México D.F. Jueves 15 de mayo de 2003
Hay seis hospitalizados graves; sólo
tres cuerpos han sido identificados; los choferes huyeron
Mueren 18 migrantes asfixiados en un tráiler
abandonado en Texas
La tragedia ocurrió en la población de
Victoria Autoridades consulares atienden a 45 personas
San Antonio, Texas, 14 de mayo. Una nueva tragedia
migratoria ocurrió la madrugada de este miércoles, cuando
18 personas murieron asfixiadas en el contenedor de un tráiler abandonado
por los coyotes en la carretera 77, al sur de Victoria, Texas. Hasta
el cierre de esta edición había seis migrantes hospitalizados
en estado grave, 45 más se encuentran bajo la atención de
autoridades consulares mexicanas en un centro comunitario del condado y
un número indeterminado huyó del lugar.
Hasta anoche sólo habían sido identificados
los cadáveres de Héctor Ramírez, de 34 años
de edad, y de Roberto y Serafín Rivera Gómez, de 24 y 34
años, respectivamente, los tres originarios de Guanajuato. En los
centros hospitalarios permanecen tres ciudadanos de Honduras, una mujer
procedente de El Salvador y dos más cuya identidad se desconoce,
que se encuentran en terapia intensiva.
La mayoría de los indocumentados procedían
de los estados de San Luis Potosí, Guanajuato, Zacatecas, México,
Nayarit, Guerrero, Querétaro, Tabasco, Campeche, Veracruz y Puebla.
También viajaban en el vehículo de carga personas procedentes
de Guatemala.
Se confirmó asimismo que entre los fallecidos hay
un menor de entre 5 y 7 años de edad, y un hombre de 91 años.
El infierno en que se convirtió la travesía
de estos migrantes por territorio estadunidense se inició la noche
del pasado martes en la fronteriza población de Harlingen, Texas,
donde todos habían llegado desde México en diversos días
y por distintos medios. Todos estuvieron alojados en casas de seguridad
proporcionadas por los mismos traficantes, conocidos como coyotes,
hasta que se decidiera el momento de su traslado a la ciudad de Houston,
donde cada cual decidiría qué trayecto seguir.
De acuerdo con el relato de los sobrevivientes, el mismo
martes y a una orden fueron introducidos al contenedor del tráiler.
No
tuvieron oportunidad de identificar a los conductores.
En cuanto el vehículo automotor se puso en marcha
comenzaron a sentir los efectos del calor y la falta de oxígeno,
por lo que trataron de pedir auxilio con golpes en la lámina del
contenedor y mediante gritos desesperados. Al borde de la sofocación
alcanzaron a horadar la caja rompiendo los focos traseros del tráiler
y lanzaron prendas de ropa a la carretera para llamar la atención
y que alguien acudiera a auxiliarlos.
El ruido procedente de la parte trasera del vehículo
resultó tan fuerte que ante la posibilidad de encontrarse con uno
de los puestos de control de la policía migratoria y ser descubiertos,
los choferes estacionaron el vehículo en una gasolinera en las inmediaciones
de Victoria, desprendieron la caja, dejaron a los migrantes abandonados
a su suerte y huyeron.
Encerrados, los migrantes no supieron cuánto tiempo
pasaron todavía en esa condición hasta que dos alguaciles,
avisados por vecinos del lugar, lograron con gran dificultad abrir los
pesados candados que sellaban el contenedor.
El cónsul en Houston, Eduardo Ibarrola Nicolín,
narró que ''el hallazgo fue inenarrable; para entonces ya habían
muerto 17 migrantes indocumentados''. Uno más murió en el
traslado al hospital.
Los propios sobrevivientes no saben con precisión
cuántas personas viajaban en el tráiler.
Por ello, tampoco pueden indicar si algunos tuvieron fuerza
suficiente para huir por su propio pie y perderse entre el monte y la carretera,
pero anoche dormían en el centro comunitario de Victoria 25 mexicanos,
9 hondureños, 4 salvadoreños y un guatemalteco, y habían
sido dados de alta 6 de los 12 que fueron llevados a hospitales de la zona.
La versión que dan los indocumentados coincide
con el reporte que rindió Mike Ratcleeff, alguacil del condado de
Victoria, quien reporta el hallazgo del contenedor a las 2 de este miércoles,
y que al parecer los migrantes murieron asfixiados cuando fueron abandonados
por los polleros. Todos los cadáveres se encuentran en el
servicio médico forense de la ciudad de Austin para la necropsia
de ley.
En el sureste de Texas las temperaturas alcanzaron estos
días los 35 grados centígrados, aunque dentro de la caja
del camión, con el hacinamiento y la falta de aire, el calor habría
ascendido mucho más. De acuerdo con la agencia Notimex, agentes
de la Oficina de Inmigración y Aduanas en San Antonio viajaron la
mañana de hoy a Victoria para conducir la investigación de
la que ya desde ahora se considera una de las mayores tragedias de muerte
de indocumentados a lo largo de la frontera con México.
El propio cónsul Ibarrola dijo que a todos los
migrantes que fueron alojados en el centro comunitario se les consiguió
inmediata comunicación telefónica con sus familiares, tanto
en México como en Estados Unidos, y que él personalmente
está en contacto con el fiscal federal destacado en Texas para lograr
la obtención de pistas que lleven a la captura de los responsables
de este hecho. Asimismo, no se ha podido confirmar si hay algún
detenido, pero la representación mexicana en Houston ratificó
el compromiso oficial por contribuir al desmantelamiento de las bandas
que trafican con migrantes.
''La comunidad de Victoria está consternada. La
escena era indescriptible. Murieron por asfixia, muchos fueron encontrados
sin ropa, tampoco traían identificaciones''', relató Ibarrola
Nicolín.
Para llegar a su destino, Houston, todavía les
faltaban aproximadamente dos horas y media. ''Era un contenedor normal,
viejo, blanco. Dice la gente que contaba con equipo de refrigeración
en la parte superior, pero que sólo estuvo encendido un ratito y
luego lo apagaron'', añadió el representante diplomático.
La cancillería mexicana remata su comunicado de
prensa señalando que este drama, ''pone de manifiesto la necesidad
e importancia de lograr condiciones de seguridad en la frontera para los
migrantes y una migración legal, segura y ordenada''.
En julio de 1987, 18 indocumentados mexicanos fueron encontrados
muertos en un vagón de ferrocarril que había sido sellado
cerca de la comunidad de Sierra Blanca, en el suroeste de Texas. Apenas
en octubre del año pasado, 11 migrantes más fueron localizados
en un vagón ferroviario en Denison, Iowa, meses después que
éstos habían fallecido al quedarse sin aire ni alimentos
al esconderse en el tren para cruzar la frontera desde México.
(CON INFORMACION DE ARMANDO TORRES BARBOS, CORRESPONSAL)
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