El presidente de la Academia de Ciencias lamenta que no se cumpla la meta de inversión

En 20 años se han gastado en infrestructura para ciencia y tecnología menos de 6 mil mdd

La actual crisis debería servir al gobierno para demostrar su interés en la materia, estima

CAROLINA GOMEZ MENA

Durante las dos décadas recientes, México sólo ha invertido en infraestructura para ciencia y tecnología poco más de 5 mil 700 millones de dólares, lo que representa 0.65 por ciento de lo que gastó Estados Unidos en el mismo periodo. De igual forma la producción científica de los investigadores mexicanos únicamente representa poco más de 0.6 por ciento de la mundial.

Actualmente, la inversión en el rubro es de casi 28 mil millones de pesos y todo apunta a que en el actual sexenio el presupuesto hacia el sector no alcanzará el prometido uno por ciento del PIB, lamentó el doctor José Antonio de la Peña Mena, presidente de la Academia Mexicana de Ciencias y coordinador del Foro Consultivo Científico y Tecnológico.

En entrevista, De la Peña Mena consideró que ante el actual escenario mundial caracterizado por los efectos que traerá la guerra en Irak "no será posible que la promesa presidencial que traemos colgando desde casi 20 años" se logre en la actual administración. "Ya estamos ejerciendo el presupuesto del tercer año y no ha habido incrementos sustanciales, entonces creo que no es posible alcanzar la meta de uno por ciento en los tres años que quedan".

No obstante, pese a la crisis, dijo que esta es la oportunidad para demostrar que una de las prioridades del gobierno son la ciencia y tecnología. "Si realmente hubiera una convicción gubernamental de que la ciencia y la tecnología son prioritarias para el país, justo en épocas de crisis hay que demostrarlo y no sólo no bajar los recursos para esos gastos, sino incrementarlos".

Imperdonable postergar el gasto en ciencia y tecnología

Según De la Peña, quien también es director del Instituto de Matemáticas de la UNAM, hacer caso omiso de esta necesidad sería una "falta imperdonable" porque postergar un gasto de esta naturaleza redundaría en pérdida de años de desarrollo "que no se van a recuperar jamás, lo que se traducirá en un atraso permanente" para el país, sobre todo porque en la actualidad ya hay un rezago importante.

Tan es así que de la población económicamente activa, poco más de 35 millones de personas, sólo 25 mil se dedican a actividades de investigación y desarrollo, y de ellos apenas 30 por ciento pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores (SNI). En países como Estados Unidos, más de un millón 200 mil habitantes se dedican a la investigación y desarrollo, mientras que en América Latina, Brasil destaca con casi 50 mil investigadores.

Según De la Peña la política foxista en ciencia y tecnología, en algunos aspectos ha sido "ambiciosa", pero "le faltan cosas importantes por hacer, entre ellas dar mayor apoyo presupuestal, hacer más eficiente el uso de los recursos" destinados al sector e incrementar y modernizar la infraestructura científica.

En este último punto, no sólo sería para cubrir las necesidades de los científicos residentes en el país, sino también para incentivar la repatriación de expertos mexicanos que han emigrado.

"Es primordial reforzar los programas de repatriación, pero estos no van a funcionar nunca por sí mismos, porque no basta con ofrecerle a un investigador sueldos decorosos, debe encontrar infraestructura que le permita trabajar al mismo nivel que en los países en donde residía", comentó.

Otro punto débil es la "falta de interés del empresariado mexicano por tener una industria tecnológicamente competitiva, pues la mayoría se conforma con importar tecnología, en lugar de desarrollarla".

"Cómo país estamos produciendo muy poca innovación y algo que grita que hay problemas es el bajísimo número de patentes mexicanas registradas aquí". De las casi tres mil registradas en 2002, sólo 64 fueron de nacionales. Esto contrasta con lo ocurrido en Estados Unidos, donde la "cuarta parte de sus ingresos proviene del pago de uso de patentes por otros países".

Respecto al gasto que se dedica al desarrollo experimental y de investigación, México también está atrasado, pues mientras países como Corea y Estados Unidos destinan 58 y 60.8 por ciento de sus recursos asignados al sector científico a desarrollo experimental, respectivamente, México sólo destina 29 por ciento.