México D.F. Sábado 17 de mayo de 2003
"Se acabaron los cien años de soledad para la Patagonia", dijo en Río Gallegos
Multitudinario recibimiento a Kirchner en Santa Cruz, provincia que aún gobierna
El día de la asunción habrá importantes anuncios económicos: ministro Roberto Lavagna
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 16 de mayo. "Se acabaron los cien años de soledad para la Patagonia", dijo anoche el virtual presidente electo de Argentina, Néstor Kirchner, al llegar a Río Gallegos, capital de la provincia de Santa Cruz, que gobernó hasta ahora, en donde miles de habitantes del olvidado sur lo esperaban con una temperatura de 10 grados bajo cero. Los pobladores de todas las provincias patagónicas han reclamado durante muchos años mayor atención del poder político central.
En realidad eso sucede con todo el interior del país, ya que el federalismo del que se habla aparece como una formalidad ante el centralismo de Buenos Aires.
Hay otro tema en el aire; empresas y go-biernos extranjeros sondearon recientemente la posibilidad de "cambiar tierras por deuda" en Patagonia, donde hay enormes tramos desolados, lo que ha movilizado a sus habitantes en la defensa de la soberanía.
Kirchner continúa preparando su gabinete y equipos, ajeno a todo esto, lo que va mostrando su "tranquilidad suiza", como señalan quienes aluden a sus orígenes paternos.
Por su parte, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, confirmó que habrá anuncios económicos importantes el día de la asunción del mando, el 25 de mayo próximo.
Temas urticantes esperan al nuevo presidente, que llegará al gobierno después que el país fuera sacudido por la mayor crisis política, económica y social de su historia, como consecuencia de los 10 años de "neoliberalismo salvaje" que impuso Carlos Menem, quien abandonó la competencia electoral porque no podía soportar ser derrotado, y en un intento por deslegitimar al nuevo gobierno.
Sin embargo, Kirchner recibe un país con serios problemas, pero en mejores condiciones que las que tuvo el actual presidente, Eduardo Duhalde, cuando asumió interinamente el poder, designado por la Asamblea, en medio de un caos, que hizo predecir a muchos que no soportaría más de unos días.
Hay señales de lenta recuperación y, en todo caso, se están abriendo nuevas y pequeñas industrias, como esfuerzo propio.
Los apoyos continúan para Kirchner, inclusive de militantes de otros partidos que desobedeciendo a sus dirigencias, en algunos ca-sos, opinan que hay que apuntalar al nuevo mandatario y "también participar y exigir".
Asimismo, la Asociación Empresaria Ar-gentina, que reúne a las 70 empresas más importantes del país y que ayer reconoció la legitimidad del nuevo presidente, se muestra dispuesta a colaborar "en la formación de los consensos necesarios para poner al país en la senda del crecimiento".
Los analistas reconocen también la importancia de los mensajes de las tres entidades que agrupan a los bancos públicos y privados del país, que no sólo enviaron su apoyo, sino que se mostraron favorables a que se fortalezcan las instituciones democráticas y el crecimiento de la economía.
Para muchos, es una gran oportunidad pa-ra que a partir de ahora haya un crecimiento sostenido "y una consolidación de la estabilización económica lograda". Hay mucha esperanza en las instituciones que agrupan a entidades de capitales nacionales que comprometieron todo su apoyo a Kirchner.
Recuperación económica en Argentina
Esto sucede cuando los medios locales anuncian que la actividad económica de marzo avanzó en 6.3 por ciento con respecto a mayo del 2002, el momento de mayor crisis por todo lo acumulado. Los vaivenes del mercado no han podido sacar al gobierno de su lugar en cuanto al movimiento del dólar.
La idea de Lavagna es que la cotización se mantenga entre 2.80 y tres pesos por dólar, tratando de evitar los juegos de quienes especulan o tratan de "ensuciar" el camino gu-bernamental, o haciendo bajar demasiado la moneda o intentando alzas peligrosas.
El miércoles anterior, día de la renuncia formal de Menem, hubo un alza que preocupó, pero el gobierno ha manejado con dificultad pero con firmeza la situación para sostener la competitividad de las exportaciones e impedir que caiga la recaudación.
Algunos grupos del viejo poder mediático intentaron crear problemas artificiales por el discurso de Kirchner, aunque éste se mantuvo firme, porque sus dichos, además, concuerdan con la posición de muchos analistas en el sentido de que grupos económicos es-peculativos han sido responsables de la crisis que vive el país y de los diversos "chantajes" a los gobiernos.
