiales, helicópteros, escalón mé-dico y Cimic (cooperación cívico militar).
"Las unidades de inteligencia -no precisó cuáles- han ratificado las buenas condiciones en esta región, por lo que también las fuerzas de los países centroamericanos bajo nuestro mando pueden estar relativamente tranquilas", dijo el ministro, quien no se refirió a la cuestión que más preocupa e indigna a la oposición, las armas de destrucción ma-siva, "argumento" que se utilizó para apoyar la invasión de Irak.
El vocero del Partido Socialista Obrero Español, Jesús Caldero, consideró "inaceptable" el operativo, sobre todo ante el au-mento del riesgo para las tropas, según se ha comprobado en las semanas recientes, en las que se han recrudecido los enfrentamientos entre fuerzas invasoras y rebeldes iraquíes.
"Cualquier consecuencia grave que tenga esta decisión en nuestras tropas será responsabilidad de Aznar y su empecinamiento por hacer lo que diga Bush", y recordó que Francia y Alemania se han negado a participar debido precisamente a la dudosa legalidad de la intervención militar en Irak.
Izquierda Unida también advirtió sobre "la situación de riesgo" que significa enviar tropas españolas a Irak, y lamentó que el gobierno de Aznar no haya "creído oportuno" solicitar la aprobación parlamentaria para el contingente, el cual inclusive puede llegar a permanecer en Irak hasta tres años.
La ministra de Relaciones Exteriores, Ana Palacio, afirmó que el gobierno español se basó en los informes de los inspectores de armas de Naciones Unidas para apoyar la guerra contra Irak, al defender esa política ante la controversia sobre la falsificación de los datos sobre las supuestas armas de destrucción masiva que ahora enfrentan tanto Bush como Blair, y que calificó como cuestión de "política interna".
Aunque los inspectores tampoco pudieron comprobar la existencia de esas armas, Palacio dijo que se basaba en la resolución 1441 porque fue respaldada por unanimidad, en la que, dijo, se hablaba de tal armamento y el "incumplimiento" (iraquí) para desarmarse.
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