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México D.F. Sábado 24 de mayo de 2003
Cuarto día del Aca Fest: bajó
el público en el Jardín Sur y en la playa Tamarindos
Paquita espantó a los hombres, Marco Antonio
Muñiz enamoró a las parejas y Yuri corrió a todos
JORGE CABALLERO ENVIADO
Acapulco, 23 de mayo. Paquita la del Barrio atizó
el ego de los machines que osaron asistir a su concierto en el salón
Teotihuacán, la noche del jueves, con sus coplas en contra de ellos
que hacen que las mujeres se vayan hablando. Rata de dos patas, Cheque
en blanco, Tres veces te engañé y Piérdeme
el respeto, fueron las casacas con las cuales las féminas se
arroparon mientras la cámara descubría los turbados rostros
de los varones en los cuales se intuía la explícita frase
de "trágame tierra".
Paquita
marcó el inicio de una velada de contrastes, pues mientras ella
compartió un escenario rebosante con Yuri, Julio Sabala y Marco
Antonio Muñiz, en el escenario alterno, o sea el Jardín Sur
del Centro de Convenciones, Los Huracanes del Norte, Luz Elena González,
Los Alegres de la Sierra, Fabián Gómez, Aarón y su
Grupo Ilusión y Los Askis -con intervención de Niurka- no
lograron llenar del todo. Mientras que en playa Tamarindos el elenco endeble
cobró la factura y recibió un reducido público que
nunca mostró demasiado interés por los cantantes que se presentaron
en ese espacio donde la entrada es gratuita.
Además de cantar, la agresiva Paquita también
pidió disculpas: "Les pido perdón porque hace un año
no pude estar con ustedes, pero no fue mi culpa, lo bueno es que ya estamos
aquí". Además, minimizó la estatuilla Aca Fest que
se le da indistintamente a los participantes: "Qué chingaderita.
Merezco más pero con esto me conformo".
El lujo de México
Después de uno de los cómicos que actúan
entre artista y artista y que hasta el momento habían pasado desapercibidos
por su escaso, nulo contenido, se presentó impecable el llamado
lujo de México, Marco Antonio Muñiz, para engalanar
el escenario y, con una magnífica orquesta y un manojo de temas,
acariciar el maltrecho espíritu romántico de hoy día.
Vistiendo impecablemente de blanco, Muñiz cantó
Escándalo, Sabes una cosa y hasta rumbeó riquísimo
con su versión intervenida de Lágrimas negras, todo
mundo le aplaudió, pero los conocedores se levantaron a tributarlo,
emotivo gesto que provocó se le quebrara la voz al agradecer.
El intérprete presentó a su vástago,
Toni Muñiz, "el cual pongo a su consideración, al otro ya
lo conocen de sobra", dijo refiriéndose a Jorge Muñiz. Con
su hijo cantó Cuando pienso en tí, tema inédito
del maestro yucateco Armando Manzanero. La canción recuerda al poema
de Charles Baudelaire, A la que pasa, a ese eterno olvido, el cual
hace presa a algunas personas. En fin, el Teotihuacán le rindió
pleitesía al maestro, como debió de ser.
Show piñatón y azul pastel
Antes o después de Muñiz, por razones incomprensibles,
el espacio temporal quedó en la dimensión desconocida cuando
salió a actuar el imitador Julio Sabala, el cual interpretó
a Julio y Enrique Iglesias y Vicente Fernández. Zanjado este asunto
apareció algo aún más sui generis: Yuri con
un espectáculo que rayó en el mal gusto... en lo piñatón.
La jarocha apareció sobresaturada de azul pastel
y en un momento del espectáculo hasta se puso una peluca de ese
color, además de que los trajes de sus bailarines y el juego de
luces enceguecedoras que la acompañaron en su presentación
eran también azul pastel. Además, hubo fuegos artificiales
y fuego a los lados equidistantes del templete. Qué te pasa,
Hombres al borde de un ataque de celos, el bolero Si nos dejan
y un remix chambacuquero fue el repertorio del cual se valió
Yuri para espantar a la concurrencia y borrar el buen sabor de boca que
dejó Marco Antonio Muñiz, y llenarla de uno amargo que quitó
el sueño, causó dolor estomacal y se prolongó hasta
la madrugada.
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