El Fondo Monetario Internacional calcula contracción de 17 por ciento

Prevé ministro que la economía de Venezuela se desplomará este año

La caída del PIB será de 10.7%, según el responsable de Finanzas de ese país

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Caracas, 21 de junio. El gobierno del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, prevé que este año la economía del país enfrente una contracción económica de 10.7 por ciento, el peor desempeño en su historia contemporánea.

El ministro de Finanzas, Tobías Nóbrega, dijo al diario El Nacional que "2003 será un año negativo", con una economía que requiere de la agilización de los flujos de divisas del sector petrolero al fisco -tras el recorte que sufrieron por un prolongado paro opositor- y un mecanismo expedito para el otorgamiento de dólares dentro del control de cambios.

"Según proyecciones, estaríamos trabajando con una contracción anual de 10.7 por ciento del producto interno bruto (PIB)", dijo el ministro en una entrevista publicada este sábado.

Sin embargo, agregó que "como buena noticia debemos decir que lo peor ya pasó. En los próximos trimestres vamos a tener contracciones menores que la del primer trimestre", cuando la economía decreció la cifra histórica de 29 por ciento, dijo.

Proyecciones negativas

El ministo Nóbrega manejaba una contracción para 2003 similar a la del año pasado, de 8.9 por ciento, pese a que el Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó un decrecimiento de 17 por ciento y analistas no creen que sea menor de 12 por ciento.

En 2002 el decrecimiento del PIB fue el peor en al menos los pasados 50 años, en medio de una crisis política que se observó en el breve derrocamiento de Chávez en abril.

El sector petrolero, que aporta la mitad de los ingresos fiscales, fue afectado por un paro en diciembre y enero que fracasó en su objetivo de obligar a Chávez a renunciar, pero que dejó graves secuelas en la economía al haber sido apoyado por trabajadores de la estatal Petróleos de Venezuela.

El gobierno se vio en la necesidad de adoptar, a inicios de febrero, controles de cambio y de precios para frenar una masiva fuga de capitales y una acelerada depreciación del bolívar, y para evitar una escalada inflacionaria.

Tras más de cuatro meses de controles, el sector privado se queja de que han afectado su productividad. Argumenta que el control de cambios ha sido ineficiente en las autorizaciones para la compra de los dólares necesarios para importar insumos, y las restricciones de precios impiden cubrir los costos de producción.

Nóbrega anunció que será modificado el esquema cambiario para agilizar la venta de dólares. "Está listo el borrador, pero se le están haciendo algunos ajustes", dijo.

Adelantó que "en el tercer trimestre pudiéramos evaluar la posibilidad de modificar el régimen sin alterar el control de cambios", y dejó abierta la posibilidad de que las variaciones incluyan una devaluación del tipo de cambio, que fijó el gobierno en mil 600 bolívares por dólar desde febrero.

El férreo control de cambios ha generado un mercado negro, en el cual la compra de un dólar cuesta más de 2 mil 600 bolívares.