La paz está más allá de cualquier diferendo ideológico, dice el gobernador de Oaxaca

Llama Murat a los priístas a participar en marcha antibélica el 12 de abril

México debe estar contra la industria bélica, que se verá reactivada tras la invasión, señala

ENRIQUE MENDEZ

El gobernador de Oaxaca, José Murat, planteó ayer que por encima de ideologías y posiciones personales o de grupo es "recomendable" que legisladores, gobernadores y dirigentes del PRI se sumen a la marcha por la paz programada para el 12 de abril. "Es inaceptable la masacre, el genocidio que se comete en Irak; por defensa propia, porque somos un país petrolero, debemos dejar clara nuestra vocación pacifista", expresó.

Murat, quien preside el Consejo Técnico de Asuntos Internacionales del PRI, dijo sobre la movilización a la que convocan 200 organizaciones: "me parece importante que pudieran participar militantes del partido de todos los niveles. México está por encima de partidos, ideologías y ritos religiosos, y la paz está más allá de cualquier diferendo ideológico".

Planteó que el PRI siempre ha defendido una posición pacifista, por lo que, dijo, "es recomendable que participen" sus militantes y dirigentes. "Todos a favor de la paz y a dejar claro que las controversias y diferencias se resuelvan por la vía del diálogo y el entendimiento", convocó.

El país, señaló, siempre ha estado en contra de que se intervenga en otras naciones, y la posición priísta debe ser en contra de que un gobierno "se erija el vigilante del mundo; hoy, un sheriff administra la justicia mundial". Resaltó que México debe estar en contra de la economía de guerra y señaló que detrás del conflicto de Estados Unidos, Gran Bretaña y España en contra de Irak, está un interés "por el petróleo, lo que ya quedó a la vista; eso no justifica el genocidio". Tampoco es aceptable la matanza que se comete contra el pueblo iraquí, situación que "deja muy mal parada la inteligencia" de los gobiernos. La Organización de las Naciones Unidas fue "rebasada por el imperio de la fuerza", y su condición de órgano de fraternidad y ventilación de las controversias debe ser rescatada, enfatizó. "El arbitraje de los conflictos mundiales quedó en manos del más fuerte, en términos militares, no de quien tiene la legitimidad para hacerlo por voluntad de la comunidad de naciones", declaró.

Los únicos beneficiarios de esta guerra, concluyó, serán los mismos promotores de la intervención, mediante la reactivación de su industria bélica.