"Era una cuestión de inseguridad, de no tocarlo como a mí me gustaría", señala

Tras 7 años Eugenio Toussaint vuelve al jazz, con piano solo

Su nueva grabación se llama El pez dorado, en el que toca "consigo mismo" "Creo que ahora hay propuestas muy interesantes, hay muchos jóvenes que están haciendo las cosas muy bien", comenta

ANTONIO MALACARA ESPECIAL

El pez dorado es el reciente disco de Eugenio Toussaint, quien después de siete años de no presentar grabaciones de jazz, por dedicarse a la llamada música de concierto, nos entrega este material. Con este pretexto, charlamos con el músico, que comenta: "Siempre le había sacado la vuelta a grabar un disco de piano solo. Yo decía de broma que era por un trauma infantil, pero ahora ya lo publicaron como si fuera un hecho. Pero más bien era una cuestión de inseguridad, de no tocar el piano solo como a mí me gustaría tocarlo, pues".

-ƑCómo te gustaría tocarlo?

-Lo que pasa es que yo realmente no tengo una formación técnica muy amplia, y toda la cuestión de la mano izquierda para piano solo... pues tiene su cosa, Ƒno? Tocar piano solo es una forma específica de interpretar, a la que yo prácticamente nunca le he entrado; entonces estoy como muy fuera de cancha.

-Pero lo ocultas muy bien, maestro.

-Bueno, lo que pasa es que aquí me grabé yo conmigo mismo.

-Sí. Fueron dos pianos, Ƒno?

-En algunas es piano solo y en otras son dos pianos. Pero, bueno, la ventaja fue que... me quedé pensando, dije: "bueno, Ƒpor qué no voy a hacer un disco de puro piano, si puedo yo tocar conmigo mismo?", como lo hizo Bill Evans o como... o como lo que sea. Estaba terminando de preparar un cd que trae mi libro, el que acabo de publicar de Cincuenta composiciones, y en algunos tracks del disco de referencia toqué conmigo mismo algunas cositas. Y ahí fue donde me dije que igual podía hacerlo en este disco de jazz.

Su retiro del jazz

-Hace años, no muchos, anunciaste que te retirabas del jazz. ƑPor qué?

-Mira, más que un retiro del jazz era un retiro como de la parte mía de intérprete. La plataforma con la yo que más a gusto me sentía era Sacbé, y bueno, conforme Sacbé se fue convirtiendo en un proyecto cada vez menos factible, menos posible de llevar a cabo, pues de alguna manera me fui alejando un poco de esa parte. Y también es cierto que hace algunos años, cuando entré de lleno a la parte de la música de concierto, sí quise como que alejarme un poco del medio jazzístico. Ahora han pasado los años y me doy cuenta de que el bagaje jazzístico sigue presente; por supuesto, es una parte importante de toda mi trayectoria musical, es una parte de mi lenguaje. Ahora no hay ninguna fractura, al contrario, ahora es retomarlo y ver que yo me hice en gran medida en este tipo de música. Lo que sigue siendo un poco complicado para mí es darme cuenta de que no pasa realmente gran cosa en el medio en México, como tú y yo lo hemos platicado muchas veces, de que desgraciadamente son crestas y valles, que de repente sube mucho y hay mucha actividad, luego vuelve a bajar mucho. Me da un poco de flojera eso. Pero ya no estoy peleado con el asunto; de hecho lo disfruto muchísimo. Eso de retirarme del jazz a lo mejor era una cuestión momentánea, tal vez había una especie de fractura interna, más quizá derivada de un poco de enojo ante la situación que... pues no camina como uno quisiera. Ahora estoy en el plan de seguir tocando; de hecho tengo un trío con Agustín Bernal y Gabriel Puentes.

Profusión de lugares comunes

-Exactamente en aquella época de la fractura declaraste que el jazz en México, a nivel de composición, estaba repleto de lugares comunes. ƑSigues pensando igual?

-Bueno, hay muchas cosas que desconozco, entonces no puedo emitir un juicio de valor; además, ni me corresponde. Pero creo que hay propuestas muy interesantes, de las cosas que he oído al menos, y probablemente a nivel interpretativo hay muchos jóvenes que están haciendo las cosas muy bien. En un momento sí sentí como que había demasiado refrito, demasiado estándar, demasiado imitar un poco las cosas... Pero bueno, a todos nos toca de alguna manera, digo, a nosotros nos tacharon de imitar a Weather Report. Cada quien agarra sus influencias y de alguna manera las reconstruye o las utiliza en su beneficio o en su perjuicio. Lo que sí hay ahora es mucho más variedad. Creo que toda esta parte de la didáctica, en cuanto a que ya hay más lugares donde los chavos pueden aprender, donde se pueden juntar con otros músicos y por lo menos ya te dan cierta guía, pues ha provocado que haya nuevas generaciones de jazzistas, que están intentando tener una propuesta diferente.

-Evidentemente, dentro de la música sinfónica y de cámara has seguido componiendo mucho, explorando incluso en los sones abajeños o huastecos, pero Ƒqué pasa con el jazz?, Ƒqué posibilidades le ves a la música mestiza mexicana?

-A mí me gusta mucho, y digo, no la conozco a fondo como me gustaría conocerla. Y sí, en algunas de mis obras de música de concierto hay... dejos, digamos, de estas músicas. Ahora acabo de terminar mi disco de música de cámara, y en él hay cuatro composiciones que se llaman Estudios bop, en los que hago justamente esta exploración, dejo que, de alguna manera, aflore mi parte jazzística, pero toda la música está completamente escrita. Tengo dos años que prácticamente no he escrito nada; lo que he estado haciendo es como que revisar todo lo que he hecho hasta ahorita. Por otro lado, me he dado cuenta de que probablemente las obras mías, de música de concierto, que mejor me funcionan, a mí y con el público, son justamente las que tienen estas características o estos dejos, tanto de música popular mexicana como de jazz. Entonces estoy mirando hacia esa parte; creo que por ahí tengo que desarrollar mi lenguaje.

Mientras tanto, podemos disfrutar de 11 tracks con un Eugenio solista que derrocha sensibilidad y talento, a pesar de lo gastado de la frase, y donde además de los temas de su cosecha, con más de 25 años de haberse horneado, incluye Loro, la célebre composición de Gismonti que tanto ha identificado al pianista a través de los tiempos.

Para terminar, solamente una aclaración: en el boletín de prensa de El pez dorado se afirma que ninguno de sus temas había sido incluido en el repertorio del grupo Sacbé, pero resulta que Iztaccíhuatl apareció en el disco Street Corner, de 1982.