David Brooks y Jonathan Fox presentan el libro Diálogos transfronterizos

Las movilizaciones en torno al TLCAN, base de las rebeliones antiglobalización

El texto ofrece perspectivas y respuestas de sectores afectados por la integración económica

JIM CASON CORRESPONSAL

Washington, 19 de junio. Las movilizaciones de sindicatos, campesinos, ambientalistas y otros sectores sociales en torno al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ayudaron a preparar la base de las rebeliones contra la globalización empresarial que empezó en Seattle, pero las dificultades que enfrentaron estos primeros esfuerzos para democratizar las relaciones económicas trasnacionales aún continúan, de acuerdo con un libro presentado aquí esta semana.

El periodista David Brooks y el académico Jonathan Fox presentaron el libro Diálogos transfronterizos (Cross border dialogues) con un debate sobre el carácter de las redes de los movimientos sociales de México y Estados Unidos. El libro aborda el tema de "la globalización desde abajo", y ofrece perspectivas y respuestas de sectores sociales directamente afectados por la integración económica durante los años 80 y 90.

"Se habla mucho sobre la democracia en Estados Unidos y México," declaró Brooks, quien también es jefe de la corresponsalía de La Jornada en Estados Unidos. "Pero esto es dentro de las fronteras nacionales. Sin embargo, se están tomando muchas decisiones en la arena trasnacional y la pregunta es: Ƒcómo democratizarla?"

En una reunión organizada por el Instituto Mexicano del Centro Woodrow Wilson, en Washington, Brooks explicó que el consenso de las elites que habían propuesto y negociado la integración económica de América del Norte, que poco después fue formalizado en el TLCAN, provocó la aparición de un nuevo actor en la arena internacional: la sociedad civil.

"Estos grupos transformaron el ámbito de las relaciones internacionales de manera permanente," declaró Brooks. Estas organizaciones de trabajadores, ambientalistas, campesinos activistas de derechos humanos y de Chiapas, así como otros grupos sociales, organizaron "el movimiento de educación popular sobre la política económica internacional más importante de todos los que se emprendieron en Estados Unidos."

Esta movilización popular obligó al gobierno estadunidense a incluir acuerdos de cooperación laboral y ambiental "paralelos" al TLCAN, e hizo del comercio un tema central en la política electoral de este país.

Amplia gama de coaliciones

Como resultado de esa intensa presión, el Congreso estadunidense rechazó durante siete años darle al presidente el poder de negociar tratados de libre comercio sin revisiones: la llamada "vía rápida" o fast track. Pero, la pregunta central es: Ƒdónde están estos esfuerzos ahora? "En comparación con el momento en el que se encontraban las relaciones de la sociedad civil en Estados Unidos y México hace una década, no hay duda de que ha surgido una amplia gama de redes, coaliciones y alianzas que sería difícil de imaginar," escribió Jonathan Fox en las conclusiones del libro.

"Sin embargo, en comparación con el ritmo de integración binacional entre otros actores -productores de autos o de desechos tóxicos, banqueros, narcotraficantes, magnates de la televisión, redes de radio transfronterizas, familias de inmigrantes y políticos nacionales- tanto el grado como el impacto de la colaboración binacional de la sociedad civil han sido bastante limitados", señaló Fox, y agregó que la excepción está en la frontera.

La importancia del libro radica en que ofrece perspectivas y respuestas de personas centrales de estas luchas, que incluyen, entre muchos otros, a Ron Blackwell, un líder de central obrera AFL-CIO; Mary E. Kelly, abogada, quien ha trabajado en la frontera sobre asuntos ambientalistas y agua; Berta Luján, quien fue líder del Frente Auténtico del Trabajo, y Luis Hernández Navarro, coordinador de Opinión de La Jornada, periódico en que ya han sido publicados algunos de estos ensayos.

Desde una perspectiva sindicalista, Blackwell ofreció una defensa del concepto del proteccionismo como un mecanicismo para asegurar una economía justa y sostenible para todos. Pero reconoció que, como resultado del debate sobre el TLCAN, algunos sindicatos llegaron a entender que los trabajadores no podrían defender sus intereses sólo dentro de las fronteras nacionales sin hacer alianzas con otros países.

Mark Anderson, otro líder del AFL-CIO, explicó que este debate empezó en los años 80, cuando los líderes de los sindicatos en México y Estados Unidos enfrentaban el problema de que un trabajo perdido en Estados Unidos a veces se interpretaría como una nueva plaza de trabajo para México. Este problema de percepción permanece en las relaciones binacionales.

Sin embargo, Anderson insistió que actualmente los sindicatos reconocen que ninguna de estas dificultades se va a solucionar en el contexto puramente nacional; el problema es cómo. Afirmó que el reto para los actores de estos diferentes sectores sociales será identificar tanto los temas en que están de acuerdo como aquellos en que no lo están, con claridad y franqueza.

Sostuvo que cuando cuenten con esta información, podrán construir alianzas con base en los temas en que estén de acuerdo. Como ejemplo de esto la abogada Kelly mencionó a las redes binacionales que lograron derrotar una propuesta para que una vía fluvial desde Brownsville, Texas, atravesara la Laguna Madre de Tamaulipas y llegara a Tampico. También mencionó redes organizativas con las que se consiguió evitar que se construyera un tiradero de desechos nucleares llamado Sierra Blanca.

Pero los autores de este libro no ocultaron las dificultades que implican estos procesos. Algunos ambientalistas han elaborando redes importantes con algunos sindicatos. Pero la mayor parte de los sindicatos mantienen, desde hace 10 años, el mismo tipo de relaciones, sin ampliar sus contactos ante la nueva situación fronteriza.

La organización transfronteriza más sostenible y dinámica podría ser el Frente Indígena Oaxaqueño, analizada por el sociólogo Gaspar Rivera-Salgado en este volumen.

El profesor Fox sugiere que "hasta ahora, las redes y coaliciones binacionales de la sociedad civil han tenido un impacto mucho mayor sobre sí mismas que sobre los procesos y objetivos más amplios que las hicieron nacer."

Pero como el periodista David Brooks explica en su ensayo final, estos movimientos binacionales también desempeñaron un papel importante al sentar las bases para las rebeliones contra la globalización empresarial que empezó en Seattle. Como explican en este volumen, la construcción de alianzas entre movimientos sociales de países que tienen niveles muy diferentes de desarrollo económico no es fácil.

Sin embargo, Brooks sugiere que, al menos, estos movimientos conocen sus contrapartes y la importancia de trabajar juntos.

Diálogos transfronterizos: Las redes de los movimientos sociales EU-México (Cross-Border Dialogues: US - México Social Movement Networking) es publicado por el Centro de Estudios EU-México de la Universidad de California, San Diego (Para más información: http://usmex.ucsd.edu).