ITACATE
Cristina Barros y Marco Buenrostro
De casamientos y ''velas''
EL LIBRO DE Amira Musálem, Colores, olores y sabores festivos de Juchitán, Oaxaca (Consejo Nacional para la Cultura y las Artes), recrea las fiestas más importantes, en especial las ''velas" y los casamientos. Con estas descripciones podemos conocer la vida comunitaria de la población de origen zapoteco. En las fiestas todos participan ''con trabajo físico y contribuciones (dxindxá), que son primordiales para cualquier actividad que se desee."
EN LAS DIFERENTES etapas previas al casamiento, están presentes diversos alimentos. Días después de la petición de mano, salen de las casas del novio y de la novia para entregar las invitaciones a la boda, de 15 a 20 mujeres vestidas con su traje regional. Estas consisten en ''dos bollos, un trozo de torta záa, un marquesote y dos chocolates envueltos en papel de china blanco". Fueron previamente elaborados por las mujeres de la familia y las vecinas. Se llevan en un xicalpextle (jícara) bellamente laqueado y adornado con banderitas de papel picado de colores, que atraviesan el pan.
TODAS LAS MUJERES que ayudaron a la repartición de las invitaciones, se comprometen así a participar en la organización de la boda y llevarán un regalo llamado gúna que consiste en entregar una gallina viva o huevos, pan, azúcar, dinero; servirá para alimentar a quienes participarán haciendo el yuze navani u ofrenda viva, que tendrá lugar antes del matrimonio civil. Para entregarla sale una comitiva en carretas y caballos adornados, y las mujeres en sus trajes de media gala con xicalpextles en la cintura; son los obsequios para los padres de la novia. Detrás del novio irán dos jinetes a caballo llevando una docena de gallinas vivas colgando de las patas y muy adornadas, ''así como borreguitos y cerdos vestidos de gala en lo que será su último viaje".
El chileajo, el pozol con semilla de mamey y los tamales de cambray estarán presentes en el banquete de boda.
Chileajo
SE REMOJAN EN agua caliente 12 chiles anchos ya desvenados. Se fríen seis clavos, seis pimientas, un trozo de canela, cinco hojas de laurel, una pizca de comino y una rama de orégano juntos. Se apartan. En la misma sartén se fríen una cebolla mediana en trozos; se retira cuando esté a medio dorar. Se fríen cuatro jitomates picados y se añade un pedacito de achiote ya disuelto. En una olla honda se pone aceite a calentar y ahí se fríen las especias previamente licuadas con un poco de consomé. Después se licua y se cuela la cebolla para vaciarla en el mismo recipiente; en seguida se hace lo mismo con el jitomate. Al final se licuan los chiles anchos con el agua en que se remojaron y tres panes dulces (se puede usar pan de yema) remojados en consomé. Todo se incorpora en la olla sin dejar de mover. Si el mole parece muy aguado, se le agrega otro pan licuado con poco consomé. El chile ajo se suele acompañar con pollo y tortillas.
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