México D.F. Jueves 10 de julio de 2003
El presidente estadunidense pide de nuevo a
Charles Taylor que deje su puesto
Protestas contra Bush durante su visita a Pretoria;
Mandela, ausente
La Casa Blanca, por aumentar la presión sobre
Zimbabwe para que "regrese a la democracia"
AFP Y REUTERS
Pretoria, 9 de julio. El presidente estadunidense,
George W. Bush, reiteró hoy aquí su pedido al presidente
liberiano, Charles Taylor, de que abandone su puesto, y se pronunció
además por incrementar la presión sobre Zimbabwe para que
esa nación "regrese a la democracia".
Bush se entrevistó aquí con su homólogo
sudafricano, Thabo Mbeki, en momentos en que 2 mil manifestantes protestaban
contra la política estadunidense y proclamaron que "un pueblito
texano perdió a su idiota". La movilización fue convocada
por organizaciones contra la guerra en Irak y opositores al régimen
del presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe.
Los manifestantes entregaron a representantes de la embajada
estadunidense un texto en el que acusan a Bush de "querer convertir a Sudáfrica
en el policía de Estados Unidos en el continente africano. "¡Vete!
¡Estamos cansados de tanto matorral (bush en inglés)
en Africa!", se podía leer en los carteles que portaba la multitud.
Entre las manifestaciones que se sucedieron en Pretoria,
una denunciaba el "flagrante desprecio por las reglas básicas del
derecho internacional" manifestado por la administración estadunidense.
Esta marcha fue organizada por la Alianza Tripartita, compuesta por el
Partido Comunista, la confederación sindical Cosatu y el Congreso
Nacional Africano (ANC, en el poder).
El partido del presidente Thabo Mbeki no es el último
foco de oposición a la política estadunidense. Su crítico
más virulento, el ex presidente Nelson Mandela, que incluso acusó
a Bush de "no pensar correctamente", estaba ausente en el programa de la
visita, hecho extremadamente raro para un jefe de Estado extranjero. La
Casa Blanca no solicitó un encuentro con Mandela y según
su vocera, el Premio Nobel de la Paz 1993 estaría fuera del país.
Sin un encuentro con Mandela, sin una visita a uno de
los numerosos sitios históricos de la lucha contra el apartheid,
sin mantener contactos con los sudafricanos comunes, la visita de Bush
no pudo escaparse a la comparación con la de su predecesor, Bill
Clinton, en 1998, en la que estuvo acompañado por Mandela.
En su reunión con Mbeki, Bush reiteró su
compromiso del martes en Senegal de trabajar junto con los países
de Africa occidental y la Organización de las Naciones Unidas (ONU)
para lograr un cese al fuego en Liberia. Sin embargo, juzgó que
era muy pronto para definir con exactitud la forma que tomará la
ayuda de su país a esa nación.
Bush hizo estas declaraciones horas después de
que el secretario general de la ONU, Kofi Annan, recordó en Maputo,
en donde participará de la cumbre de la Unión Africana, que
esperaba de Estados Unidos "la buena decisión" participando en una
intervención internacional en Liberia.
Bush subrayó esta mañana en Pretoria que
Estados Unidos aseguraría la formación de siete batallones
de soldados para mantener la paz en Liberia, por lo que pareció
sugerir que su país podría optar por una intervención
de respaldo en vez de una misión de combate activa.
Bush recordó, por otra parte, la ayuda por 15 mil
millones de dólares que su país ha dado durante los pasados
cinco años para luchar contra el sida y defendió a las compañías
farmacéuticas, criticadas por los elevados precios de sus productos
destinados a la población africana.
Los precios de los medicamentos contra el sida "bajaron
sustancialmente" en meses pasados, indicó el presiden- te estadunidense,
quien agregó que "Estados Unidos apoya una moratoria sobre el respeto
de las leyes concerniente a las patentes de los medicamentos contra las
enfermedades que causan pandemias".
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