Puebla y Tecos, entre los equipos que más futbolistas adquirieron en el draft

La contratación más llamativa, la de Antonio de Nigris para la Franja

La Comisión del Jugador la hizo de edecán y promotor El Bofo, a préstamo con Pachuca

MARLENE SANTOS A. ENVIADA

Acapulco, Gro., 24 de junio. La tómbola del draft mexicano giró vertiginosa para mostrar las diversas caras de la condición humana: directivos con poses de magnates que quieren vender a precio de oro, pero al intentar comprar regatean y acaban intercambiando la "mercancía".

Jugadores que sin rubor subieron a la pasarela en tandas de cinco en cinco y hasta la llamada Comisión del Jugador, cuya actuación fluctuó entre la de un edecán y promotor.

Se realizaron 99 transferencias; 31 fueron definitivas y las restantes 68 temporales, es decir: a préstamo. El valor del monto de las operaciones fue de 141 millones 486 mil pesos.

No hubo quien se interesara por Joaquín Beltrán, quien fue puesto transferible por Pumas, ni por Francisco Palencia, quien de no arreglarse con algún equipo español volverá a Cruz Azul.

En el mercado de piernas Puebla y Tecos destacaron entre los equipos que adquirieron más futbolistas, ambos con grave riesgo de descenso.

El dueño de Chivas, Jorge Vergara, fue increpado por su pobre cosecha al comparar sus adquisiciones con las de América, con su Leo Beenhakker y el Loco Abreu, y airado respondió: "Es que me quisieron ver la cara".

Apenas compró a Ramón Ramírez y a Manuel Sol, pero ambos ya militaban en su equipo; sólo sumó a Armando Tavira.

Enrique Meza, técnico de Cruz Azul, salió del salón de negociaciones diciendo: "No sé que sucedió. Fabián Estay ya casi estaba, pero algo pasó, no sé qué, de veras". Y es que el chileno se fue a Santos. La Máquina se quedó con Cesáreo Victorino y buscará refuerzos en el extranjero.

América redondeó su plantilla con Octavio Valdez, Alberto Macías, Adolfo Ríos y Christian Ramírez. Pumas mantuvo su eterno plan austero y se hizo de Ismael Iñiguez y de Moctezuma Serratos.

El recién ascendido Irapuato contrató a Jaime Ruiz, los hermanos Chabrand, Everaldo Begines y Said Hernández, entre otros, y el directivo fresero Mauricio Ruiz anunció un plan para comprometer a los empresarios de la Trinca con la venta de boletos a sus empleados.

Atlas vendió a Tecos a Juan Pablo Rodríguez y se quedó con Rodrigo Lemos, de Pumas. La UAG, que deseaba reincorporar al Bofo Bautista, castigó al jugador enviándolo a Pachuca a préstamo. Los hermanos Atlante y Jaguares intercambiaron jugadores.

Sin duda la contratación más llamativa resultó la de Antonio de Nigris para Puebla. El Tano milita en el Villarreal de España y estuvo de acuerdo, según Francisco Bernat.

Daniel Osorno se fue al campeón Monterrey, Emilio Mora quedó en Veracruz, Adrián Martínez pasó a Necaxa, Alfonso Sosa a Querétaro, Sergio Almaguer a Jaguares y Flavio Davino a Tecos.

Morelia se armó al menos como para otro subcampeonato con Miguel Zepeda, Nicolás Ramírez, Mariano Trujillo, Cosme Castro y Miguel Fuentes.

En tanto, Sergio Almaguer se sumó solícito a Gabriel de Anda y a José Antonio Noriega para organizar a los jugadores que con rostros tristísimos asomaban al salón en espera de que cualquier directivo saliera al baño para abordarlo y ofrecerle sus servicios.

Ante tal drama ellos optaron por organizarlos e irlos pasando de cinco en cinco; los mantenían como en aparador, cuchicheaban con directivos y luego de algunos minutos los sacaban para que ingresara otro pelotón.

José Luis Sixtos entró hasta dos veces sin éxito; "lo atribuyo a la enfermedad que tuve (cáncer en testículos), pero eso ya quedó atrás, inclusive jugué dos torneos en primera A, estoy al ciento por ciento, ya no quedan secuelas de nada...

"Mi salario ha caído muchísimo, hay una diferencia enorme de aquella vez cuando fui campeón. Hoy sólo pido una oportunidad", indicó.