México D.F. Domingo 8 de junio de 2003
Asociación de empleados y ex empleados denuncia auge del "sindicalismo blanco"
Disidencia gremial bancaria exige la entrega del fondo de pensiones
Sólo quedan 40 mil trabajadores de base "con cierta estabilidad en el empleo", afirman
FABIOLA MARTINEZ
Trabajadores bancarios constituyeron la Asociación Nacional de Empleados y Exempleados del Sistema Financiero Mexicano (Aneexsfim) para reclamar a las instituciones crediticias la entrega del fondo de pensiones y recuperar los derechos básicos en este sector, cuya plantilla laboral, afirman, ha sido "masacrada" en los últimos meses.
Cifras de los impulsores de esta asociación, formada en abierta disidencia de la Federación Nacional de Sindicatos Bancarios (Fenasib), señalaron que sólo quedan unos 40 mil trabajadores de base "con cierta estabilidad en el empleo", los cuales representan únicamente 20 por ciento de la nómina de empleados bancarios reportada en los años noventa.
A la situación anterior se agrega una embestida contra las corrientes sindicales democráticas, en especial en Serfin y Bancomer. Es decir, "la cascada de despidos desmanteló la organización de estos grupos, por lo que ahora sólo quedan representaciones delimitadas por los patrones (...) el sindicalismo blanco en plenitud", afirmaron.
La asociación referida, encabezada por Arturo Ayala, Gabino Jiménez e Inés González, de Serfín, agrupa mayoritariamente a personal bancario despedido recientemente luego de la fusión de bancos mexicanos con entidades extranjeras, así como a cesados de algunas instituciones de banca de desarrollo.
Los casi mil interesados en este proyecto de organización gremial pertenecen o trabajaron para Serfin, Santander Mexicano, Banobras, Banamex, Bancrecer, Condusef, Bancomer y Finasa, y en esta última los extrabajadores ya iniciaron un juicio para exigir el pago del monto correspondiente al fondo de pensiones.
El punto anterior es el "pretexto" de arranque, como lo reconocen Ayala, Jiménez y González, para defender los derechos que les otorga la Ley Federal del Trabajo y que en el transcurso de la historia de la Fenasib, formada tras la nacionalización de la banca en 1982, "nos han minimizado, modificado y eliminado a favor de los banqueros y con la complicidad de los lídres sindicales impuestos por ellos mismos".
En su declaratoria inicial, difundida este viernes, destacan que la bandera de lucha será la devolución del fondo de pensiones, actualmente en poder de los bancos, y sobre todo que se dé a conocer su origen, uso y manejo de tales recursos. Esto es, que los empleados sepan cuánto tienen en su cuenta y puedan reclamarlo.
Como resultado de su franca oposición a la dirigencia de la Fenasib que encabeza el diputado federal priísta Enrique Aguilar Borrego, los promotores de la Aneexsfim se pronuncian en favor de la libre asociación y, en el caso de las prestaciones, recuperar el servicio médico de calidad para todos.
En la presentación del libro Democracia sindical en el sector bancario, del doctor Alfonso Bouzas, y ante el director del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, Jorge Basave, los fundadores de la asociación reconocieron que el trabajo será difícil en el corto plazo precisamente porque los empleados del sector financiero atraviesan por la peor crisis de su historia y, por lo tanto, cunde el temor de perder el empleo.
Sin embargo, manifestaron también su confianza en recuperar el derecho de este gremio a asociarse libremente aun cuando la táctica de los empleadores, especialmente los representantes del capital internacional que participan en la mayoría de las instituciones financieras de México, es imponer la calificación de 'empleados de confianza' a la mayoría para impedirles organizarse y afiliarse a un sindicato.
Gabino Jiménez precisó que en 1983 la plantilla laboral en el sector referido osciló entre 180 y 230 mil empleados y años después se mantuvo en alrededor de 150 mil, aunque la tasa de sindicalización, en el mejor de los casos, llegó a 50 por ciento, a excepción de Banamex en donde ésta se ubicó entre 25 y 28 por ciento.
Ahora, dijo, se calcula que laboran en el sector unos 80 mil trabajadores de los cuales, a lo sumo, 40 mil están inscritos en un sindicato identificado por los especialistas en materia laboral como "empresarial o blanco". Tan sólo en Serfín, comentó Jiménez en entrevista, de 12 mil trabajadores, los sindicalizados no llegan a 2 mil 500. Lo mismo ocurre en Bancomer en una relación de 40 mil puestos totales, únicamente 12 mil están inscritos en la organización gremial respectiva.
Ofensiva de los empleadores contra logros gremiales
Como principio de la asociación, sus impulsores dejan en claro que ésta vivirá de aportaciones voluntarias, "por lo que no es obligatorio entregar cuotas quincenales y mucho menos permitir el enriquecimiento de líderes impuestos por los patrones".
En la obra citada, Bouzas presenta un panorama de las condiciones laborales actuales en el sector bancario; en ese aspecto alerta de "una nueva militancia del empleador en la negociación colectiva para terminar con todas las tibias participaciones que algunos sindicatos tuvieron en un primer momento y que a la fecha son las empresas las que presentan el paquete de la revisión contractual".
El autor critica también la primacía de contratos de empleo individual y temporal, disfrazado de contratos civiles o como labores de confianza, así como la supresión de los arreglos tradicionales, reducción de los espacios de participación del sindicato, y la permanente pérdida de membresía.
Un ejemplo de lo anterior es el caso de Bancomer. En 1996 tenía mil 323 sucursales y 29 mil 938 empleados y para el año 2001 (tras la fusión con la firma española BBVA) se duplicó el número de sucursales pero el personal siguió igual. Serfín pasó de 578 sucursales y 16 mil 313 trabajadores, en 1996, a 566 sucursales y 7 mil 128 empleados, según las cifras reportadas hasta marzo de 2001.
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