México D.F. Miércoles 25 de junio de 2003
"Los organismos vivos deberán ahora ser considerados como propiedad privada"
Crecen ganancias de trasnacionales con el saqueo de la riqueza genética: especialista
El pago por uso de licencias y patentes representa para naciones pobres "una gran sangría"
JOSE GALAN
Las firmas de biotecnología e investigación genómica de los países industrializados poseen 95 por ciento de las patentes que en la materia se han registrado en Africa, 85 por ciento de las de América Latina y 70 por ciento de las de Asia, lo que constituye un saqueo de la riqueza genética de las naciones en desarrollo.
Se calcula que en los próximos años las firmas que controlan la investigación, la producción y la comercialización de la industria biotecnológica obtendrán beneficios económicos por 120 mil millones de dólares, afirma José Luis Zepeda, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) unidad Xochimilco, en el documento La revolución genómica: economía y biotecnología.
El académico sostiene que los gigantes industriales, como Monsanto, Novartis, Rhone-Poulenc, Pioner-DuPont o Lafarge-Coppée, atacan los mercados no sólo de la medicina, la agroindustria y la minería, sino que se ocupan de la biodiversidad del mundo, a la que buscan encontrar las más diversas aplicaciones comerciales.
La mercantilización de los organismos vivos modifica radicalmente el concepto tradicional del patrimonio nacional y eleva los recursos de la biodiversidad del mundo viviente a la categoría de propiedad privada, garantizada por el otorgamiento de patentes, agrega en el documento, incluido en el volumen La revolución genómica, publicado por la UAM Xochimilco y presentado este lunes.
Sostiene que los organismos vivos deberán ser concebidos ahora, bajo esta práctica, como propiedad privada para proteger las ganancias del nuevo complejo bioindustrial que se encuentra en un puñado de empresas globales del llamado Primer Mundo.
Sobre la situación de las patentes recuerda que ésta se remonta a 1980, cuando la Suprema Corte de Estados Unidos validó por vez primera una patente que protegía los derechos privados sobre una bacteria genéticamente modificada, y advierte que las nuevas regulaciones internacionales en materia de propiedad intelectual se han convertido en un poderoso elemento de desequilibrio entre naciones ricas y pobres: el pago de servicios por uso de licencias y patentes representa para los países pobres una considerable sangría económica, mientras que para los ricos este pago representa una forma no sólo de acrecentar sus ingresos, sino también su poder.
En el año 2000 Estados Unidos era el líder mundial del complejo de biotecnología industrial. Durante ese año las mil 273 empresas biotecnológicas estadunidenses generaron ingresos que superaron 23 mil 750 millones de euros, y canalizaron recursos por 11 mil 400 millones de euros para promover la investigación y el desarrollo.
El crecimiento de las patentes ha sido vertiginoso: pasó de 77 mil reivindicadas en Estados Unidos en 1985, a 169 mil en 1999. Actualmente existen más de 6 millones de patentes. De ellas, casi la mitad corresponden a materiales biológicos. En 1990 las ganancias generadas por el cobro de licencias de patentes fue de 15 mil millones de dólares, y en 1998 ese monto ascendió a 100 mil millones de dólares.
Ante tal crecimiento, señala el autor, para 2005 la cifra aumentará a 500 mil millones de dólares. Es decir, las ganancias derivadas de la protección de la propiedad intelectual habrán crecido en más de 3 mil por ciento en tan sólo 15 años.
|