"Debe existir un nuevo orden que permita la igualdad"
México debe asumirse como una nación multiétnica y pluricultural: De la Fuente
VICTOR BALLINAS
El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Juan Ramón de la Fuente, indicó ayer que el programa académico México, nación multiétnica y multicultural permitirá volver a poner en el centro de la discusión académica el problema irresuelto de los pueblos indígenas, y en este sentido, dijo, la universidad tiene la posibilidad de hacer un replanteamiento integral.
Resaltó que se debe partir de un planteamiento de cierta manera novedoso, en el cual "primero tenemos que asumirnos como un país multiétnico y pluricultural, y con base en ello derivar acciones desde el punto de vista jurídico, económico, político, cultural y social, para que pueda generarse un nuevo orden que permita un desarrollo en igualdad de circunstancias para los pueblos indígenas y los que no lo son".
El rector de casa de estudios precisó que por medio de este programa la universidad busca llevar a la práctica lo que ha quedado plasmado en la Constitución, pero que sólo se encuentra en sentido abstracto, es decir, el que México es una nación multiétnica y pluricultural.
Por ello, manifestó que la redefinición constitucional del país como nación multiétnica y pluricultural "sin duda constituyó el primer gran acuerdo nacional que establece explícitamente uno de los ejes fundamentales que deben guiar la adecuación de las instituciones nacionales para transformar ese acuerdo en un proyecto nacional".
Añadió que este programa universitario contiene varios proyectos, algunos de los cuales ya se encuentran en marcha, con un grado importante de avance. La idea, precisó, es configurar una base de datos universitarios sobre pueblos indígenas, que recopile y sistematice el esfuerzo institucional que la UNAM ha hecho sobre el tema indígena a lo largo de las décadas recientes.
Un segundo proyecto de ese programa es de carácter editorial, y ya se ha empezado la elaboración de lo que se ha denominado lecturas universitarias sobre pueblos indígenas, y se estima que antes de concluir el año se tendrán listos los primeros cinco títulos, entre ellos Derechos de los pueblos indígenas, Antología documental del indigenismo, Lengua y culturas indígenas en el México de hoy y Viejos y nuevos territorios de la inmigración indígena.
El rector participó en la mesa redonda El futuro de los símbolos étnicos de la identidad nacional, en la que participaron además los investigadores Lourdes Arizpe, Roger Bartra, José del Val y Miguel León Portilla.
Todos los ponentes coincidieron en la necesidad de un nuevo pacto social, que incluya a los indígenas, porque éstos han quedado al margen de sus derechos y reconocimiento políticos y jurídicos.
La antropóloga Lourdes Arizpe manifestó que se debe empezar por reconocer la megaculturalidad de México, porque no se encuentra en el mundo más de cinco países con alto contenido histórico y patrimonio cultural; además, México se encuentra entre las cuatro regiones mundiales con mayor biodiversidad.
Subrayó que es indispensable construir una nueva visión político-cultural de la nación, y su principal reto en el siglo XXI es "asegurar la igualdad jurídica y política de todos los grupos étnicos y culturales".
José del Val, por su parte, destacó que hasta la fecha han sido insuficientes las acciones para dar respuesta al México pluricultural, no sólo por la legitimidad que han logrado las recientes modificaciones constitucionales, sino porque en su formulación no hemos logrado trascender la falsa dicotomía entre indios y no indios.
En su turno, Miguel León Portilla resaltó que en el México independiente los indios quedaron borrados del mapa cultural en la Constitución de 1824 y en la del 57. En ellas ya no se hablaba de indios.
Explicó que el Estado mexicano quiso unificar al país, y tenía razón, porque se hizo la independencia de México con 6 millones de habitantes, de los cuales más de 3 millones eran indígenas.
La idea, apuntó, era correcta, porque si no hubieran fructificado esos intentos de unificación, lo que habría ocurrido es que Estados Unidos se hubiera querido "sampar todo el país, y pensaba que a los indígenas los metería a una reservación".
