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México D.F. Sábado 24 de mayo de 2003
Un ex convento, nueva lucha de Toledo
Demanda se anule la entrega a Fonatur de inmueble construido
en el siglo XVI
MERRY MAC MASTERS
El Patronato Pro Defensa del Patrimonio Cultural y Natural
del Estado de Oaxaca (ProOax), institución fundada por el pintor
juchiteco Francisco Toledo, demandó el pasado lunes la nulidad absoluta
del convenio, fechado el 29 de mayo de 1989, mediante el cual varias dependencias
determinaron la entrega del ex convento de Santa Catalina de Siena, edificio
construido en el siglo XVI, al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur).
La
petición de ProOax está dirigida a las secretarías
de Hacienda y Crédito Público, de la Función Pública,
de Desarrollo Social, de Turismo, y a Nacional Financiera, fiduciaria de
Fonatur.
El patronato basó su demanda en que de acuerdo
con el artículo 36 de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos,
Artísticos e Históricos, el ex convento de Santa Catalina
de Siena entra en esa categoría. Con base en el artículo
2 fracción VI de la Ley General de Bienes Nacionales, los monumentos
históricos son bienes del dominio público y, por tanto, son
inalienables en los términos del artículo 16 de ese ordenamiento.
Pese a ser un bien nacionalizado, la construcción,
por haberse dedicado a la enseñanza del culto religioso y por disposición
expresa de la ley, no pasó a ser bien privado de la Federación,
sino que conserva su carácter de patrimonio nacional al ser bien
del dominio público.
De acuerdo con el documento, también fundamentan
la demanda los decretos que declaran al Centro Histórico de la ciudad
de Oaxaca, al igual que la ciudad prehispánica de Monte Albán,
patrimonio de la humanidad, y las disposiciones del Código Civil
Federal y sus correlativos del Código Civil del Estado de Oaxaca,
en el sentido de que ''los actos ejecutados contra el tenor de las leyes
prohibitivas o de interés público serán nulos, excepto
en los casos en que la ley ordene lo contrario".
Sustentan el documento las cartas de Atenas, de 1931;
de Venecia, de 1964; de Quito; de Amsterdam, de 1975; el Protocolo de San
Salvador, en el que México participó el 17 de noviembre de
1988, que recomiendan a escala internacional la conservación del
patrimonio histórico, artístico y arqueológico, demandando
la conciencia cívica, la participación de los ciudadanos
y de las asociaciones privadas contra ''la incuria oficial y el vandalismo
urbanístico que realizan alegremente ante la indiferencia o complicidad
de las autoridades".
Mediante su demanda, ProOax sólo persigue la reivindicación
del inmueble como bien nacional, sin cambiar el uso actual de hotel, que
mantiene una conservación y destino como atractivo turístico,
produce frutos y es fuente de empleos.
ProOax pugna por la legalidad y la transparencia de los
actos de aquellas instituciones encargadas de la conservación y
rescate del patrimonio cultural, de tal manera que la ciudadanía
tome conciencia y no permita los actos de corrupción que se dan,
como ''en este negocio de amigos, en el que secretarios de Estado de la
época del gobierno de Miguel de la Madrid favorecieron a la paraestatal
denominada Fonatur, que tiene personalidad jurídica y patrimonio
propio, y desde luego puede disponer de él como lo intentó
en 1994, al licitar públicamente el ex convento, que está
fuera del comercio por ley, como si se tratara de cualquier propiedad particular''.
El patronato ProOax tiene plena confianza de obtener una
respuesta favorable del gobierno de Vicente Fox, ya que durante siete años
se ha perseguido este objetivo y ''aunque están todavía funcionarios
del pasado, que han negado la atención al caso, ahora tendrán
que contestar directamente los secretarios de Estado, a quienes por lealtad
a México sólo les quedará aplicar el derecho".
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