México D.F. Sábado 12 de julio de 2003
El pueblo debe saber que Carlos Salinas hace
política abiertamente, señala el jefe del GDF
El hombre que arruinó a México está
de regreso: López Obrador
Como el PRI "ya se volvió bueno, hay que ver
qué hay detrás", dice
LAURA GOMEZ FLORES
El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés
Manuel López Obrador, manifestó ayer que el pueblo debe saber
que el hombre que llevó a la ruina a México, el ex presidente
Carlos Salinas de Gortari, está de regreso, hace política
abiertamente en el país, continúa como un destacado miembro
del PRI y conserva buenos amigos en el PAN.
"Creo que es importante que se sepa, pues me llama la
atención que todo mundo, en la llamada clase política, lo
conozca, pero nadie hable, recordándome a Maquiavelo, para quien
valía más ser temido que amado. Por eso vamos a decirlo ¿o
no?", señaló durante su cotidiana conferencia de prensa.
Mencionó que el ex mandatario lleva tiempo haciendo
política y mantiene una estrecha relación con el presidente
del Partido Revolucionario Institucional, Roberto Madrazo, y la secretaria
general, Elba Esther Gordillo, lo cual es importante darlo a conocer, porque
el PRI avanza y "como ya se volvieron buenos y cuentan con el apoyo de
la gente, hay que ver qué hay detrás".
Además de tener amigos en el PAN y otros partidos
políticos sostiene reuniones privadas donde sale retratado con personalidades
priístas y cuyas fotos son difundidas en revistas de contenido,
por lo que pedimos "no haya ensarapados, que quien quiera hacer política
lo haga de manera pública, porque no se vale que se esté
operando políticamente y la gente no lo sepa. Si está enterada
es distinto".
Insistió en que en la época de Salinas se
llevó a la ruina al país. Fueron los tiempos de la corrupción,
del oprobio, del Estado patrimonialista, de los fraudes electorales, de
los asesinatos a dirigentes sociales; entonces no es cualquier cosa; pero
me llama la atención que nadie, de la llamada clase política,
lo diera a conocer, cuando tiene tiempo haciendo política, sin que
se conociera.
Tuve trato, lo tengo y lo voy a tener, dice el Jefe
Diego en defensa de CSG Tras la derrota de 2000, mal haría
el tricolor en aceptar imposiciones: Sauri
ANDREA BECERRIL, RENATO DAVALOS Y GEORGINA SALDIERNA
El senador panista Diego Fernández de Cevallos
salió en defensa de la actividad política del ex presidente
Carlos Salinas de Gortari y criticó al jefe de Gobierno capitalino,
Andrés Manuel López Obrador, por sus declaraciones sobre
las relaciones de dirigentes del Partido Acción Nacional con el
ex mandatario.
"Yo
me adelanto a decir que sí, que tuve [trato], que lo tengo y que
lo voy a tener, a despecho de quien sea, punto. No tengo santos o demonios
frente a mí", expresó.
En respuesta a la entrevista que concedió a La
Jornada López Obrador, quien planteó la injerencia política
de Salinas de Gortari, el legislador sostuvo que actualmente el PAN no
tiene "absolutamente ninguna relación" con el ex presidente, aunque
argumentó que, mientras la ley no lo prohíba, cualquier persona
puede tener vínculo con algún instituto político.
Señaló que López Obrador "tiene poca
información o mucha inocencia, porque yo estoy totalmente seguro
que el señor Salinas nunca se ha retirado de México ni de
la política mexicana, independientemente de que haya estado viviendo
fuera".
En diversas entrevistas concedidas ayer, Fernández
de Cevallos aseveró que el ex mandatario tiene en su pasado "luces,
sombras, aciertos, errores, culpas y cuentas que no pueden prescribir",
pero de ninguna manera -agregó- el juicio de un adversario, el prejuicio
o el linchamiento tiene que sustituir la aplicación de la ley y
la valoración justa de personas o conductas.
Apuntó que "si hay un cargo, una cuenta, un débito
que tenga el señor [Salinas], pues que lo pague, que se enfrente
a los jueces y que sea la justicia la que tenga la última palabra,
pero el hecho de que un jefe de gobierno se presente como la espada vengadora
me parece una ramplonada propia de un hombre deshonesto y además
cobarde".
Las declaraciones de López Obrador causaron también
reacciones encontradas entre los priístas y un desmentido de la
dirigencia panista, al asegurar que no hay acercamiento alguno del PAN
con el polémico ex mandatario.
Salinas tiene "el legítimo derecho de reintegrarse
a la vida política del país, pero ello no implica que pretenda
mandar en el PRI", consideró la senadora priísta Dulce María
Sauri. Tras esos tres años recientes tan complicados, después
de la derrota de 2000, "mal haría en aceptar imposiciones", dijo.
A su vez, el diputado David Penchyna dijo que Salinas
será juzgado por la historia, pero consideró que los señalamientos
de López Obrador "se orientan más a satirizar y ganar publicidad
que a otra cosa". En tanto, el candidato ganador a la gubernatura de Nuevo
León, Natividad González Parás, dijo que no ha tenido
tiempo para detenerse "a analizar el asunto".
