México D.F. Domingo 8 de junio de 2003
Ni políticos ni militantes del PRD acudieron
este año a la ceremonia
Olvido, a 5 años de matanza de El Charco
La sobreviviente Erika Zamora Pardo pide a la CNDH desmentir
la versión militar
MISAEL HABANA DE LOS SANTOS CORRESPONSAL
El Charco, Ayutla de Los Libres, Gro., 7 de junio.
A cinco años de la matanza de 11 indígenas tlapanecos
y mixtecos en esta pequeña comunidad de la sierra, el único
cambio habido es que sus habitantes ya cuentan con energía eléctrica
y un albergue del ahora desaparecido Instituto Nacional Indigenista, que
comenzará a funcionar en septiembre.
Como
si el olvido cayera sobre los caídos, sólo dos viudas de
los asesinados estuvieron presentes en la capilla y en el cortejo que alrededor
de 200 personas hicieron y que concluyó en la escuela primaria Caritino
Maldonado, donde dormían los indígenas que fueron acribillados
por soldados y que ahora muestra en sus paredes cacarizas los orificios
dejados por las balas.
Las mujeres asistentes a la liturgia fueron Catalina Leobardo
Félix, viuda de Fernando Félix, originario de Ocote Amarillo,
asentamiento mixteco cercano a El Charco, y Margarita Joaquina Castro,
viuda de Mario C. García.
Brillaron por su ausencia los políticos; ni siquiera
acudieron militantes del PRD, como en otros años. No faltaron los
de siempre: los dos sobrevivientes de aquel baño de fuego, los estudiantes
Erika Zamora Pardo y Efrén Cortés Chávez, quienes
fueron detenidos ahí y torturados y encarcelados en prisiones de
alta seguridad como presuntos miembros del Ejército Revolucionario
del Pueblo Insurgente (ERPI), del que ese día se supo que existía.
En el mitin realizado en El Charco, Cortés Chávez
exigió castigo para los responsables de la matanza, sobre todo para
quien coordinó la acción bélica, el general Alfredo
Oropeza Garnica, ex comandante de la 27 Zona Militar, con sede en Atoyac
de Alvarez.
También habló Arturo Campos, dirigente de
la Organización Independiente de Pueblos Mixtecos y Tlapanecos,
quien denunció que 15 miembros de su organización se encuentran
en una lista de 50 personas que pueden ser detenidas en cualquier momento
por la Agencia Federal de Investigación (AFI) por su presunta vinculación
con los grupos armados. Inclusive recordó las detenciones que realizó
la AFI en días pasados, tanto en Ayutla como en el municipio vecino
de Tecoanapa, en la Costa Chica guerrerense.
Después del recorrido sobre las brechas del poblado,
bordeadas de caña de azúcar para la producción de
panela, hasta llegar a la escuela Caritino Maldonado, Arturo Campos informó
que la semana pasada estuvieron en El Charco tres miembros de las brigadas
internacionales por la paz que reúnen testimonios e investigan los
hechos del 7 de junio de 1998. Se encontraron con Juan Alarcón Hernández,
presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Guerrero.
Erika Zamora expresó que esperan que la Comisión
Nacional de Derechos Humanos (CNDH) desmienta la información publicada
en un semanario en el que se afirma que se les encontraron armas y sustancias
sicotrópicas y que no fueron torturados, lo que coincide con los
resultados de las investigaciones de la Procuraduría General de
Justicia Militar -entonces a cargo de Rafael Macedo de la Concha-, que
según Zamora son parciales.
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