Declina el ex presidente participar en la segunda vuelta; había campaña de difamación, acusa

"Actitud cobarde", la "huida" de Menem: Néstor Kirchner

"Después de robar el derecho a trabajar y a comer vino por el de votar", dijo sobre el renunciante

Promete el virtual gobernante electo que va a trabajar "muy fuerte para construir un nuevo tiempo"

STELLA CALLONI CORRESPONSAL

Buenos Aires, 14 de mayo. Como "un gol-pe" a la democracia y "una actitud cobarde", calificó el virtual presidente electo de Argentina, Néstor Kirchner, la jornada vivida desde ayer en el país, con la renuncia que finalmente esta tarde firmó el ex mandatario Carlos Menem, quien declinó participar en la segunda vuelta electoral del próximo 18 de mayo ante la evidencia de que le esperaba una derrota aplastante.

Menem fracasó en su intento de reproducir la fecha del 17 de octubre de 1945 sacando masas a la calle para que le pidieran permanecer en la carrera presidencial, porque evidentemente no es Juan Domingo Perón.

Su último gesto, el de "la huida", como lo calificó Kirchner, trató de ser justificado con una serie de acusaciones sobre presuntas trampas que impedirían su triunfo, sin reconocer en ningún momento la situación real de derrota en la que se encontraba.

"No están dadas las condiciones para la segunda vuelta electoral. Gané la primera y me voy. Triunfamos en contra de todo el mundo (en la primera ronda)", sostuvo el ex presidente en una declaración emitida desde su provincia natal de La Rioja.

Por supuesto, no hubo mención sobre las encuestas de opinión que mostraban una ventaja de hasta 45 puntos porcentuales para Kirchner, gobernador de la sureña provincia de Santa Cruz, y sí en cambio habló de una presunta "campaña de difamación" en su contra.

El hombre cuyos 10 años de go-bierno (1989-99) estuvieron marcados por escándalos de corrupción en todos los ámbitos, incluyendo las llamadas "privatizaciones salvajes", estaba visiblemente enojado, y no se privó de advertir sobre "el peligro de ingobernabilidad" en el país sudamericano.

Voraz y egoísta pasado

Ya en la noche, Kirchner se proclamó futuro gobernante. "Hablo como presidente de todos los argentinos. Voy a hacer todo lo posible por ser la renovación que necesita el país", dijo a la televisión en su primera aparición pública tras la renuncia de Carlos Saúl Menem.

Prometió que va a "trabajar muy fuerte para construir un nuevo tiempo para todos" los argentinos, y luchar "contra la exclusión y la pobreza".

Interrogado sobre lo que sentía al ser considerado electo por abandono de su rival, el aún gobernador de Santa Fe expuso: "Me emociona. Estoy tremendamente emocionado, vengo de una provincia lejana".

Poco antes, en un impactante discurso, Kirchner -también abogado como Menem y militante del Partido Justicialista (peronista), pero del ala progresista- sostuvo que en una Argentina devastada, presionada y distorsionada por las voracidades financieras, los egoísmos personales, las prácticas es-peculativas, "no he llegado hasta aquí para pactar con el pasado, para que todo termine en un mejor acuerdo de cúpulas, no voy a ser presa de las corporaciones".

Añadió: "Tenga el pueblo la certeza de que quien les habla está decidido a dar vuelta a la página de la historia y comenzar a construir con ustedes un país diferente".

Kirchner, de 53 años, también hizo referencia a su pasado político, que inició con una temprana militancia en la década de los 70 en la combativa Juventud Peronista.

"Pertenezco a una generación que no se doblegó ante la persecución política ni ante la desaparición de amigos y amigas durante el mayor sistema represivo que le haya tocado vivir a nuestro país", dijo, en alusión a la dictadura mi-litar (1976-1983).

Habló el Ejecutivo estatal de las medidas llevadas adelante por "una dirigencia claudicante que entregó la dignidad de los argentinos sin distinción, que nos ha so-metido a la mayor de las injusticias. No nos van a hacer confundir ni desviar el rumbo de aquello que creímos que se puede cambiar".

Remarcó que no llega a la presidencia por el marketing, sino "por convicciones políticas, ideológicas y doctrinarias" de lograr un país distinto, y prometió que no va a dejar "esas convicciones en aras del pragmatismo en las puertas de la Casa Rosada", sede de la Presidencia de la República.

"Quiero que sepan todos que un nuevo tiempo está a punto de co-menzar", afirmó el gobernador.

Kirchner decidió salir a hablar en la tarde cuando aún Menem seguía jugando con la incertidumbre que desató ayer con la difusión de su carta de renuncia en el sitio Internet de un diario que le es allegado, y con la suspensión de su campaña electoral.

Hasta ese momento, el gobernador sureño había mantenido silencio, actitud que todos le reconocieron como "responsable".

El futuro presidente, que asumirá el 25 de mayo, lanzó además una convocatoria a todos los sectores, y así asistieron gobernadores, intendentes, legisladores de diversos partidos a su encuentro.

Al llegar al hotel Panamericano, en el centro porteño, avanzó entre una enorme concurrencia que lo recibió con un cerrado aplauso.

