El gobernante pro ruso Ahmad, Kadyrov, sale ileso gracias a su equipo de seguridad

Otro atentado suicida deja al menos 25 muertos y 150 heridos en Chechenia

Distintos voceros dan datos contradictorios sobre el ataque; no hubo declaración oficial

JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL

Moscu, 14 de mayo. Un nuevo atentado suicida, que causó al menos 25 muertos y más de 150 heridos y estuvo a punto de costarle la vida al propio gobernante interino pro ruso, Ahmad Kadyrov, puso en evidencia este miércoles la fragilidad de la dudosa solución política que quiere imponer el Kremlin en la separatista república de Chechenia.

El ataque, el segundo de tipo kamikaze en lo que va de esta semana -pues emboscadas, tiroteos y bombazos contra el ejército federal y funcionarios del gobierno provisional son parte de la realidad cotidiana en Chechenia-, ocurrió en el poblado de Islajan-Yurt, 40 kilómetros al este de la capital, Grozny.

En un campo aledaño al poblado, que está en la región de Gudermes, el feudo de Kadyrov en el complejo entramado de los teip, los clanes chechenos, se habían reunido hoy cerca de 15 mil personas, casi todos seguidores de la corriente religiosa fundada a mediados del siglo XIX por el jeque Kunt-Jadzhy Kishiev.

Esta fecha, como cada año, acuden a Islajan-Yurt musulmanes de Chechenia, así como de Daguestán e Ingushetia, repúblicas caucásicas vecinas, para conmemorar en ese lugar, considerado sagrado, el aniversario en turno del natalicio del profeta Mahoma.

Durante uno de los momentos de oración, según el testimonio de Ahmed Abastov, jefe de la administración de Gudermes, una mujer empezó a correr hacia el sitio donde se encontraba Kadyrov y, a unos 10 metros de distancia de éste y su séquito, detonó la carga explosiva que llevaba adosada al cuerpo.

La suicida, identificada como Shajida Baimuradova, habitante local de 46 años de edad, hizo explotar el llamado cinturón de la muerte al ser interceptada por tres guardaespaldas del jefe del gobierno provisional, quien logró salir ileso gracias a que al menos otros dos miembros del equipo de seguridad de Kadyrov no dudaron en sacrificarse al cubrirlo con su cuerpo.

Algunas versiones mencionan que en el atentado participó una segunda mujer, Zulay Abdurazakova, de 52 años, que también murió, aunque no es claro si cayó abatida a tiros por elementos de seguridad antes de conseguir detonar la carga que portaba.

Minimizan pérdidas las autoridades

Cuando aún sigue abierta la cuenta sangrienta del anterior ataque suicida en Znamenskoye -hoy se reconocieron en los hospitales varios decesos que elevan el número de víctimas mortales a 59, mientras otros heridos ingresados continúan en estado muy delicado-, las autoridades locales se esfuerzan por minimizar las pérdidas humanas que provocó este nuevo atentado.

A falta de una sola evaluación oficial, distintos portavoces saltaron al ruedo de las declaraciones con datos contradictorios y la tendencia común a minimizar el impacto que tuvo la explosión que, según la versión del procurador de Chechenia, Vladimir Kravchenko, fue producto de una carga que equivalió a no menos de 400 gramos de TNT, en una concentración multitudinaria como la de Islajan-Yurt.

Pero parecen más creíbles las cifras proporcionadas inicialmente por la policía chechena pro rusa y el Ministerio de Situaciones de Emergencia republicano, que coincidieron en situar el número de víctimas mortales en un rango de entre 25 y 30 personas, que después los voceros del gobierno provisional y del ejército federal bajaron a 14 y ocho, respectivamente.

El dato de heridos, en torno de los 150, es imposible de manipular por el simple hecho de que los hospitales de Gudermes, cabecera administrativa de la región y segunda ciudad de Chechenia, no se dan abasto para atender a los lesionados con distintos grados de quemaduras en el cuerpo, muchos de los cuales tuvieron que ser ingresados en centros médicos de Grozny, la capital.

El ataque suicida de hoy se produjo un día después de que el presidente Vladimir Putin estableció un signo de igualdad entre los atentados en Znamenskoye y Arabia Saudita.

El Kremlin, de este modo, insiste en atribuir cuanto golpe recibe en Chechenia a una pretendida estrategia de "centros foráneos que financian el terrorismo internacional", lo que en su tiempo -sobre todo después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos-, se interpretó aquí como una coartada ideal para aplacar las críticas internacionales hacia los excesos que comete el ejército federal contra la población civil chechena.

Para el gobierno ruso, se excluye que los atentados en Chechenia puedan tener otras implicaciones, tesis que no comparten muchos analistas. Por poner un ejemplo reciente, Iván Rybkin, ex secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, quien en virtud de aquel cargo conoció muy de cerca los entretelones del conflicto checheno, comentó así la comparación hecha por Putin: "Las similitudes que pudiera haber en forma (entre los atentados de Znamenskoye y Arabia Saudita), no deben impedir ver las diferencias de fondo: Chechenia es, sobre todo, un problema que debe su origen al separatismo".

Pero la línea que marca el Kremlin apunta hacia el "terrorismo internacional" como única explicación posible, y los voceros de las dependencias gubernamentales no tienen más remedio que ajustarse a ella.

Así, pronto darán por sentado que la mujer suicida -o las mujeres, si es que fueron dos- del atentado de hoy en Islajan-Yurt era una "agente infiltrada" de Al Qaeda o algún otro grupo terrorista internacional. Sugerir que pudiera tratarse de una simple mujer cuya vida acabó antes, cuando perdió a su marido y sus hijos en la carnicería bélica de los últimos años, se toma en el Kremlin casi como una provocación.

El subprocurador especial de Rusia a cargo de Chechenia, Serguei Fridinsky, llegó a decir hoy: "datos confiables en nuestro poder permiten asegurar que hace una semana entró ilegalmente (a Chechenia) una fuerte suma, del orden de un millón de dólares, para financiar atentados terroristas como éstos".

Pistas sobre "mercenarios árabes"

El coronel Ilia Shabalkin, vocero del ejército federal en Chechenia, prefirió revelar que en el atentado de Znamenskoye se obtuvieron pistas que conducen a "mercenarios árabes".

Estos y los demás voceros oficiales, cada uno como puede, sólo están tratando de concretar el vínculo que estableció Putin entre Chechenia y el terrorismo internacional.

El tema de los atentados, como era de suponer, ocupó parte significativa de la reunión que sostuvo hoy aquí el mandatario ruso con el secretario de Estado estadunidense, Colin Powell.

Con una agenda bilateral llena de interrogantes desde que la invasión militar de Irak sacó a relucir serias discrepancias, los atentados en Chechenia y Arabia Saudita sirvieron para destacar al menos una gran coincidencia: Rusia y Estados Unidos reiteraron su compromiso de luchar contra el terrorismo internacional, aunque cada uno tenga su propia interpretación de a quién, cómo y cuándo combatir.