El comité ejecutivo del PRD advirtió que
la operación política de Salinas de Gortari no se ha detenido
en los años recientes y, desde luego, su meta es influir directamente
en la candidatura presidencial de 2006, aunque todavía no se sabe
si los núcleos de mayor poder en el PRI lo permitirán.
Sus aliados panistas, entre los que figuran Diego Fernández
de Cevallos, Luis H. Alvarez o Felipe Calderón, forman parte de
las redes que tejió el ex mandatario en los ámbitos político,
empresarial y bancario y que ahora tratará de aprovechar. No es
desdeñable que entre sus metas inmediatas esté la movilización
para excarcelar a su hermano Raúl Salinas, acusado de lavado
de dinero y de la autoría intelectual del crimen de José
Francisco Ruiz Massieu, secretario general priísta, agregó
el CEN perredista.
El vocero del PAN, Juan Molinar, aseguró ayer que
ese partido no tiene acercamiento político con Salinas de Gortari.
En esto, puntualizó, Acción Nacional es muy claro, y aseguró
que no sabe a qué se refiere López Obrador cuando habla de
que algunos panistas colaboran muy de cerca con el ex mandatario.
La senadora Sauri Riancho comentó que le llama
mucho la atención que López Obrador, quien se había
caracterizado por no interferir en asuntos no relacionados con el Distrito
Federal, preste "esta desbordada atención al PRI y al ex presidente
Salinas".
Dirigente del tricolor en una parte del sexenio
de Ernesto Zedillo, Sauri señaló que ubica los comentarios
de López Obrador como "un intento de descalificar o minimizar los
resultados electorales desfavorables que obtuvo el PRD en la mayor parte
del país, a excepción del Distrito Federal".-¿Considera
preocupante la reaparición de Salinas de Gortari?
-Por principio, el ex presidente Salinas está desde
hace varios meses en el país y lo hemos visto por los medios de
comunicación en actos sociales, en la inauguración de un
importante centro de noticias. Pero además de ello él tiene
derecho a estar en México, a hacer las mismas cosas que hacemos
los mexicanos, a estar interesado en los asuntos del PRI. Tiene ese derecho,
pero está obligado a respetar a la militancia y la directiva del
partido.
-¿Descarta entonces la preocupación de López
Obrador por ese afán de Salinas que él considera injerencista?
-Creo que son preocupaciones subjetivas y de ninguna manera
me pondría a polemizar con el jefe de Gobierno del Distrito Federal.
Lo que sí me pregunto es por qué ese interés repentino
de referirse en sus conferencias de madrugada, yo diría madrugadoras,
a una cuestión que atañe a un partido político que
no es el suyo. Me llamaría la atención que se preocupara
por algo que a su juicio perjudica al PRI. Más bien creo que quiere
crear polémica para empezar su estrategia de penetración
en los 24 estados de la República en que su partido no pintó.
Sobre el riesgo real de que Salinas busque apoderarse
del tricolor, la legisladora aseveró que aunque el ex presidente
tiene derecho a participar en política, "ello no implica que pretenda
mandar en el PRI".
Después "de estos tres años tan complicados,
mal harían los priístas en aceptar cualquier imposición".
Por separado, el perredista Jesús Ortega advirtió:
"¡Claro que tenemos que tomar en cuenta las actividades del ex presidente
Salinas! Por ello, López Obrador tiene razón como jefe de
gobierno, como dirigente político, de estar a atento a este tipo
de movimientos, particularmente los que tendrían influencia en la
vida política.
"Esta actividad política del ex presidente Salinas
es un asunto que tiene impacto nacional. Naturalmente que afecta al PRI
y ya lo estamos viendo, porque los mismos priístas han denunciado
que el ex presidente influyó en el nombramiento de candidatos".
Ortega señaló que sin querer restar sus
derechos políticos a Salinas, considera que "debería ser
elementalmente prudente para reconocer el repudio de la mayoría
de la población y mantenerse marginado y aislado de la vida política
nacional".
Agregó que en el sexenio salinista se aplicó
un modelo económico que no sólo propició el deterioro
del país, la miseria de millones de mexicanos, sino que fue omiso
y propició una terrible corrupción. "No creo, después
de la descalificación que tiene su gobierno, que pudiera regresar
a la escena política".
Si se lo permiten, "el PRI llevaría el pecado en
la penitencia, porque ya le afectó y le afectará aún
más".
En la sede nacional priísta, David Penchyna, diputado
y nuevo secretario técnico de la Comisión Política
Permanente, dijo que para el PRI se trata de un ex mandatario emanado de
sus filas que será juzgado por la historia. Los señalamientos
de López Obrador se orientan "más a satirizar y ganar publicidad
que a otra cosa". No olvidemos, añadió, que todos los gobernantes
habrán de ser juzgados algún día.
En la misma sede, se consultó sobre el tema al
candidato triunfante al gobierno de Nuevo León, Natividad González
Parás. Señaló: "no me he puesto a pensar en ello".
El que fuera uno de los cercanos del superasesor salinista
José María Córdoba, respondió frente a la pregunta
de si le parecía importante el retorno de Salinas: "no he tenido
tiempo de detenerme para analizar este asunto".
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