México D.F. Miércoles 25 de junio de 2003
"México debe exigir que le vendan maíz
tradicional"
Crece la presión de EU contra países
que rechazan transgénicos: Greenpeace
ANGELICA ENCISO L.
De mantenerse en México el ingreso de maíz
transgénico en las importaciones del grano estadunidense, el gobierno
incurrirá en violaciones internacionales al incumplir el Protocolo
de Cartagena, que será obligatorio a partir del 11 de septiembre,
sostuvo Liza Covantes, integrante de la organización ambientalista
Greenpeace.
Precisó que en los años recientes Estados
Unidos sistemáticamente ha presionado a las naciones que han establecido
algún tipo de prohibición al uso y consumo de los transgénicos,
e inclusive buscó bloquear la entrada en vigor del citado protocolo,
convenio internacional que regula el comercio transfronterizo de organismos
genéticamente modificados (OGM).
La
denuncia que el vecino país del norte -apoyado por México-
presentó ante la Organización Mundial del Comercio (OMC)
contra la Unión Europea por la moratoria que existe en su territorio
contra el cultivo de transgénicos, es la más reciente medida
de presión que esa nación establece en contra de quienes
se oponen al uso de dichos productos, explicó en conferencia de
prensa.
Los transgénicos son alimentos a los que se les
introduce un gen de una variedad ajena, que puede ser insecticida, para
lograr un objetivo, como el dejar de usar plaguicidas.
Además, en estos días se realiza en Sacramento
la reunión Expo Agricultura, Ciencia y Tecnología, donde
participan 125 ministros de Agricultura, y se prevé que ahí
los estadunidenses exijan a las naciones el comercio y la siembra de los
OGM.
Estados Unidos mantiene su línea en contra de la
protección ambiental, ya que se ha opuesto al Protocolo de Kyoto
sobre cambio climático y al de Cartagena, que forman parte del Convenio
de Diversidad Biológica, surgido en la Cumbre de la Tierra de 1992.
Con este compromiso internacional, que ya fue ratificado por 50 naciones
y que entrará en vigor en unos meses, los países podrán
prohibir el ingreso de OGM a su territorio, detalló.
Anualmente México compra en promedio 6 millones
de toneladas de maíz a Estados Unidos, de las cuales los especialistas
estiman que 30 por ciento corresponde a grano modificado genéticamente.
A Japón, por ejemplo, le vende maíz tradicional, porque el
país asiático no acepta los transgénicos, puntualizó.
Ahora, con la entrada en vigor del protocolo, México
debe exigir lo mismo que los japoneses, porque de otra forma estará
incurriendo en violaciones a ese acuerdo internacional, agregó Covantes.
El maíz transgénico es una variedad a la cual se le insertó
el gen de la bacteria BT para que funcionara como insecticida.
De acuerdo con el protocolo, explicó Covantes,
los exportadores de transgénicos deben pedir autorización
a la nación que prevén enviar esa producción; las
autoridades mexicanas tendrían que negar o autorizar ese comercio.
Entre las acciones de presión que Estados Unidos
ha ejercido están el que no ratificó el Protocolo de Bioseguridad
de Cartagena y buscó frustrar este acuerdo; en 1999 propuso a la
OMC la creación de un grupo de trabajo sobre biotecnología,
que fue rechazado por los países miembros, ya que la instancia para
su discusión era el Protocolo; Sri Lanka y Bolivia hicieron en 2001
prohibiciones a la importación de transgénicos, pero fueron
advertidas por autoridades estadunidenses de acciones ante la OMC.
También el gobierno tailandés fue avisado
de que si continuaba con sus planes de introducir leyes para hacer obligatorio
el etiquetado de productos transgénicos, recibiría sanciones;
Corea del Sur sólo permitía 3 por ciento de organismos genéticamente
modificados en los alimentos, y fue obligado a ampliar el margen.
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