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México D.F. Miércoles 25 de junio de 2003
BAJO LA LUPA
Alfredo Jalife-Rahme
ƑAlianza de India y China vs. EU?
ƑCuál sería el verdadero "triángulo estratégico" en Asia?
La fortaleza de dos "economías mixtas"
A LA SECTA esotérica straussiana autonombrada La cábala, que domina la agenda exterior de Estados Unidos, la han de haber exasperado el avance hacia la unificación política europea, con su flamante proyecto de Constitución, y la visita de seis días a China del primer ministro de India, Atal Behari Vajpayee (la primera en una década).
ROBERT RATKE, VICEPRESIDENTE de la Sociedad Asiática, comenta que el acercamiento entre los dos gigantes que representan más de la tercera parte de la humanidad constituye "una apuesta elevada para los intereses de Estados Unidos". La forma en que India y China resuelvan sus diferendos tendrá efectos profundos en el paisaje asiático, y en el lugar que ocupa Estados Unidos en él. La apertura comercial entre ambas potencias nucleares puede ser "histórica", porque la unificación del sureste asiático (el tercer polo comercial planetario, donde descuellan Japón, China y Corea del Sur) con el océano Indico (donde predominan India y China) puede sumar el futuro "siglo asiático". Radtke considera que "China ve desde hace mucho a India como un amplio mercado potencial para los productos chinos, y tiene también interés y respeto por las proezas de la alta tecnología india". En la parte final de su ensayo señala que, a partir de la histórica visita de Richard Nixon a Pekín, "el triángulo conformado por Estados Unidos, Japón y China le brindó paz y estabilidad a Asia, por lo que ahora, frente a la emergente alianza estratégica entre los dos gigantes poblacionales, Estados Unidos debería incrustarse al nuevo triángulo con India y China" (International Herald Tribune, 23 de junio). ƑDa por muerto a Japón? ƑAcaso Zbigniew Brzezinski, asesor de Seguridad Nacional del ex presidente Carter, para congraciarse con China aconsejó desprenderse de Japón? ƑY Rusia, a la que daban por muerta y está resucitando con un increíble crecimiento económico detrás de China e India? ƑY qué tal si el verdadero "triángulo estratégico" está conformado por Rusia, India y China?
EL ACERCAMIENTO ENTRE India y China no solamente es una vital necesidad mutua, sino que ha sido alentado tras bambalinas por Rusia. El "triángulo estratégico" entre las tres potencias nucleares euroasiáticas fue ideado por Primakov (anterior jefe del servicio de inteligencia foráneo de la URSS y ahora cercano colaborador presidencial) después del agravio de Estados Unidos a Rusia durante la guerra de Kosovo en 1998, cuando -cinco años antes de la invasión anglosajona a Irak- los estrategas mundiales se habían dado cuenta (menos Yeltsin, quien fue lanzado del Kremlin en un golpe silencioso por los zorros de la KGB, entre ellos Putin) de las verdaderas intenciones de Estados Unidos, que con el actual presidente Bush se han vuelto obscenamente irredentistas. Se da por descontado que el equipo Bush tratará de apartar a Rusia de sus dos vértices euroasiáticos, así como colocar todas las cuñas posibles entre India y China.
MUY PREVISOR, RADKE puntualiza que "Estados Unidos debe observar si China empieza a distanciarse de Pakistán, puesto que tiene más que ganar en su relación con India que con Pakistán". Así que no fue gratuito que el general Pervez Musharraf, el dictador de Pakistán transmutado por la magia electoral en "demócrata", haya sido recibido en Campo David en el mismo momento en que se encuentra en Pekín el premier indio Vajpayee. Para no variar, George W. Bush propone las zanahorias del libre comercio a los conejos que se dejen embaucar: anunció un tratado de libre comercio con Pakistán y una ayuda por 3 mil millones de dólares, que el ex presidente pakistaní asesinado, Zia-Ul-Haq, hubiera desechado como "puros cacahuates".
