El debate sobre el caso no incidirá en el próximo proceso electoral, coinciden
El principal agraviado con la presunta venta del padrón es el IFE: consejeros
ALONSO URRUTIA
La presunta venta del padrón electoral a una empresa privada, y posteriormente al gobierno de Estados Unidos, no incidirá en modo alguno en el desarrollo del proceso electoral, coincidieron en señalar los consejeros electorales Jesús Cantú y Mauricio Merino. Sin embargo, demandaron que la Procuraduría General de la República (PGR) llegue hasta las últimas consecuencias, pues ''el principal agraviado en este caso es el propio Instituto Federal Electoral (IFE)''.
En conferencia de prensa ofrecida para presentar el proyecto de observación electoral, ambos consejeros enfatizaron en que hasta ahora no se tienen mayores datos que la información proporcionada por la agencia Ap. Sin embargo, Cantú subrayó que de lo que se ha conocido hay informes que no provienen del padrón electoral, como es el caso de los números telefónicos y el tipo sanguíneo.
Por su parte, el subsecretario de Desarrollo Político de la Secretaría de Gobernación, Francisco José Paoli Bolio, dijo que es necesario enfatizar en el hecho de que, si la PGR confirmara la comisión de algún ilícito, éste recaería en personas exclusivamente, por lo que no puede desde ahora tratar de responsabilizar a instituciones.
A partir de ello descartó que pudiera haber incidencia en el proceso electoral, pues existe confianza de la ciudadanía en las instituciones electorales e incluso, de comprobarse alguna responsabilidad en algún partido político, ciertamente queda claro que sería de orden estrictamente personal y difícilmente podría involucrarse al organismo en su conjunto en esta presunta venta indebida del padrón electoral.
Interrogado sobre la posible responsabilidad de funcionarios del IFE o de partidos políticos, Merino llamó a dejar atrás conjeturas e insistió en que eventualmente serían responsabilidades personales.
Hay datos que el ciudadano no proporciona...
Por su parte, Cantú señaló que la difusión de lo que presuntamente fue vendido habla de que no se puede confirmar que sea el padrón electoral, pues hay datos que el ciudadano no proporciona al IFE. Subrayó que en el supuesto de que fuera este instrumento, habría que decir de qué año estamos hablando, pues el padrón electoral se actualiza permanentemente y hay que considerar que la base original data de 1991. Esto implica que en la investigación habría que determinar a qué año corresponde para eventualmente deslindar responsabilidades.
Cantú apuntó que por disposición legal, lo único que está expresamente considerado como información confidencial en el IFE es precisamente los datos que proporcionan los ciudadanos para el padrón electoral. En este sentido, insistió, el instituto es el principal agraviado por esta situación.
El consejero abundó que en este momento el padrón electoral y la lista nominal están cerrados ya para el próximo proceso; tampoco se pueden recoger credenciales, por lo que difícilmente se puede hablar de que se desprendería un efecto político-electoral.
En su argumentación, Cantú dijo que este año se llegará al proceso electoral con una mayor cobertura de la lista nominal y una mayor actualización con respecto a los comicios anteriores. ''Si esto es una variable de la confiabilidad del ciudadano a las elecciones, pues podemos asegurar que la ciudadanía tiene plena confianza y no habrá afectación en la elección'', expresó.
A su vez, el responsable de observación electoral de Naciones Unidas, Nguyen Huu Dong, consideró que ninguna democracia está exenta de que se cometan ilícitos; lo fundamental es que no sea la impunidad la que prevalezca, porque esto sí incide en la calidad de la democracia mexicana.