Kirchner es percibido como un hombre disciplinado, como dicen, con "tranquilidad suiza" que le podría hacer bien al país.
Su familia llegó a Argentina procedente del cantón suizo-alemán de Interlaken. El padre del presidente electo, Néstor Carlos Kirchner, hijo de inmigrantes, fue mecánico dental y luego telegrafista.
Desde ese puesto y por medio del alfabeto morse trabó amistad y luego amor a distancia con una colega que vivía en Punta Arenas, Chile, María Juana Ostoic, hija de inmigrantes croatas, a quien fue a buscar en lo que era un largo viaje entonces, y se casaron.
La hermana del presidente electo, Alicia Kirchner, es una de las escasas profesionales especializada -aquí y en el exterior- en Políticas de Desarrollo Social, cartera que ocupa en la provincia y posiblemente lo hará ahora a nivel nacional.
Su otra hermana, María Cristina, es farmacéutica. En su historia política se recuerda que en la década de los años 60 Néstor Kirchner, peronista como su padre, organizó una protesta por el despido de una maestra durante una visita del ex dictador Juan Carlos Onganía.
En los años 70 militó en unidades básicas peronistas de La Plata y en la Juventud Universitaria Peronista, donde conoció a su es-posa, Cristina Fernández, quien se ha destacado con luz propia en el Congreso, como diputada y senadora. Ambos son abogados.
También sufrió corta prisión, y estuvo días encapuchado y maltratado en el sur. Tiene una historia de meticulosa construcción en lo político, en la que destaca una férrea disciplina de trabajo y de coherencia con sus po-siciones, según dijeron a La Jornada viejos militantes históricos del peronismo y antimenemistas. Su provincia no tiene deudas.
Desde 1991, especialmente en 1992, se enfrentó a Menem, y su esposa fue separada del bloque justicialista en 1997 por sus continuas demandas contra la corrupción menemista y otro temas.
Curiosamente, el diputado Luis Zamora, de Autodeterminación y Libertad de la Izquierda, autor del fallido "que se vayan todos" (los políticos), salió de punta contra Kirchner; para ello eligió un discurso que es casi idéntico al de Menem y al de Ricardo López Mur-phy, representante de la derecha, y contradiciendo su propuesta piensa postularse a jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires.
Por su parte, Kirchner recibió una carta del presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, donde cálidamente le ratifica su apoyo y recuerda la "alianza estratégica" que existe entre ambos países, confirmando que vendrá a la asunción el próximo 25 de mayo.
Desde otra posición, también el jefe de gobierno de España, José María Aznar, y el nuevo presidente paraguayo, Nicanor Duarte Frutos, se comunicaron telefónicamente con Kirchner para expresar su apoyo.
En estas horas todos están atentos a la conformación del nuevo gabinete, y para mu-chos analistas la continuidad de Lavagna es un signo tranquilizador, porque está realizando una cuidadosa ingeniería para solucionar la más difícil situación que le haya tocado a un ministro de Economía en el país.
La Asociación de Fabricantes de Automóviles manifestó su confianza en el éxito del nuevo gobierno, y dijo hoy que Lavagna será la "principal fuerza" que tendrá el presidente electo. En el mismo sentido se expresaron los directivos de la Coordinadora de Actividades Mercantiles y Empresarias.
Kirchner anunció "sorpresas" en el gabinete, y dijo que su gobierno va a representar "la voluntad de la gente y el proyecto político que queremos llevar adelante". También anticipó que definirá "rápidamente" el tema de las tarifas de los servicios públicos.
"Hay que hacer una ecuación ecuánime entre la rentabilidad en dólares que obtuvieron las empresas privatizadas, el grado de cumplimiento de los contratos y las pérdidas que sufrieron por la devaluación", señaló.
Por cierto, está demostrando que no se deja correr por fantasmas. La conductora televisiva Mirta Legrand le preguntó a Kirchner si "se viene el zurdaje... o sea los zurdos (la izquierda)", a lo que el entrevistado respondió: "No escucho eso desde los años 70 y hablar en esos términos le costó 30 mil desaparecidos al país. Se viene más democracia".
Lo dijo con decisión, como cuando se refirió a los que intentan imponer la idea de la debilidad: "Hay intereses económicos que están trabajando en este sentido porque están acostumbrados a que las corporaciones tengan un gerente. Acá van a tener un presidente".
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