EN SU EVALUACION del crecimiento mundial para la próxima década, el brillante economista Stephen Roach vaticinó que los dos motores mundiales serían India y China, mientras que la previa tripolaridad geoeconómica (Estados Unidos, la Unión Europea y Japón) se sumiría en la recesión, si no en la deflación. En la actualidad, las dos únicas economías dignas de ser citadas que están creciendo son India (alrededor de 6 por ciento) y China (alrededor de 8 por ciento, pese a la neumonía atípica). Suena interesante que India y China exhiban "economías mixtas", es decir, que sean reguladas por el Estado, a diferencia del resto de los "países emergentes", totalmente desregulados, que fueron arrasados por el agujero negro del déficit de cuenta corriente de Estados Unidos.
THE HINDUSTAN TIMES (18 de junio) expuso que "Rusia, India y China desean forjar alianzas estratégicas con las 10 naciones del bloque del sureste asiático -ASEAN, por sus siglas en inglés- para contrarrestar la influencia creciente de Estados Unidos. Los tres dieron fuertes señales de seguridad de que firmarían un tratado de amistad y cooperación para repeler cualquier agresión en su contra". Justamente durante el reciente foro regional de ASEAN, realizado en Phnom Penh (Camboya), el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Igor Ivanov, enfatizó a la televisión rusa "la interacción trilateral de Rusia con India y China como factor de estabilidad global"; aclamó el acercamiento entre India y China (los principales compradores de armas rusas) y calificó la visita del premier indo Vajpayee a China como un "suceso importante". Ivanov destacó la convergencia "multilateral" de las políticas de las tres potencias nucleares euroasiáticas.
NO SE PUEDE soslayar que la primera visita al exterior del recién ungido presidente chino, Hu Jintao, haya sido a la conmemoración 300 de San Petersburgo, de donde es oriundo el presidente Putin. Por cierto éste, quien se tomó en serio su papel de pivote geoestratégico entre Asia, Europa y Estados Unidos, se encuentra ahora en Londres, en visita oficial. Pero menos se puede pasar por alto que Vajpayee se haya reunido con el presidente chino en el mismo San Petersburgo. šQuién lo hubiera imaginado!: dos gigantes asiáticos se acercaron en la capital "occidental" de Rusia gracias a Putin.
POR AHORA LOS intercambios entre India y China no son nada espectaculares, pero lo pueden ser más pronto de lo previsto. La delantera china es respetable: el doble del PIB, casi 14 veces más en recepción de "inversión extranjera directa", y casi tres veces más la superficie territorial de India. En 2002 los intercambios comerciales fueron de casi 5 mil millones de dólares, pero este año han crecido casi 78 por ciento al primer trimestre y la exportación de India a China en hierro y acero ha sido azorante: 2,279 por ciento (šcuatro dígitos!) más que el año pasado.
EL ACERCAMIENTO DE India y China, bajo la égida rusa, es geopolítico, pero sería muy vulnerable si no se consolidase por la vía geoeconómica, es decir, a través de un "puente del Himalaya" que domine las alturas asiáticas comerciales, en cuyo caso la geopolítica adquiriría un efecto multiplicador.
AL MOMENTO DE su prueba nuclear (cuyos preparativos extrañamente no fueron detectados por Estados Unidos) el primer enemigo de India no era Pakistán, sino el protector de éste: China. El polémico canciller indio de origen portugués, George Fernandes, lo gritó a los cuatro vientos. De la prueba nuclear india a la ausencia de "armas de destrucción masiva" en Irak, tanto India como Fernandes han operado un viraje de 180 grados. ƑQué habrá sucedido en el último viaje de Richard Armitage, subsecretario de Estado estadunidense, durante su visita a Delhi, para que India hiciera más caso a los consejos de Moscú, su primer proveedor militar? ƑPerdió Baby Bush la "carta india", que había neutralizado Clinton?
