México D.F. Martes 24 de junio de 2003
Marco Rascón
Resentimiento, eficiencia y abstención
Con un criterio estrictamente político, para mantener la congruencia personal y partidaria, la dirección del PRD debió pedir como condición para abrir sus listas a Manuel Camacho, Socorro Díaz y otros priístas destacados durante la usurpación salinista una explicación pública, al partido y la nación, pues si no, Ƒquién tuvo la razón en 1988? ƑFueron ellos o los defensores del voto los que estaban equivocados? ƑPor qué ponerle la banda presidencial a Salinas, si en la calle la gente gritaba que Cárdenas era presidente?
Cuando no hay ninguna explicación, ni personal ni partidaria, pareciera que todo el PRD reconoce que los salinistas y los priístas, al sostener sus mismos ideales políticos, tenían la razón, y su cambio hacia "la eficiencia" es un reconocimiento, mea culpa, por haber cuestionado al salinismo.
En política, estos asuntos no son numéricos y lo que ha hecho la dirección autoimpuesta del PRD actual es haber sumado toda la historia, la memoria y la representación del movimiento democrático, base del partido, a los herederos activos del salinismo resentido.
Según los criterios políticos, Manuel Camacho renunció al PRI sin dignidad, motivado por no haber sido favorecido por Carlos Salinas como su sucesor. No obstante, no renunció tajantemente, sino que aceptó un cargo en Relaciones Exteriores y luego el cargo (sin sueldo) como comisonado para la paz en Chiapas, que lo enredó en el "no se hagan bolas" de Salinas y que mandó a Colosio en calidad de primero de la tarde en Lomas Taurinas, debilitado ya por aquella y otras estocadas en la malhadada sucesión presidencial de 1994. Socorro Díaz y otros ni siquiera han renunciado al PRI, y lo dicen públicamente. ƑPor qué son candidatos del PRD?
Retomando el reto de analizar sicológicamente el asunto del resentimiento como lo trata la dirección autoimpuesta del PRD, es claro que sus listas de "apertura" están llenas de resentidos del priísmo y el salinismo que ahora mantienen sus proyectos personales, tripulando sin ningún escrúpulo el registro del PRD. ƑCuántos votos traerán los candidatos resentidos del priísmo, el panismo, el empresariado y la derecha al PRD? ƑCuántos votos perderá el PRD de su franja dura por haber impuesto a estos candidatos?
Tal parece que a la nueva cara "eficiente" del PRD no le saldrán las cuentas de la venta del partido, pues los candidatos del resentimiento priísta y salinista no traerán votos, y por ellos sí se perderán muchos.
Analizando ahora con lupa la idea de oponer principios contra eficiencia, bajo la que sustenta su política de "apertura" la burocracia del PRD, el resultado del 6 de julio revelará que al aceptar las reglas oligárquicas el PRD ya no defiende el voto ciudadano, sino que saldrá a festejar el gran abstencionismo que cuestiona todo el régimen de partidos, a los medios y la corrupción política.
El PRD se sumó a la mediocracia con cierta eficiencia, pues a los medios les aportó la mediocridad intelectual y conceptual de una burocracia que sólo hace política interponiendo juicios políticos y demandas a gritos estridentes y machacando sobre una agenda legislativa que no está dispuesta a defender en cada caso, pues gran parte de los nuevos diputados han sido no solamente teóricos, sino impulsores de las privatizaciones y la formación de los nuevos grupos económicos.
Cabe, por tanto, hacer una reflexión sobre el abstencionismo y el voto.
Cuando el valor del voto era nulo, los ciudadanos que votaban lo hacían como reto. Era una vanguardia ciudadana que con su inteligencia y sentido del futuro delineaba la democracia y respaldaba a candidatos a los que, si bien no tenían posibilidades concretas frente al fraude sistemático del PRI, protegía y arropaba con su voto.
Hoy los partidos decidieron mandar como generalidad a candidatos virtuales, sin representación, tránsfugas, resentidos o francamente con pésima reputación, y la ciudadanía más avanzada tiende por ello a abstenerse. Los que antes votaban pese al fraude, hoy se abstendrán como cuestionamiento a un sistema de partidos corrompido y manejado no desde el IFE, sino desde los medios electrónicos de comunicación.
La votación nacional se sostendrá, gracias a las clientelas que se han hecho y que todos los partidos presumen como "lucha contra la pobreza". La "normalidad democrática" ha expulsado al voto de la sociedad más avanzada y se sostiene gracias al voto clientelar, herencia del viejo régimen, que ha convertido a los partidos en fuerzas marginales, frente al gran electorado que este 6 de julio no saldrá a votar.
Por ello la crisis de los partidos actuales deberá convertirse en una nueva movilización, pues a diferencia de otros años, la abstención ahora no es falta de interés, sino exigencia de principios, de referencias programáticas claras y de poner fin al pragmatismo grosero que ha corrompido el concepto de la participación política.
Esta elección es un fracaso no sólo de los partidos, sino de los medios de comunicación, por haber pretendido sacar a la ciudadanía de las plazas y las calles, donde se hace la política real en México. [email protected]
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