Talonarios revelan un "presupuesto" que supera
los 8 millones de dólares
Presenta Pérez Roque pruebas del dinero de EU
que recibían disidentes
Reitera la acusación contra la Sección
de Intereses de Washington por su participación
DE LA REDACCION/I
El canciller de Cuba, Felipe Pérez Roque, presentó
el martes en rueda de prensa comprobantes, talonarios de banco y fotografías
que sustentan las acusaciones contra 75 disidentes encontrados culpables
de conspirar contra la seguridad del Estado bajo la coordinación
del gobierno estadunidense y su Sección de Intereses en La Habana.
Exhibió, por ejemplo, comprobantes de las sumas
recibidas el año pasado desde Estados Unidos por varias agrupaciones
consideradas ilegales. El Centro para una Cuba Libre recibió 2 millones
300 mil dólares. Su función es recibir información
de los grupos de derechos humanos y distribuirla. El Grupo de Trabajo de
la Disidencia Interna recibió 250 mil dólares. El Programa
para la Transición de Cuba, cuyo responsable es Frank Calzon, recibió
de la organización Freedom House un millón 325 mil
dólares. El Grupo de Apoyo a la Disidencia recibió del Instituto
Republicano Internacional un millón 200 mil dólares. Cubanet,
una revista cibernética, recibió 98 mil dólares
y el Centro Americano para la Labor Internacional de Solidaridad, cuya
misión es "persuadir a los inversionistas extranjeros para que no
inviertan en Cuba", recibe del gobierno estadunidense 168 mil 575 dólares
en el año.
Del desglose de gastos de un presupuesto de 8 millones
99 mil 181 dólares del programa para Cuba de la Agencia para la
Ayuda Exterior (USAID), cuyo objetivo explícito es "incrementar
en el mundo la solidaridad con los activistas en Cuba en el año
2002, presentó pruebas de cómo se repartían esos fondos:
para ayudar a crear ONG en Cuba, un millón 602 mil dólares;
para "dar voz" a los periodistas no institucionales, 2 millones 27 mil
dólares; para planear la transición en Cuba, 2 millones 132
mil dólares; para evaluar el programa, 355 mil dólares.
En la conferencia de prensa a la que fue convocado el
cuerpo de corresponsales extranjeros acreditados en La Habana en pleno
y que fue reproducida íntegra en el diario Juventud Rebelde,
Pérez Roque reiteró la acusación de que la Sección
de Intereses de Estados Unidos, con la participación muy activa
del representante James Cason, organiza a los grupos disidentes, los crea,
los financía e inaugura. "Lo sostengo. Aquí está una
de las fotos presentadas en uno de los juicios. Fueron presentadas cientos
de fotos".
Más documentos
Y
procedió a presentar las gráficas. En una aparece Cason en
la ceremonia fundacional de la rama juvenil del Partido Liberal Cubano.
Enseñó también algunos pases para libre acceso a la
Sección de Intereses que estaban en poder de varios de los acusados,
entre ellos Oscar Elías Biscet y Héctor Palacios quienes,
dijo Pérez Roque, "tienen estatuto de funcionarios" en la sede diplomática
estadunidense, en contraste con las numerosas restricciones que se han
impuesto en todas las embajadas estadunidenses en el mundo bajo la nueva
ley de seguridad, posterior al 11 de septiembre.
El canciller cubano insistió en que la fiscalía
aportó ante los tribunales "amplísima prueba, material probatorio
de peritos, de testigos. Por ejemplo, peritos del Banco Central de Cuba
demostraron a uno de los tribunales cómo el dinero fluye desde el
gobierno y las agencias de Estados Unidos hasta sus agentes en Cuba. Está
clara ya la ruta del dinero sucio, se sabe cómo viene: gobierno
de Estados Unidos-agencias fachadas, ONG y grupos e institutos en Estados
Unidos, y de ahí a Cuba, de contrabando, bajo el manto de remesas
familiares, se sabe en detalle. Este es el dinero público de la
USAID, no estamos hablando aquí del dinero de los servicios especiales,
el dinero que entrega directamente aquí la Oficina de Intereses
y todo eso."
Todo ello demuestra, dijo, que el gobierno de Estados
Unidos "tiene el papel principal en la creación de estos grupos,
en su dirección, en el financiamiento, la estimulación y
la protección a estos grupos mercenarios".
