México D.F. Jueves 15 de mayo de 2003
Permanece en Irlanda del Norte y dice que podría presentar cargos por difamación
Niega Freddie Scappaticci haber sido un agente británico infiltrado en el ERI
Admite su militancia republicana, pero sostiene que desde hace 13 años no tiene actividad
DAVID MCKITTRICK THE INDEPENDENT
Freddie Scappaticci, muy robusto, con camisa de manga corta, salió este miércoles de entre las sombras para negar ser el tristemente célebre Stakeknife, el agente secreto del ejército británico que estuvo en el corazón del Ejército Republicano Irlandés (ERI).
Apareció en las oficinas de su abogado, como para contradecir a quienes creían que había sido trasladado en secreto a Gran Bretaña por las autoridades con el propósito de salvar su vida de una venganza del ERI.
Su aparición de hoy es el giro más reciente en la turbulenta historia de Stakeknife, uno de los más valiosos informantes del ejército inglés, que cobró ímpetu el fin de semana pasado cuando varios periódicos aseguraron que Scappaticci era el famoso agente.
En una entrevista filmada que tuvo con dos periodistas de Belfast -Brian Rowan de la BBC y la reportera independiente Anne Cadwallader-, Scappaticci declaró: "No soy culpable de ninguna de estas acusaciones. No he salido de Irlanda del Norte desde que los reporteros me acusaron el sábado pasado. Nadie ha tenido la decencia de preguntarme si las imputaciones en mi contra son ciertas".
Scappaticci mostró sorprendente compostura en la entrevista, con firmenza en las manos y la mirada. Aseguró que había formado parte del ERI, pero que no ha tenido ningún involucramiento en los pasados 13 años.
Su abogado, Michael Flanigan, señaló que tiene órdenes de examinar todo el material publicado recientemente sobre su cliente con intención de presentar cargos por difamación, y resaltó que Scappaticci no tiene antecedentes penales. "La cobertura mediática de este caso ha sido inescrupulosa y sumamente dañina para mi cliente", agregó.
Su representado salió de su casa el pasado domingo, aseguró el abogado, no por una acción de las fuerzas de seguridad o del Parlamento del Ulster, sino "únicamente por la forma en que los medios presentaron su caso".
El movimiento republicano afirmó este miércoles que no tiene objeción a que Scappaticci permanezca en Belfast, si bien aseguró que sus miembros más prominentes no se le acercarán.
En conferencia de prensa, Gerry Kelly, del partido republicano Sinn Fein, afirmó: "No tengo ningún motivo para hablar con Scappaticci ni creo que otros republicanos lo tengan". Se concentró en atacar a "los burócratas sin rostro y sin nombre de la inteligencia británica, que hicieron un montón de acusaciones muy serias pero sin sustento contra Scappaticci".
El comisionado de la Policía Metropolitana, John Stevens, ha dicho que desea entrevistar a Scappaticci como parte de su investigación. Flanigan afirmó que su cliente no ha sido contactado por el equipo investigador del comisionado.
Si bien ya se aclaró la incógnita del paradero de Scappaticci, aún hay muchos misterios en torno a Stakeknife. Aun las más truculentas teorías que circulan en Irlanda del Norte consideran improbable que Scappaticci haya sido enviado a Inglaterra el domingo para regresarlo a Belfast el miércoles, sin que al menos su familia tuviera conocimiento de ello.
También es muy difícil saber si el ERI y el Sinn Fen pudieron confiar del todo en la lealtad republicana del hombre, dado su supuesto papel en el movimiento. Se ha dicho que Stakeknife era uno de los principales interrogadores de los presuntos informantes en las filas del movimiento armado. Difícilmente los republicanos habrían concedido a Scappaticci o a cualquier otro allegado el beneficio de la duda, después de todas las acusaciones que han surgido, sin hacer una investigación a fondo.
Stakeknife tendría que ser un individuo a la vez muy astuto y con habilidades únicas en técnicas de interrogatorio. Es un hecho que independientemente de su papel, Scappatici será vigilado muy de cerca en el futuro no sólo por los republicanos, sino por sus vecinos en la muy cohesionada comunidad del oeste de Belfast. Asimismo, cualquier intento de Stevens por interrogar a Scappaticci avivaría sin duda las sospechas contra éste.
Los 13 años que según Scappaticci han pasado desde su actividad republicana coinciden con el incidente de enero de 1990, en el que un informante fue rescatado de una casa en el oeste de Belfast. Dicho informante aseguró que Scappaticci lo interrogó. Posteriormente, y como no se hicieron cargos en su contra, el sujeto huyó de Irlanda. Se dice que volvió a Belfast unos años más tarde.
Como un reflejo de la confusión que rodea este asunto, el primer ministro irlandés, Bertie Ahern, dijo este miércoles que no tiene información sobre Stakeknife. El canciller irlandés, Brian Cowen, debe tocar el tema la próxima semana con el secretario británico para Irlanda del Norte, Paul Murphy.
Mientras, Londres ha evadido al legislador laborista Kevin McNamara, quien exige información sobre el tema al sostener que, de ser cierto lo que se dice sobre Stakeknife, el agente "sería culpable de conspirar para asesinar a voluntarios del ERI, policías, soldados y civiles". Agregó que "estas acusaciones van directo al corazón de las actividades ilegales del gobierno británico con el fin de perseguir sus objetivos en Irlanda del Norte. Dado que se ha afirmado públicamente que Freddie Scappaticci es el agente Stakeknife, exijo a Londres poner fin a la incertidumbre y reafirmar que no existen impedimentos para que Stevens interrogue a Scappaticci".
La ministra de Seguridad del Ulster, Jane Kennedy, rehusó hacer comentarios sobre la identidad y el paradero del agente.
El líder unionista del Ulster, David Trimble, advirtió que pese al clamor popular, las operaciones de inteligencia deben permanecer secretas, pues el gobierno debe proteger al pueblo y no debe revelar información que perjudique la seguridad pública. © The Independent Traducción: Gabriela Fonseca
|