GUERRA CONTRA IRAK
Se expresa menos pesimista en relación con
Norcorea
Las protestas antiestadunidenses en Irak, "símbolo
de libertad": Bush
AFP Y REUTERS
Fort Hood, Texas, 20 de abril. El presidente George
W. Bush señaló este domingo que no está "preocupado"
por las manifestaciones en Irak que llaman a las fuerzas de Estados Unidos
a salir del país, pues esas protestas, afirmó, son "símbolo
de libertad".
Aseguró: "No estoy inquieto. La libertad es una
cosa bella. Y cuando la gente es libre expresa sus opiniones. Y ustedes
saben que ellos no podían expresarse antes de que nosotros llegáramos.
Ahora pueden hacerlo".
Ante la prensa, tras asistir a la misa de Pascua en una
base militar de Texas, Bush expresó: "Siempre dije que la democracia
iba a ser difícil. No es fácil pasar de la esclavitud a la
libertad". Indicó que no están dadas las condiciones para
una declaración de victoria en Irak y tal decisión depende
del comandante de las operaciones militares en la región, el general
Tommy Franks. "La liberación de Irak hará al mundo más
pacífico", insistió.
A
todo esto, el canciller australiano, Alexander Downer, cuyo país
apoya a Washington en su guerra contra Bagdad, dijo que Estados Unidos
y su aliados declararán la victoria en la ofensiva bélica
en los próximos días. "Se están ajustando aún
cuestiones en relación con la proclamación final", afirmó.
Bush afirmó en otros temas que Estados Unidos,
Japón, Corea del Sur y China tienen "buenas oportunidades" de convencer
a Norcorea de no desarrollar armas atómicas. "Creo que los cuatro,
trabajando en conjunto, tenemos una buena posibilidad de convencer a Corea
del Norte de abandonar sus ambiciones de producir un arsenal nuclear",
declaró.
También elogió a China, que se compromete
ahora, afirmó, a respetar la decisión tomada durante una
visita a Estados Unidos el año pasado por el ex presidente Jiang
Zemin a favor de una península coreana sin armas nucleares. "Ahora
que están comprometidos en ese proceso hace más probable
que eso ocurra", expresó.
La declaración optimista del presidente estadunidense
ocurre luego que la agencia oficial norcoreana, KCNA, lanzó este
domingo un llamado a los coreanos de todo el mundo a unirse para oponerse
a las acciones de Washingtonen vistas de una guerra contra Pyongyang.
Una reunión tripartita entre representantes de
Estados Unidos, China y Corea del Norte estaba prevista para esta semana
en Pekín, pero el régimen norcoreano anunció el viernes
que comenzó a reprocesar combustible nuclear radiactivo, lo que
motivó a la Casa Blanca a dejar en suspenso el encuentro.
Expertos consideran que uno de los desafíos principales
de Estados Unidos es determinar si la empobrecida Corea del Norte está
tratando de convertirse en una potencia nuclear o si sólo trata
de presionar por garantías de seguridad y ayuda. "La única
forma de saberlo es conversando con los norcoreanos", indicó Han
Sung-joo, embajador de Corea del Sur en Estados Unidos, quien viajó
este domingo a Washington.
Un diario norcoreano impreso en Japón indicó
este domingo que Norcorea pedirá de la Casa Blanca garantías
para su "soberanía y sobrevivencia".
"Si Estados Unidos pone fin a su política hostil
contra nuestro país y retira su amenaza nuclear, Corea del Norte
asegurará a Estados Unidos que no construirá armas nucleares",
refirió el diario Chosun Sinbo, ratificando declaraciones
norcoreanas previas sobre el tema.
Mientras, el comisario de Relaciones Exteriores de la
Unión Europea, Chris Patten, en declaraciones a la cadena de televisión
australiana Seven Network, señaló que Corea del Norte representa
"un peligro real para el mundo" y hará falta más ayuda para
convencer al gobierno de Pyongyang para que abandone sus ambiciones nucleares.
En este contexto, el sudafricano Daan Goosen, ex directivo
del programa secreto de producción de armas bacteriológicas
de su país, confesó que hace un año intentó
vender armas bacteriológicas desarrolladas por su laboratorio al
gobierno estadunidense, pero éste rechazó su oferta debido
al precio pedido, informó este domingo The Washington Post.
Goosen confió el 6 de mayo de 2002 a un ex integrante
de la Agencia Central de Inteligencia un paquete que contenía bacterias
de gangrena gaseosa, infección fulminante, combinada con los genes
de una bacteria del intestino. El objetivo era "mostrar a los estadunidenses
de lo que somos capaces", indicó Goosen -citado por el diario-,
quien propuso además vender a Estados Unidos una colección
de agentes patógenos confeccionada por su equipo de investigadores
en Sudáfrica durante el régimen del apartheid.