"Se pretende -protestó- presentar esto como un
movimiento autóctono surgido de Cuba, la sociedad civil -le llaman-
ignorando a las más de 2 mil ONG y asociaciones cubanas, que incluyen
desde asociaciones de chefs de cocina, hasta organizaciones femeninas,
grupos ecologistas, centros de estudio, agrupaciones de jóvenes,
de estudiantes, sobre las más diversas materias de la actividad
social y económica del país, insultando realmente a todas
estas organizaciones y a sus decenas, cientos de miles y en algunos casos
millones de miembros".
Sobre la forma como llega ese dinero procedente de Estados
Unidos y, en ocasiones, de España, expuso varios ejemplos. Uno de
ellos fue el de Frank Hernández Trujillo, jefe del llamado Grupo
de Apoyo a la Disidencia, radicado en Miami, que recibió, en 2001,
400 mil dólares -de la USAID solamente-, y en 2002 recibió
un millón 200 mil dólares. "Le triplicaron el dinero". Esta
información está disponible en los sitios oficiales de Internet
del gobierno de Estados Unidos.
"¿Qué hacía con el dinero? Mandaba
cosas para Cuba de contrabando o con gente que venía.", continuó
el funcionario. "Aquí tengo una de sus nóminas donde explica
para qué cosa usó el dinero". Mencionó el nombre de
Marta Beatriz Roque, escritora y la única mujer sentenciada en el
grupo que recibió algo llamado "módulo No. 1". Pérez
Roque explicó que los módulos son paquetes "como una jaba"
(bolsa de mercado) con diversos objetos. No dijo qué objetos recibió,
pero sí especificó el contenido de otros "módulos",
como el recibido por Ana María Espinosa Escabillo: juego de lámpara,
televisor, video, paquete de alimentos y medicinas, y por Idelfonso Hidalgo
que recibió un "módulo para bebé".
Según la explicación que dio Pérez
Roque esos insumos son utilizados por los disidentes para "hacer su labor
de reclutamiento, de lograr que ciudadanos les deban favores" mediante
"centros de distribución" que dan a la gente los alimentos y el
medicamento que falta por el bloqueo estadunidense.
En otro momento de su presentación, el canciller
exhibió varios recibos de constancia de haber recibido el dinero.
"Este es dinero repartido por Héctor Palacios a otra gente, dinero
llegado de Puerto Rico, también ilegalmente, a Cuba. Aquí
está Héctor Palacios escribiéndole al señor
de Puerto Rico, responsable de esta operación de financiamiento,
que se llama Enrique Blanco, Bibliotecas Independientes de Cuba, es el
membrete del papel donde ha sido escrito.
Cartas con instrucciones
La constancia es una carta en la que Palacios le escribe
a Blanco, el primero de agosto de 2002, donde le adjunta comprobantes que
justifican los gastos, "según el dinero que has enviado y tus instrucciones
para entregarlo." Le informa además que quedaron en fondo 160 dólares,
los cuales estarán congelados, "hasta recibir tus instrucciones".
Otra factura consta que se le entregaron a Iván
Hernández Carrillo, coordinador de la provincia de Matanzas, 30
dólares "por el concepto de ayuda, por el proyecto de las bibliotecas
independientes".
Se presentó el caso de Oscar Espinosa Chepe, ex
empleado del Ministerio de Relaciones Exteriores, quien recibió
de Cubanet desde enero de 2002 hasta enero de 2003, en un año,
según los recibos y las facturas, 7 mil 154 dólares. Según
la policía encargada del caso, en su casa fueron encontrados, guardados
en el forro de un traje, 13 mil 660 dólares, además de los
7 mil dólares facturados en el año. No trabaja desde hace
aproximadamente 10 años.
Cubanet, informó Pérez Roque, recibió
343 mil dólares en 2001 y más de 800 mil dólares en
2002. Espinosa Chepe tiene fechas de cuándo recibió: 14 de
enero, 165 dólares; 15 de febrero, 220 dólares; 14 de marzo,
140 dólares; 23 de julio, mil 750 dólares; 22 de agosto,
mil 996 dólares; 16 de septiembre, mil 923 dólares. (Tomado
de Juventud Rebelde)