México D.F. Sábado 24 de mayo de 2003
Gustavo Leal F.*
Maestra Elba Esther, ¡encogí al ISSSTE!
Algo no visto: el Día de la Madre, maestros disidentes
visitaron clínicas y hospitales del ISSSTE para advertir a los pacientes
que sus derechos serán violentados con la reforma que pretende imponer
un priísta disfrazado de gerente social del foxismo: Benjamín
González Roaro, representante en el instituto de la maestra Elba
Esther Gordillo.
En una economía estancada desde hace 20 años,
que apenas creció anualmente un promedio de 2.3 por ciento y modestas
expectativas para los tiempos de Fox, resultan lógicas las caídas
del empleo y aseguramiento público. Hasta Guillermo Bernal, de la
Unidad de Política Fiscal de Hacienda, reconoce que se requieren
9 mil millones de pesos para cubrir ¡300 mil pesos! de indemnizaciones
a 30 mil trabajadores acogidos al Programa de Separación Voluntaria
de Servidores Públicos, mismo que el SNTISSSTE rechaza por "contradictorio".
El propio González Roaro estima que la "reducción de personal
del gobierno ha dañado las finanzas del instituto".
Como señala la Conferencia del Episcopado de México:
este gobierno "carece de un proyecto claro de nación que respeten
todos". Tampoco es casual, como asegura el BID, que el fracaso de las "reformas
de mercado" que enterraron el "bienestar social" de Latinoamérica,
deba desvincularse de "fenómenos de corrupción" (La Jornada,
25-03-03). El ISSSTE se cuenta entre las entidades paraestatales en que
la Contraloría detectó actos ilícitos y de corrupción
en los últimos meses. Se impusieron sanciones a mil 103 funcionarios.
Todavía en abril, el aún secretario Francisco
Barrio declaró que se identificaron encargados de compras que entregaron
anticipos indebidos por 121 millones de pesos para adquirir "equipo que
nunca se recibió". Y la misma contraloría interna del instituto
localizó irregularidades en el programa de fertilización
in vitro del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre.
Y aunque González Roaro proviene de una turbia
gestión en el Fideicomiso de Vivienda para el Sector Magisterial
(Proceso, 1356), sus empeños para pasar como "reformador"
del ISSSTE ya suman un grueso rosario de declaraciones increíbles,
dignas del mejor récord.
Por ejemplo: para el ISSSTE, ha dicho, es "mal negocio
que sean más mujeres que hombres (derechohabientes), porque cuestan
más sus enfermedades, viven más tiempo y hay que pagar más";
los trabajadores que se incorporen después de la reforma "se contratarán
con una nueva ley y aceptarán o no la nueva legislación";
gracias al certificado de norma internacional de calidad ISO-9001-2000
-de la empresa suiza Societé Genéralé Survillance-
el ISSSTE será el primer "organismo público mexicano en certificar
un servicio educativo asistencial"; la creación del Seguro Popular
permitiría "llegar a 53 millones de personas"; el "nuevo" esquema
para el financiamiento de hospitales operará "de acuerdo a las necesidades
particulares" y "el principal reto es la reforma" (Segundo Informe de
Ejecución 2002 del PND).
Por si no fuera suficiente y para seguir robusteciendo
su aureola de "reformador", González Roaro recurrió al aprendiz
de tecnócrata Luis Cerda González, consumado "experto" de
la "afamada" consultora Thesis-Antares-Consulting, quien, coincidiendo
enteramente con el Banco Mundial (Mexico-Technical Assistance for Public
Sector Social Security Reform, ISSSTE), localizó el "futuro"
del instituto en la separación entre "una parte compradora de servicios
y una oferente" que opere el "fondo de salud con base a la demanda" y hacer
"competitivas las distintas áreas de salud" (coloquio Perspectivas
de la seguridad social en México y Latinoamérica, SNTISSSTE).
Lamentablemente, mientras González Roaro y sus
consultores predican "consensuar" una invisible "reforma democrática"
entre derechohabientes y trabajadores, se subrogan guarderías, los
que recurren a sus servicios enfrentan severas penurias, los pensionados
bloquean avenidas y el desabasto de medicamentos, insumos y equipo cunde.
Pero el ISSSTE no puede sino invocar "guías" clínicas que
se apoyan en "grupos de autoayuda".
Es claro que con el gobierno del "cambio" no cambió
absolutamente nada. Francisco Gil Díaz, secretario de Hacienda,
afirmó que la "reforma" del ISSSTE será "un espejo" de la
que el priísta Zedillo impuso al IMSS: cuentas individuales, Afores
y Siefores.
Aunque, de inmediato, recibió respuesta. Joel Ayala,
senador priísta y cabeza de la FSTSE propuso la creación
de una Afore pública que "invierta los ahorros de los burócratas
en la generación de gas, electricidad y vivienda", para no crear
administradoras que "manejan los banqueros y empresarios". Y, Concepción
Castañeda, secretaria general del SNTISSSTE, consideró inaceptable
que los servidores públicos "tengan que pagar una comisión
para que sus ahorros sean administrados".
Con toda certeza: del PAN "de" Vicente Fox y del PRI "de"
Roberto Madrazo, Elba Esther Gordillo y el pupilo Benjamín González
Roaro, los electores del próximo 6 de julio de 2003, sólo
pueden aguardar ¡más de lo mismo, pero mucho, mucho peor!
* Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco
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