Bailan y triunfan a pesar de todo

Ignorada por autoridades, la selección de danza sobre sillas de ruedas cosecha medallas

MARIANA NORANDI ESPECIAL

El último deporte en incorporarse al IPC (Comité Paralímpico Internacional, por sus siglas en inglés) fue, en 1998, la danza sobre silla de ruedas. Esta disciplina es una modalidad de exhibición que posee una vertiente competitiva de carácter artístico: los bailes de salón. Lo que para gran parte de la sociedad puede resultar extraño o descabellado, para los bailarines sobre silla de ruedas es natural, pues, como para cualquier bailarín convencional, la danza nace como una necesidad expresiva del alma. La única diferencia de estos bailarines respecto a otros es que, debido a su condición de discapacidad, usan las ruedas de las sillas. Se expresan con los brazos, las manos, la cintura, el cuello, el pecho y la mirada. La música fluye por sus sentidos y se transforma en movimiento como para cualquier otro bailarín.

En las paraolimpiadas la danza compite en dos modalidades. Por un lado en categoría estándar, que incluye vals vienés, vals inglés, tango, slowfox (balada lenta) y quickstep (balada rítmica). La otra categoría es danza latina, que comprende samba, cha cha chá, rumba, pasodoble y jive (rocanrol). En 1997 se celebró en Suecia la primera competición internacional de danza sobre silla de ruedas, y un año después, en Japón, se llevó a cabo la primera copa mundial.

Debido a la destreza que demostraron los bailarines, y para fomentar una mayor integración social, se modificaron las reglas originales paralímpicas y se permitió que los bailarines participaran con parejas ''de pie'' -bailarines no discapacitados-. Se premian las siguientes submodalidades: duo dance (pareja formada por dos bailarines sobre silla de ruedas), combi dance (un bailarín sobre silla de ruedas y uno de pie), group dance (grupo de bailarines sobre silla de ruedas y de pie) y single dance (un bailarín sobre silla de ruedas).

Actualmente existen en el mundo más de 5 mil bailarines sobre silla de ruedas pertenecientes a más de 40 países. México es la única nación de América que participa en competiciones mundiales.

El 19 y 20 de abril nuestra selección nacional de bailarines sobre silla de ruedas acudió a la copa del mundo celebrada en Boxmeer, Holanda. Regresó exitosa con 12 medallas y un quinto lugar mundial, pero pocos se enteraron. De los diez participantes mexicanos que acudieron, todos volvieron con medalla, pero tan honroso mérito únicamente fue celebrado en el extranjero porque en nuestro país no recibieron ningún reconocimiento, y su esfuerzo pasó inadvertido en los medios de comunicación.

En estos días, el grupo de danza en silla de ruedas denominado Vida y Movimiento se presenta en diversos espacios de la ciudad. Esta compañía, fundada hace tres años, pertenece al estado de México y es parte importante de la selección nacional.

Compuesta por diez bailarines (cinco sobre silla de ruedas y cinco de pie), abarca distintos estilos de danza, predominando los ritmos latinos. Dirigidos por el bailarín sobre silla de ruedas Antonio Medina y con la bailarina de pie Sonia Mendoza como coreógrafa, tienen cuadros de danza que van desde la música ranchera a la samba, del rocanrol al danzón, pasando por el pasodoble, el swing, la balada, el son, la música tecno, el pop latino o el cha-cha-chá.

Bailarines discapacitados utilizan la silla para desplazar a su pareja, bailarines de pie aprovechan el deslizamiento de las ruedas para enaltecer y realzar el movimiento. Ambos se complementan con la misma armonía que existe en cualquier pareja de baile. No hay obstáculo que frene el impulso de la danza, ni límites que rebasen la voluntad de estos bailarines. Medina comenta: "ser bailarín sobre silla de ruedas no es un obstáculo para poder bailar. Yo soy discapacitado debido a secuelas de la poliomielitis que sufrí cuando tenía un año, pero a los 15 empecé a bailar. El arte de la danza uno lo trae dentro y, si te gusta, lo vas a desarrollar, con o sin silla de ruedas".

Sonia Mendoza explica la dificultad que encontró cuando empezó a entrenar a este grupo: "al principio lo más difícil fue la integración de los de a pie con bailarines sobre sillas de ruedas. Fue complicado lograr el acoplamiento, pues una pareja de baile combinada tiene que verse fluida y natural, como si fuera una pareja convencional. Para ello, ambos intérpretes tienen que amar el baile por encima de todo, de tal forma que no importe con qué persona bailan, sino compenetrarse y dejarse llevar". Para esta coreógrafa, dirigir la parte artística de la compañía ha sido lo más importante que le ha pasado en su carrera: "esta experiencia ha sido lo máximo, porque además de que me enriquezco como bailarina, aprendo mucho de ellos. Para mí es un sueño hecho realidad. Estar con ellos en un escenario es como estar en Nueva York con los mejores bailarines del mundo. Por otro lado, los bailarines de pie también bailamos en silla de ruedas. De esta forma nos damos cuenta del enorme esfuerzo que representa bailar para las personas discapacitadas".

A pesar del valioso trabajo de estos bailarines, ni la sociedad ni la Confederación Nacional del Deporte reconocen su labor. Medina explica: "acabamos de llegar victoriosos de Holanda y, hasta la fecha, no hemos recibido ningún reconocimiento de las autoridades de la comisión. Antes recibíamos una beca de 850 pesos al mes, pero a partir de 2001 nos la han retirado. El año pasado no pudimos acudir a la copa mundial por no tener recursos. En estos momentos estamos haciendo presentaciones y eventos para reunir fondos y poder participar en las competiciones mundiales, pagar el viaje, comprar vestuario y seguir llevando el nombre de México alto, aunque cada día nos cuesta más".

El ballet de danza sobre silla de ruedas Vida y movimiento se presentará los días 23 y 25 de mayo en la Expo Santa Fe México sin barreras, a las 17 horas, en el World Trade Center. Para cualquier información sobre esta compañía puede dirigirse al teléfono 5817-4159.