Teme que los expertos de EU siembren
armas para justificar la ocupación
Bush y Blair utilizaron documentos falsos para buscar
apoyo al ataque a Irak: Blix
También buscaban desacreditar a su equipo de
trabajo, dice el jefe de inspectores de la ONU
PL, REUTERS, AFP Y DPA
Londres, 22 de abril. El jefe de inspectores de
armas de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Hans Blix, acusó
hoy a los gobiernos del presidente estadunidense George W. Bush y el primer
ministro británico Tony Blair de haber manejado documentos poco
confiables o falsos para buscar apoyo en el Consejo de Seguridad, invadir
Irak y desacreditar a su equipo de trabajo.
Blix, en declaraciones que divulgó la BBC Radio,
afirmó que Estados Unidos y Gran Bretaña usaron pruebas dudosas
para demostrar que el gobierno iraquí tenía armas de destrucción
masiva.
Sobre
el origen de esos datos de inteligencia, el jefe de los inspectores señaló
desconocerlo, pero puntualizó que quizá la CIA los obtuvo
de fuentes británicas.
Al poner un ejemplo de la falsedad de di-chas informaciones,
se remontó a las que señalaban que el gobierno de Saddam
Hussein intentó conseguir uranio en Níger.
Pero, además, manifestó su preocupación
respecto de quién falsificó esas informaciones y que eso
no haya sido descubierto por los servicios de inteligencia estadunidenses
y británicos.
Las declaraciones de Blix se dieron a co-nocer momentos
antes de que participara en una reunión a puertas cerradas del Consejo
de Seguridad de la ONU, en donde se abordó el tema de la verificación
en Irak para continuar la búsqueda de armas de destrucción
masiva en el país ocupado.
"Creo que uno de los elementos preocupantes es que ha
sido vacilante la inteligencia sobre la que los gobiernos construyeron
sus argumentos", indicó.
Las tropas estadunidenses y británicas que invadieron
Irak no han hallado armas nucleares, químicas o biológicas
desde que comenzó la guerra, el 20 de marzo anterior, ni tampoco
tras la "liberación" de Bagdad, el pasado 3 de abril.
Blix manifestó a la prensa alemana su preocupación
por el envío anunciado por la Casa Blanca de verificadores que no
pertenecen a la ONU y la posibilidad, "ahora sí", de que encuentren
las supuestas armas de destrucción masiva.
Estados Unidos anunció recientemente el traslado
a Irak de unos mil inspectores con el propósito de encontrar dicho
armamento.
En ese caso, Blix puntualizó que ese ha-llazgo
carecería de credibilidad internacional, en alusión directa
a sospechas de que esos armamentos puedan ser sembrados para justificar
tardíamente la invasión.
Tras la reunión, Blix declaró que por el
momento no es posible reiniciar las inspecciones en Irak por razones de
seguridad, aunque opinó que "el mundo y el Consejo de Seguridad"
desean que continúen.
"Pienso
que todo el mundo en el consejo se da cuenta que es demasiado pronto (...)
y que la seguridad de los inspectores debeestar garantizada", afirmó
el experto.
Sin embargo, reconoció que los poderes con los
que contaban los inspectores antes de la guerra han cambiado, en relación
con su libertad para visitar lugares sospechosos bajo el régimen
de Hussein.
Blix apuntó que ahora los inspectores tendrán
que llegar a un acuerdo con las autoridades de Estados Unidos o con un
nuevo gobierno civil en Bagdad.
Estados Unidos, que no logró que la ONU diera luz
verde para iniciar la guerra contra Irak, no apoya el retorno de los inspectores
al país árabe, que fueron retirados la víspera del
comienzo de las hostilidades.
Por su parte, Mohamed el Baradei, director general de
la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), subrayó
que su organismo es el único que puede verificar legalmente la situación
de Irak respecto de armas nucleares.
"En tanto, la autoridad legal encargada de verificar las
actividades nucleares de Irak, la AIEA permanece lista, bajo la dirección
del Consejo de Seguridad de la ONU, a retomar sus actividades hasta que
las condiciones lo permitan", dijo.
Afirmó que hasta el 17 de marzo la AIEA no encontró
prueba alguna o indicio veraz del reinicio de un programa de armas nu-cleares
en Irak.
"Sin embargo -agregó-, eso no significa que la
AIEA haya culminado las investigaciones para saber si el gobierno de Irak
intentó o no reiniciar su programa nuclear entre 1998 y 2002."
Mientras, el embajador de Estados Unidos ante la ONU,
Jonh Negroponte, pidió que se levanten "en cuanto sea posible" las
sanciones contra Irak, tras las consultas del Consejo de Seguridad.
"Debemos trabajar con Francia y otros países para
ver cuál es la mejor manera de alcanzar ese objetivo lo más
rápidamente posible", agregó el diplomático.
Previamente, la Casa Blanca reiteró lo mismo y
rechazó que para ello sea necesaria una nueva ronda de inspecciones
de armas en el país árabe.
Las sanciones no tienen sentido ahora que Irak ha sido
liberado, aseguró el portavoz Ari Fleischer, quien afirmó
que las condiciones han cambiado y que por ello la ONU debe aprobar una
nueva resolución para el levantamiento de las sanciones, impuestas
tras la invasión de Irak a Kuwait en 1990.
"Está mal dejar sanciones sobre el pueblo iraquí.
No lo merece", dijo el vocero del presidente Bush.
Francia también apoyó la suspensión
inmediata de las sanciones, incluso antes que los inspectores certifiquen
que no hay armas de destrucción masiva.
Pero el embajador francés ante la ONU, Jean-Marc
de la Sabliere, indicó que el programa Petróleo por alimentos
debe mantenerse bajo la supervisión de la ONU, aunque atendiendo
las necesidades presentes del pueblo iraquí.
Asimismo, subrayó que hay que suspender las sanciones
financieras y comerciales para que el país ocupado por Estados Unidos
pueda recuperarse.
De su lado, el embajador de Rusia, Sergei Lavrov, dejó
claro que las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU vinculan
la suspensión de las sanciones a la verificación de los inspectores
de que Irak no posee armas de exterminio.
"No nos oponemos al levantamiento de las sanciones. En
lo que estamos insistiendo es en que hay que instrumentar las resoluciones
del Consejo de Seguridad", señaló.
Por su parte, el secretario general de Na-ciones Unidas,
Kofi Annan, indicó que hay "serias discusiones" en el Consejo de
Seguridad para que vuelvan a fluir las exportaciones de petróleo
iraquí.
Annan reconoció el llamado de Washington a un completo
fin de las sanciones contra Bagdad, pero declinó especular sobre
un posible cronograma para el levantamiento del embargo de la organización
mundial, impuesto a Bagdad en agosto de 1990 lue-go que invadió
Kuwait, acción que a su vez derivó también en la primera
guerra del golfo Pérsico, a principios de 1991.