México D.F. Domingo 8 de junio de 2003
Realizan gira de promoción por España
Critica Jaguares ineptitud del gobierno en el caso de las mujeres de Juárez
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 7 de junio. Unas 400 personas cantaron y ovacionaron al grupo de rock mexicano Jaguares en el concierto que ofreció ayer en la sala Caracol de Madrid, donde se escucharon canciones míticas en varias generaciones de latinoamericanos, como La célula que explota, Dioses ocultos o La negra Tomasa. El líder y vocalista del grupo, Saúl Hernández, recordó al final del concierto a las cientos de mujeres asesinadas en Ciudad Juárez en los últimos años, al tiempo que criticó la ineptitud del gobierno mexicano en este caso: "Lástima que tengamos un gobierno de mierda al que no le interesa acabar con esto".
A pesar de una tímida, por no decir nula, promoción de su primera actuación en Madrid, los ex Caifanes llenaron la madrileña sala, donde había sobre todo mexicanos y colombianos que han crecido con las canciones de esta banda. La selección de los temas fue variada y en ella incluyeron títulos de los ocho discos grabados desde la formación de Caifanes.
En un escenario diáfano y sólo acompañados por un juego de luces, Saúl encendió al público con Dioses ocultos, pero fue también la primera muestra de que la voz del cantante se encuentra todavía frágil después de la operación a la que tuvo que someterse recientemente. Esto no impidió que la energía de su música y la forma de moverse en el escenario contagiara a sus seguidores, que acompañaron ese derroche con las manos en alto, bailando y cantando hasta desgañitarse.
En el concierto circularon varias banderas de México y Colombia, y antes de iniciar quizá una de las canciones que más agradeció el público, La célula que explota, el vocalista de Jaguares atavió al micrófono una insignia mexicana, al tiempo que criticó a los "hombres que tienen el poder" y que no dejan de "chingar" al pueblo. Después cantaron el tema que están promocionando en España y que lleva el mismo nombre que su más reciente disco, Cuando la sangre galopa.
Con César Vampiro López en la guitarra, Leonardo Muñiz en las percusiones, Federico Font en el bajo y Alfonso Aute en la bateria; los Jaguares emprendieron la recta final de la tocada, que consistió en una cuidada selección de algunos de sus temas más admirados: Dime jaguar, Ayer me dijo un ave, El milagro, Perdí mi ojo de venado y Piedras.
Después que el público insistiera en que cantaran "otra", Saúl regresó al escenario y explicó la terrible situación que viven desde hace varios años las mujeres de Ciudad de Juárez y que a pesar de que las víctimas ya suman más de 600 el "gobierno ha hecho nada". Pero "no me extraña", dijo Saúl, "es una lástima que tengamos un gobierno de mierda". El concierto terminó con La Negra Tomasa y la sala entera bailando y cantando al ritmo del "alma del jaguar".
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