Robert Fisk
¿Por qué está Siria en la mira de
EU?
Así que ahora Siria está en la mira de Estados
Unidos. Primero fue Irak, el más poderoso enemigo de Israel y poseedor
de armas de destrucción masiva, ninguna de las cuales se ha encontrado.
Ahora es Siria, el segundo enemigo más poderoso de Israel, también
poseedor de armas de destrucción masiva, según nos dice el
presidente George Bush hijo.
No
mencionó para nada a ese verdadero poseedor de armas de destrucción
masiva: Israel -ya se conoce con certeza el número de sus cabezas
nucleares en el Negev-, cuyo primer ministro, Ariel Sharon, se ha quejado
desde hace mucho tiempo de que Damasco es "el centro del terror mundial".
Pero Siria sí es un objetivo. Primero vino la afirmación
estadunidense de que Damasco enviaba máscaras antigás al
ejército iraquí. Los sirios lo negaron, pero, ¿qué
tendría de particular si fuera cierto? ¿Por qué un
vecino árabe no debería ofrecer a los soldados iraquíes
equipo de protección durante una invasión estadunidense carente
de legitimidad internacional?
Luego se acusó a Siria de enviar "voluntarios"
árabes al otro lado de la frontera con Irak a combatir a los invasores,
o al menos permitirlo. Para los sirios resultó mucho más
difícil negar esto. He encontrado algunos en Bagdad, más
que ansiosos por volver a sus hogares en Homs y Damasco, y a otros de Argelia
y Marruecos que me dicen que estarán a salvo si pueden llegar a
la frontera siria porque "de ahí en adelante no habrá problemas".
Pero también en esto hay un toque de hipocresía.
Siempre que Israel va a la guerra, cientos de "voluntarios" acuden volando
desde Estados Unidos a Tel Aviv para unirse a la Fuerza de Defensa de Israel,
y Washington nunca se queja.
Luego viene la más sucia de las acusaciones: que
miembros del régimen iraquí han huido a Siria en busca de
protección. Dadas las cada vez más cálidas relaciones
entre Siria y el Irak de Saddam en años recientes, y la naturaleza
conjunta de su pasado baazista -el sirio cristiano Michel Aflaq fue fundador
del Baaz en los días en que éste era una criatura de las
dos naciones-, es difícil creer que los Tarek Aziz y los Taha Yassin
Ramadan no intentaran refugiarse en Siria.
Inútil es decir que la captura del medio hermano
de Saddam cerca de la frontera de Siria ha provocado la usual cascada de
versiones. Tarek Aziz vive en Líbano con las mujeres de la familia
de Saddam. Falso. La televisión por cable árabe entrevistó
al ex ministro de Información iraquí al-Sahaf en Damasco.
Totalmente falso. Y también vergonzoso para los estadunidenses porque,
así como fracasaron en capturar a los más brutales de los
asesinos serbiobosnios, los señores Karadjic y Mladic, a Osama Bin
Laden -o siquiera al mullah Omar- y, dado el fracaso de la inteligencia
de Washington en Bagdad, no sería sorprendente que el gabinete iraquí
en pleno lograra pasar a salvo por un puesto de revisión estadunidense,
todos ataviados con túnicas anaranjadas.
Pero es Siria la que se perfila como el próximo
blanco de ataque, no el gabinete iraquí. Y los signos eran claros
desde hace tiempo. Recordemos aquel artículo en el New York Times,
firmado por Larry Collins -coautor con Dominique Lapierre de Oh Jerusalén-,
el cual anunció el mes pasado que la resistencia del Hezbollah en
Líbano, financiada por Siria, poseía 10 mil nuevos misiles
capaces de volar hacia Tel Aviv y "dejar una estela de devastación
más terrible que cualquier cosa que Israel haya conocido".
Los
misiles son un mito -yo recorro los caminos del sur de Líbano cada
dos semanas y no existen, como puede confirmarlo la fuerza de Naciones
Unidas destacada allí-, pero eso no importa. Collins llegó
a afirmar que "pensadores" (anónimos) de la Universidad Bar Ilan
de Tel Aviv creían que "Siria, no Irak, es la que posee el más
sofisticado armamento químico y biológico en Medio Oriente".
Ni más ni menos. Y luego será Libia la que posea las más
sofisticadas armas químicas y biológicas. O Arabia Saudita.
O cualquier otro país al que Israel quiera que se ataque.
Queda, sin embargo, la pregunta: ¿podrían
Saddam y sus hijos, y Tarek Aziz y Ramadan y todos los demás, haber
cruzado la frontera hacia Siria? No es imposible. Pero la idea de que se
les permitiera permanecer ahí parece increíble. Si el presidente
Bachar al Assad en realidad le permitiera a Saddam quedarse como huésped,
sería como invitar a un misil crucero a su palacio presidencial.
Después de todo, hace apenas unos meses -bajo presión de
Turquía- Siria deportó al líder izquierdista kurdo
Abdullah Ocalan a Rusia, después de lo cual partió hacia
Africa y fue entregado en Kenia a los turcos.
Podría ser que Siria hubiese brindado una estación
de paso a los funcionarios del partido Baaz para salir de Irak. ¿Hacia
dónde? Mi favorita sería Bielorrusia, porque su capital,
Minsk, abunda en whisky, corrupción y departamentos húmedos
(las primeras dos cosas atraerían a la mayoría de los baazistas
iraquíes).
De hecho, yo promoví esa idea de manera entusiasta
con mis colegas antes de la invasión estadunidense a Irak. Y luego,
hace apenas siete semanas, leí un párrafo del periódico
libanés As Safir, en el cual se informaba que el presidente
Lukashenko, viejo amigo del ex presidente yugoslavo Slobodan Milosevic,
había invitado al hijo de Saddam, Ouday, a un campeonato de ajedrez
en Minsk. Y desde entonces me he estado imaginando a toda la tropilla baazista
-Saddam et fils, Tarek Aziz, Ramadan, el ministro de Defensa, incluso
al Sahaf- vagando por los bosques bielorrusos como invitados del gobierno.
Por supuesto, pedirían a Vladimir Putin que ayudara
a capturarlos y entregarlos a Washington. Y él pondría un
precio, sin duda, el cual incluiría las concesiones petroleras y
los ya firmados contratos petroleros de Rusia con Bagdad...
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya