ENTREVISTA /JUAN GOYTISOLO,
ESCRITOR ESPAÑOL
La obra literaria es fruto de la permanente insatisfacción
TELON DE BOCA, SU NUEVO LIBRO, ''ES UN EJERCICIO
DE LUCIDEZ'', DICE
Lector voraz desde que tenía 15 años
y personaje que ''siempre ha procurado actuar, obrar y escribir en función
de lo que pienso'', el autor de Cuaderno de Sarajevo señala que
toda gran novela debe contener de manera invariable un elemento de poesía
fuerte
ERICKA MONTAÑO GARFIAS
El predominio de lo audiovisual ''lleva a que la mayoría
de los autores escriban novelas con la esperanza de que sean llevadas al
cine o la televisión. Esa es una ambición muy modesta. La
literatura es otra cosa: es algo indefinible", expresa el escritor español
Juan Goytisolo en entrevista exclusiva con La Jornada.
Goytisolo (Barcelona, 1931) viajó a México
para participar este viernes, en la Universidad de Guadalajara, en la Cátedra
Latinoamericana Julio Cortázar con la ponencia Literatura, producto
editorial e industria del libro. El jueves por la noche ofreció
una conferencia en la que el tema central fue la guerra en Irak. Toca ahora
hablar de su nuevo libro Telón de boca publicado por la editorial
El Aleph.
Esta novela ''es un ejercicio de lucidez. Es el paso de
la pérdida, del dolor al olvido y del horror al olvido. En una parte
de la narración dice 'hacer que lo que ha existido no exista es
un imposible para Dios, pero no para el olvido'. Entonces el olvido es
más fuerte que Dios y que todo. Es este descubrimiento el que conduce
al narrador a este enfrentamiento o diálogo con el demiurgo", que
es el tercer personaje de Telón de boca.
Gusto por la ambigüedad
El título hace referencia a un concepto que se
emplea en el lenguaje teatral, ''es el telón que cierra el escenario,
pero también puede tener otras interpretaciones. En la literatura
me gusta la ambigüedad", señala el premio Octavio Paz de Poesía
y Ensayo 2002.
En este texto, agrega el narrador, ''me costó muchísimo
mantener la trama porque hay una progressio, como decían
los clásicos, y al mismo tiempo un lenguaje a la vez adusto y poético.
Se trataba de lograr este punto de equilibrio".
Para el autor de Cuaderno de Sarajevo, toda gran
novela ''debe contener siempre un elemento de poesía fuerte. El
equilibrio entre la trama narrativa y lo que pueda llamar poesía
es importantísimo".
En Telón de boca, explica, existen elementos
autobiográficos que encajan dentro de la ficción: ''Cuando
la vida entra en la literatura, se convierte en literatura y hay que juzgarla
como tal. En los volúmenes Coto vedado y En los reinos
de taifa escribí que eran textos autobiográficos. Procuraba
ajustarme con el mayor rigor posible a mi vida. Esto (Telón de
boca) es una ficción autobiográfica porque no he mantenido
conversaciones con el demiurgo, sea Dios padre o Mefistófeles. Esas
conversaciones son producto de mi imaginación".
Con decenas de novelas, reportajes, ensayos y artículos
periodísticos publicados en todo el mundo, Goytisolo reconoce que
ha habido cambios en su definición de literatura, transformaciones
que ''obedecen también a la evolución biológica del
escritor".
Formación autodidacta
Cuando
uno es joven, expresa Goytisolo, lo que cuenta más es la curiosidad.
''Fui un lector voraz desde que tenía 14 o 15 años gracias
a la biblioteca de mi madre, porque prácticamente los libros que
me interesaban estaban prohibidos en España en aquel momento. Fui
totalmente autodidacta porque de lo que me enseñaban en las aulas
no entendía absolutamente nada.
''Luego hay un segundo periodo en el que al darme cuenta
de la situación, había una rebeldía muy fuerte, un
deseo de destruir, por lo menos simbólicamente, todo el edificio
construido por el nacional-catolicismo español del que el régimen
de Francisco Franco era la conclusión y el papel desempeñado
por la Iglesia.
''Esto -agrega- cuajó definitivamente en Reivindicación
del conde don Julián, novela que se propone prácticamente
la destrucción del lenguaje castellanista, de los mitos sobre los
que se funda lo que en la Edad Media se llamaba la España sagrada.
Era un ataque no a los clásicos sino a la interpretación
casticista y reaccionaria de los clásicos que impuso la generación
del 98."
A partir de entonces se desarrolló la experiencia
y el conocimiento, pero lo más importante para el novelista fue
conservar a lo largo de su carrera ''la curiosidad, la rebeldía,
la reflexión y la lucidez".
No fue difícil mantener estas cualidades ''porque
responden a mi naturaleza".
Y enfatiza: ''Siempre he procurado actuar, obrar y escribir
en función de lo que pienso. Conozco muchos escritores amigos que
hacen carrera, entran en la academia, pero para mí sería
una tortura. Muchos creen que es por orgullo. En absoluto. Es que no me
veo sentado en una mesa con señores académicos discutiendo
de no sé qué.
''He procurado siempre vivir a mi manera y sobre todo,
cuando uno llega a cierta edad, hay que considerar que cada día
es un regalo y por lo tanto no hay que dejarse programar. Me invitan continuamente
a reuniones y congresos, pero siempre digo que he llegado a una edad que
no me dejo programar con nadie. Yo soy quien programo mi vida. Quiero vivir
como quiero, donde quiero y con quien quiero", manifiesta el autor de novelas
como Juan sin Tierra, Paisajes después de la batalla,
Carajicomedia, o de reportajes y crónicas de viaje como
De la Ceca a La Meca. Aproximaciones al mundo islámico, Paisajes
de guerra con Chechenia al fondo o Estambul otomano.
Respeto por Jean-Luc Godard
En este momento, Juan Goytisolo no trabaja en otra novela.
''Contemplé una vez en mi biblioteca la cantidad de libros que escribí
y me quedé horrorizado. No es posible que haya escrito todo eso.
Debo poner término a esta incontinencia de escritura que tengo desde
los 22 años. Eso no quiere decir que no escriba. Si en algún
momento tuviera algo nuevo que decir probablemente lo diría. De
momento no tengo nada".
Sin embargo, no se aparta de la escritura, pues prepara
un ensayo sobre Manuel Azaña (1880-1940), escritor, periodista y
último presidente de la Segunda República Española.
''El también quería romper los mitos y tabúes del
nacional-catolicismo español"; además de sus colaboraciones
en el diario español El País.
En los próximos días viajará a Bosnia
para participar en el nuevo filme del director Jean-Luc Godard, uno de
los principales representantes de la nouvelle vague (nueva ola del
cine francés), que lleva por título Nôtre
musique (Nuestra música).
Godard propuso al escritor estar en esta cinta interpretándose
a sí mismo y esto ''es una experiencia nueva, me divierte. Hay otra
cosa que cuenta mucho y es mi respeto enorme por Godard, quien ha creado
el cine moderno y es quizá el director más riguroso que no
ha cedido a lo comercial".
Con todo, Juan Goytisolo todavía no está
satisfecho. ''La obra literaria es el resultado de una permanente insatisfacción.
Si estuviera plenamente satisfecho me sentaría en un sillón.
Es el lector el que dice si lo que he hecho vale o no vale".