GUERRA CONTRA IRAK
Washington desdeña el llamado y sugiere a
esos gobiernos condonar deudas a Irak
Insisten Moscú, Berlín y París
en un papel central para ONU en la reconstrucción
Los países industrializados deben cooperar para
revitalizar la economía mundial: Tokio
REUTERS, AFP Y DPA
San Petersburgo, 11 de abril. Rusia, Alemania y
Francia, los principales opositores a la guerra contra Irak, reafirmaron
hoy su reclamo de que Naciones Unidas encabece la supervisión de
la reconstrucción del país árabe, en un marco de solución
política, porque ya no puede tener cabida una salida militar.
Pero el secretario de Estado estadunidense, Colin Powell,
se burló de esos tres países al señalar que "la sugerencia
que daría a algunos de mis colegas es que ahora que la coalición
-las fuerzas angloestadunidenses- ha hecho todo esto y liberado a Irak,
se les dirá muchas gracias, apártense a un lado porque el
Consejo de Seguridad será el responsable de todo".
Powell declaró más tarde que Estados Unidos
espera contar con la ayuda de los europeos, pues son necesarias tropas
para asegurar la paz y proteger la entrega de ayuda humanitaria.
Incluso el subsecretario de Defensa, Paul Wolfowitz, sugirió
que los tres países podrían contribuir mejor condonando la
abultada deuda iraquí al futuro régimen de Bagdad. Argumentó
que deberían "reflexionar sobre esa deuda que deja Saddam Hussein
que, dijo, sirvió para comprar armas, construir palacios y desarrollar
instrumentos para la represión.
En
contraste, Rusia rechazó de inmediato tal petición de condonación
de la deuda iraquí, al señalar mediante su cancillería
que esa cuestión "sólo se puede hablar con el gobierno legítimo
de Irak y a la luz de las resoluciones pertinentes de la ONU". Más
tarde suavizó el tono al afirmar que la propuesta es "entendible
y legítima" y "se podría discutir en principio".
También el Parlamento ruso rechazó tal pretensión,
y un represente del Consejo de Ministros indicó que "si se aplica
esta lógica del funcionario estadunidense, sería lógico
que a Rusia se le condone también la deuda de la Unión Soviética".
Se calcula que Irak debía a Rusia unos 8 mil millones
de dólares, una cifra similar a Francia y otros 4 mil 300 millones
de dólares a Alemania, lo que sumaría más de 20 mil
millones. Además, hasta antes de la invasión los tres países
eran los principales socios comerciales de Bagdad.
El ministro japonés de Finanzas, Masajuro Shiokawa,
se mostró cauteloso respecto a la petición estadunidense
de que se reduzca o elimine la deuda de Irak. Indicó que Japón
aboga por que las instituciones financieras internacionales desempeñen
un papel central, y que los países industrializados deben cooperar
para revitalizar la economía mundial tras la guerra, acorde con
la reunión que inicia en Washington de los siete países industrializados.
El presidente ruso, Vladimir Putin, y el canciller alemán,
Gerhard Schroeder, se reunieron en San Petersburgo, la segunda ciudad rusa,
y luego se les sumó el mandatario francés, Jacques Chirac.
"Moscú y Berlín estiman que el objetivo
principal es lograr lo antes posible que regrese al marco de la ONU el
proceso de transición iraquí", señaló Putin.
Schroeder sostuvo que la comunidad internacional, incluidos
Estados Unidos y Gran Bretaña, deben aceptar la égida de
la ONU en el futuro de Irak. "La victoria militar -de Estados Unidos- es
incuestionable", pero lo que ahora falta es "una victoria duradera para
los iraquíes y para la región".
Al sumarse al encuentro, Chirac señaló que
tras la caída de Hussein, que consideró satisfactoria, se
entra en otra etapa y que la ONU debe desempeñar un papel central,
ya que sólo ese organismo tiene "la legitimidad necesaria" para
el caso. Dijo que ahora la meta es que Irak recupere su soberanía
pronto "en una región de estabilidad con la legitimidad que otorga
la ONU".
Putin aseveró que el mundo estaba mejor sin Hussein,
pero criticó a Estados Unidos por haber emprendido la guerra de
ocupación que lo derribó. "Siempre dijimos que el régimen
de Saddam no corresponde con la democracia y derechos humanos, pero esos
problemas no se pueden resolver por medios militares".
Putin agregó que 80 por ciento del mundo está
lejos de los patrones de la democracia occidental, y se preguntó
si "¿vamos a luchar contra todos?" Afirmó que había
que sopesar el resultado con Irak y que lo bueno es que terminó
un régimen tiránico, pero que esto se logró con grandes
pérdidas, destrucción y muertes, lo que resulta muy negativo.
El canciller francés, Dominique de Villepin, reafirmó
que se debe involucrar a Europa, los países árabes y a la
ONU en la reconstrucción de Irak, como legitimidad internacional,
y restó importancia a quienes pretenden excluirlos.
En Madrid se informó que el gobierno español
se plantea participar en la autoridad interina en Irak bajo auspicios de
Estados Unidos y enviar un contingente militar para ayudar a imponer el
orden, mientras que Canadá se dijo lista para enviar policías
al país árabe si así se le solicita.
El Vaticano se pronunció por que la ONU intervenga
en Irak y que lo mejor es que el organismo sea reformado para recuperar
su autoridad mundial, por lo que debe "reactivarse" en el país árabe,
comentó el secretario de Estado, cardenal Angelo Sodano.
El Grupo de los 24 países pobres de Asia, Africa
y América abogaron por que la reconstrucción iraquí
la encabece la ONU; en igual sentido se pronunciaron parlamentarios de
135 países reunidos en Santiago de Chile.
El presidente del Parlamento alemán, Wolfgang Thierse,
rechazó que la capitulación de Bagdad se compare con la caída
del Muro de Berlín, pues la diferencia con este hecho es que allí
no hubo ningún asesinato.