NO PASARA INADVERTIDA la visita programada que realice Vajpayee en su feudo de Shanghai al anterior presidente Jiang Zemin, muy cercano al nepotismo dinástico de la familia Bush pero, por encima de todo, jefe de la Comisión Militar Central (que en la peculiar jerarquía china le confiere el control del ejército).
EL PREMIER CHINO Wen Jiabao no ocultó el significado estratégico de la visita de su homólogo indio y trató de disminuir los obstáculos frente a la amplia perspectiva que se le abre a ambos gigantes (The Delhi Times, 22 de junio). Se había vaticinado erróneamente que el XXI sería el "siglo de la cuenca del Pacífico". Hoy la simbiosis de dos grandes civilizaciones puede hacer posible el "siglo de la cuenca del océano Indico" y hasta el más ambicioso "siglo asiático".
LAS DOS AÑEJAS civilizaciones firmaron un memorándum de entendimiento, que enfatiza "el inicio de una nueva era en las relaciones entre India y China", para resolver el contencioso transfronterizo de 3 mil 500 kilómetros por medio de la reanudación de la vieja ruta comercial, la legendaria "ruta de la seda", que detuvo los intercambios a raíz de la guerra de 1962. El noreste de India (los estados de Sikkim y Arunachal Pradesh, plagados por guerrillas) podrá salir de su larga hibernación por medio de un comercio boyante entre las dos potencias verdaderamente emergentes del siglo XXI, cuando el resto de los "emergentes" se hunde hasta el fondo de los océanos neoliberales.
SIN CONTAR LA anexión del Tíbet por China y el espinoso asunto de Sikkiam, los reclamos fronterizos son mayúsculos: China ocupa en forma silenciosa 38 mil kilómetros cuadrados en Ladakh (el viejo principado de Cachemira en disputa entre India y Pakistán) e India ocuparía 90 mil kilómetros cuadrados en Arunachal Pradesh que pertenecerían a China. Es cierto que no hay que perder la cabeza con las visitas de los primeros ministros indios a China (Rajiv Ghandi en 1988 y N. Rao en 1993), celebradas también como "históricas". Diez años más tarde, la geoestrategia mundial se ha transformado con la presencia del ejército de Estados Unidos en Afganistán e Irak (y con bases militares en algunos países centroasiáticos de la antigua URSS). No falta quien, como el analista Pravin Sawhney, pretenda detectar las "intenciones estratégicas de largo plazo" de China ("una potencia regional que se prepara a su papel global"), que utiliza el apotegma de Sun Tzu ("derrotar al enemigo sin librar una batalla"), cuyo abordaje de la India se centra en cuatro postulados: "una alianza estratégica con Pakistán que deje a India como una potencia subregional; no permitir concesiones políticas o diplomáticas; mantener difuso el asunto transfronterizo; y emplear la paz obtenida para construir un poder nacional que incluya el poder militar" (Asia Times, junio de 2003). India también posee sus halconazos, como Brama Chellaney, adicto a la doctrina hindutva (la supremacía racial hindú), quien se basa en un desmedido "temor al dragón" que alimenta la paranoia india con los movimientos estratégicos que ha realizado China en el océano Indico (una base naval en Gawdar, Pakistán; radares y acceso naval en la costa de Burma; y su expansión comercial a las islas Maldivas). Más ecuánime, el analista indio V. Paranjpe reconoce que "económica y militarmente China se encuentra muy por delante de nosotros. La única ventaja que busca es política. Si India y China se juntan constituirán una fuerza global poderosa para impedir el oleaje del unilateralismo de Estados Unidos" (Asia Times, 21 de junio).
MAS ALLA DE la fijación mercantilista, si la alianza entre India y China solamente consiguiese moderar el imparable belicismo del equipo Bush en Asia (como inicio), habrá obtenido un triunfo sonoro para la supervivencia del género humano y habrá expuesto como paradigma universal al imperecedero "diálogo de las civilizaciones".
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