Propondrá un enfoque multilateral del tema, según el contralmirante Aparicio Blanco

México rechazará la integración militar internacional para seguridad hemisférica

JESUS ARANDA

México se opone a la integración de fuerzas armadas con fines de seguridad hemisférica, así como a "otros elementos" que lesionen la soberanía de las naciones, sostuvo el contralmirante Conrado Aparicio Blanco, presidente de la Comisión de Estudios Especiales de la Armada, quien sostuvo que las naciones del área deben buscar acuerdos de colaboración "más allá del enfoque tradicional", relativo a una época en que prevalecían "posiciones autoritarias y hasta cierto punto intervencionistas".

Añadió que la delegación mexicana en la Conferencia Especial de Seguridad Hemisférica, a celebrarse en México en octubre próximo, planteará como elemento central de política exterior el respeto que tiene cada Estado soberano a su autodeterminación.

Participante activo en reuniones intersecretariales que encabeza la cancillería, en las que se estructura la postura que llevará México a la conferencia, el oficial advirtió que en ese foro estará en juego "la discusión de la efectividad de los organismos internacionales, la colaboración de igual a igual, la multilateralidad en la toma de decisiones y la resolución pacífica de las controversias".

Aparicio añadió que existe consenso a nivel gubernamental en el sentido de que "no hay ninguna propuesta, ninguna intención de integrar nuestras fuerzas armadas" en operaciones fuera del país. En este contexto, a diferencia de los señalamientos que en su momento hizo el ex canciller Jorge Castañeda sobre la posibilidad de que México enviara tropas a otros países, el contralmirante fue contundente: "que yo tenga conocimiento, no tenemos ninguna instrucción, ni siquiera dentro de nuestros planes, de que pudiéramos participar en fuerzas como las de los cascos azules de la Organización de Naciones Unidas".

Entrevistado en sus oficinas con motivo de la participación de la Armada en la discusión que se da en el gabinete presidencial respecto a la posición que asumirá México en la conferencia, el contralmirante subrayó que la seguridad a escala continental no puede ser vista desde una óptica unilateral. México, agregó, es promotor de que prevalezca un enfoque multidimensional, un mecanismo de cooperación, de diálogo, "porque las cosas tienen que hablarse y ponerse en la mesa, deben definirse claramente cuáles son los principios y los valores compartidos, cuáles son los enfoques comunes que podemos tener".

La idea del gobierno mexicano es que en la conferencia se asuman compromisos políticos y haya reconocimiento de todas las naciones de que la seguridad en el hemisferio va más allá de las amenazas tradicionales. Señaló que es de desear que desde un enfoque multidimensional los Estados participantes planteen cuál es su óptica de la seguridad nacional, que expongan qué aspectos son prioritarios y, por tanto, deben ser integrados a la discusión y a la búsqueda de soluciones.

Tenemos que avanzar, puntualizó, en lograr acuerdos específicos de colaboración que vayan encaminados a atender las necesidades de todos los Estados, "en los que declaremos que la pobreza es un problema para todos y, por tanto, es un asunto de seguridad nacional; acuerdos en los que declaremos que para otras naciones enfermedades como el sida, la elevación de la temperatura y posibles inundaciones; educación, pobreza y migración son problemas de seguridad nacional".

Se trata, dijo, de que esa problemática que enfrentan los países del área sea abordada con acuerdos de cooperación bilateral, regional y subregional. Insistió en que las vías diplomáticas son las adecuadas para abordar esos temas y que se deben potenciar los canales formales como Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos (OEA). "Tenemos un valor soberano -afirmó-, somos sujetos del derecho internacional y contamos con la capacidad para decirle al resto del mundo que somos capaces de poner en la mesa de negociación todos los temas que le preocupan a las naciones del continente".