Lo acompañaban su esposa, la senadora Cristina de Kirchner, el virtual vicepresidente; Daniel Scioli, así como Felipe Solá, go-bernador de la provincia de Buenos Aires, el principal distrito electoral del país.

Kirchner denunció que con su actitud Menem había mantenido a la nación "en vilo, sus instituciones democráticas jaqueadas. No es la primera vez que esto ocurre en nuestro país, mi generación y la historia recuerdan otros golpes a la democracia, pero el inédito e insólito por su gravedad y profundidad en esta oportunidad proviene de un ex presidente que al no poder resultar electo por tercera vez tira del mantel sin importarle nada y dispara sobre las instituciones de la república con la misma violencia de su discurso y la im-punidad" de su gestión.

Después de "robar a los argentinos el derecho a trabajar, a comer, a estudiar, el derecho a la esperanza, Menem vino por el último de los derechos ciudadanos, el de vo-tar", dijo, y destacó que las en-cuestas le auguraban al ex presidente "una derrota sin precedentes en la historia de la república".

El último rostro que Menem mostró a los argentinos "fue el de la cobardía", y "su último gesto, el de la huida", agregó.

Dirigencias mesiánicas

Kirchner aseguró que "una vez más culmina en Argentina un ci-clo histórico de dirigencias mesiánicas, dirigentes que se creyeron con el derecho divino de no tener que dar explicaciones a la sociedad por lo que han hecho".

Sin embargo, advirtió que sería "una ingenuidad política y un re-duccionismo inaceptable" no señalar que el eventual retiro de la fórmula es "absolutamente funcional para los grupos y sectores del po-der económico que se beneficiaron con privilegios inadmisibles, al amparo de la especulación financiera y a la subordinación política, intereses que cooptaron el Estado, corrompieron a los dirigentes y arruinaron a los ciudadanos".

El intento de deslegitimizar al gobierno que se inicia en medio de uno de los peores momentos económicos y sociales del país, apunta a mostrarlo débil -dijo Kirchner- para "tratar de imponerle la continuidad de las políticas" llevadas adelante por el modelo que imperó en Argentina.

"No otro es el escenario que eventualmente pretende construir con su eventual deserción el ex presidente", acusó, pero insistió en que iba a asumir "todas las responsabilidades que la Constitución y el pueblo disponen".

Una ovación coronó el final de su discurso, que culminó con un "Vamos a sorprender. Gracias. Viva la patria, viva Argentina".

Por lo pronto, la Junta Nacional Electoral suspendió la segunda vuelta de este domingo al aceptar la renuncia de Menem. Ahora debe comunicar la dimisión a la Cámara Nacional Electoral, al Congreso y a las juntas electorales provinciales.

En el texto de dimisión, Menem, una vez más, insiste en que las pugnas instaladas en la sociedad por la "perversa divisoria entre menemistas y antimenemistas, impugna de ilegalidad cualquier resultado electoral", porque el ballotage sería una "encuesta de opinión sobre un candidato singular".

Antes de la aparición de Kirchner y la confirmación de la renuncia, el ex candidato presidencial Ricardo López Murphy, tercero en la primera vuelta, decidió también salir al cruce de algunas versiones que lo mostraban dispuesto a forzar otra segunda vuelta con su intervención para provocar problemas al próximo gobierno.

En este sentido, el ex ministro adelantó que en caso de una deserción del riojano debía consagrarse "automáticamente" presidente a Kirchner.

En este aspecto, aseguró que su derechista Movimiento Federal Recrear no va a "dejarse envolver en el arreglo", para forzar la elección, y dijo que él y quienes lo apoyan están conscientes de que ante las circunstancias que vive el país la salida política sólo puede estar vinculada con el respeto total y absoluto "de las normas constitucionales, la ley y la justicia".

Leyó un comunicado donde también estableció el compromiso de su agrupación po-lítica de conformar una oposición responsable y constructiva.

Acusó tanto a Menem como al presidente interino Eduardo Duhalde, designado por la Asamblea Legislativa en enero de 2002, de estar "negociando otra vez".

"El daño ya está hecho. Nos sentimos heridos y avergonzados por la conducta, actitudes y la forma en que se desempeñan los que protagonizan el proceso político", afirmó por último.

Por su parte, el presidente Eduardo Du-halde descartó que el futuro gobierno sea débil, como han intentado mostrarlo "interesadamente" algunos sectores políticos y sociales, y más tarde, cuando se confirmó la renuncia de Menem, lo acusó de no respetar las instituciones.

En la mañana había manifestado su convencimiento de que el 25 de mayo, "cuando asuma el doctor Kirchner la presidencia, será uno de los mandatarios que asume con mayor apoyo" popular.

"Cuando se habla de la popularidad que tiene la gente, se hace por encuestas de opinión, y hoy esos sondeos no sólo arrojan una clara ventaja de Kirchner para la segunda vuelta electoral, sino altos porcentajes de imagen positiva", calificándolo como "se-rio, responsable, acostumbrado a gobernar" y como abanderado de la renovación, concluyó el mandatario.