GUERRA CONTRA IRAK
La fundación Al Khoei acusa del crimen a "agentes
del agonizante régimen iraquí"
Asesinan en Najaf a un jefe religioso chiíta
que estuvo exiliado en Londres
EU respaldó el retorno de Abdul Majid a Irak,
lo que desató el enojo de disidentes chiítas
REUTERS, AFP Y DPA
Londres, 10 de abril. Abdul Majid al Khoei, un
jefe religioso chiíta moderado que estuvo exiliado 12 años
en Gran Bretaña, fue asesinado hoy en una mezquita de Najaf, en
el sur de Irak controlado por las fuerzas estadunidenses y británicas,
declaró un vocero de su organización, la fundación
Al Khoei, con sede en Londres y oficinas en Nueva York y Montreal.
En
un comunicado publicado en Londres, la fundación acusó de
ese asesinato a "agentes del régimen iraquí que está
agonizando", y pidió a las fuerzas estadunidenses y británicas
que no permitan a esos agentes "extender el desorden y la inestabilidad".
Fuentes iraquíes en Kuwait citadas por Reuters
dijeron que el rápido retorno de Abdul Majid a Irak, con el respaldo
de Estados Unidos, había desatado fuertes críticas de otros
disidentes chiítas iraquíes ansiosos por mantener su autoridad
después de la caída de Saddam Hussein.
Estados Unidos condenó "firmemente" este asesinato,
en el que el vocero de la Casa Blanca, Ari Fleischer, vio "un nuevo recordatorio
de cuán peligrosa es la situación dentro de Irak". El canciller
británico Jack Straw calificó de "horrorosa tragedia" la
muerte de Abdul Majid al Khoei, quien "tenía grandes esperanzas
en el futuro del pueblo chiíta en Irak tras Saddam Hussein y en
los musulmanes, y estoy seguro de que sus expectativas serán concretadas".
Según indicó un testigo, el jefe religioso
fue acuchillado junto con otras dos personas por "chiítas extremistas".
Un periodista, que acompañaba a Al Khoei precisó que el hijo
del gran ayatola Abul Qasem había muerto en el recinto del mausoleo
del imán Alí, uno de los lugares más sagrados de la
comunidad chiíta.
De unos 50 años, Abdul Majid al Khoei era hijo
del gran ayatola Abdul Qasem al Khoei, muerto mientras cumplía arresto
domiciliario en 1992 luego que Saddam Hussein aplastara un levantamiento
chiíta finalizada la guerra del Golfo de 1991.
Abdul Majid desertó a Londres, donde se convirtió
en secretario general de la fundación caritativa Al Khoei. Regresó
a Najaf la semana pasada, luego que soldados estadunidenses tomaron el
control de la ciudad.
Sus partidarios dijeron que estaba ayudando a los estadunidenses
a restaurar el orden en Najaf, con casi millón y medio de chiítas.
Ghanem Jawad, de la fundación Al Khoei, declaró
a Al Jazeera que el ataque en la mezquita buscaba incitar el antagonismo
entre chiítas, pero no ofreció más detalles.
Abdul Majid al Khoei era un asesor clave del líder
chiíta de Irak, el ayatola Ali al Sistani, quien pidió la
semana pasada a sus seguidores no impedir el avance de las fuerzas de ocupación
estadunidenses y británicas.
La semana pasada, el clérigo asesinado había
evitado una confrontación entre soldados estadunidenses y chiítas
en Najaf, cuando un grupo de cien marines se acercó a la
mezquita de Alí, reportó The Independent.