GUERRA CONTRA IRAK
Ningún país promovió una resolución
contra la agresión en el Consejo de Seguridad
Amenazas de EU para detener cualquier posible condena
en Naciones Unidas
Dictaduras o dictablandas, 17 gobiernos que impulsan
la democracia iraquí, dice documento
DAVID BROOKS Y JIM CASON CORRESPONSALES
Nueva York y Washington, 27 de marzo. El gobierno
de George W. Bush está advirtiendo a cualquier país que pudiera
atreverse a promover una sesión de emergencia de la Asamblea General
de la Organización de Naciones Unidas (ONU) o promover una resolución
en el Consejo de Seguridad para condenar su guerra contra Irak, que debe
desistir de hacerlo ya que sería considerado como un acto contra
Estados Unidos.
En un fax oficial estadunidense sobre los puntos de una
conversación entre la consejera de Asuntos Políticos de la
embajada de Estados Unidos, Gayleatha B. Brown, con el subsecretario de
Relaciones Exteriores de Sudáfrica, Azis Pahad, fechada el 18 de
marzo, cuya copia fue obtenida por La Jornada, se señala
que algunos miembros de la Asamblea General están considerando realizar
una sesión de emergencia sobre Irak.
"Instamos a oponerse a tal sesión, y/o votar en
contra o abstenerse si el asunto es presentado a votación", advierte
el documento.
Brown explica en el documento que por "el actual clima
altamente cargado, Estados Unidos consideraría una sesión
de la Asamblea General (...) como poco beneficiosa y dirigida contra Estados
Unidos. Favor de entender que esta cuestión y su posición
sobre ella es importante" para Washington.
Otras fuentes diplomáticas de la ONU, entrevistadas
recientemente por este diario, confirmaron que Estados Unidos está
realizando una intensa campaña para evitar cualquier proceso que
pudiera concluir en una condena a sus acciones bélicas en Irak.
Un diplomático no estadunidense señaló
que el "nivel de agresividad" de la diplomacia de Estados Unidos es casi
sin precedente, e indicó a las cancillerías de los países
que podrían promover una resolución o que podrían
considerar patrocinar una me-dida para poner a votación una proclama
de la Asamblea General, que eso sería considerado como un acto contra
Washington.
"Lo están manejando como si fuera un asunto de
seguridad nacional", afirmó.
Otras altas fuentes diplomáticas de la ONU confirmaron
independientemente esta intensa campaña diplomática, y agregaron
que Washington está presionando a los países que pudieran
atreverse a patrocinar una medida para una sesión de la Asamblea
General, y que hasta el momento ninguno ha mostrado la voluntad de "romper
filas".
Más de lo mismo
Así,
concluyó hoy sin acciones concretas la primera sesión abierta
del Consejo de Seguridad sobre la guerra, después de su segundo
día consecutivo de intervenciones de unos 80 países y organizaciones
regionales. Los últimos en hablar fueron representantes de los 15
miembros, y se manifestó una vez más la falta de consenso
sobre el tema.
México y Chile se sumaron a los que han "lamentado"
el fracaso del consenso y la vía pacífica para resolver el
conflicto y "deploraron" la guerra, pero como se esperaba ningún
país promovió una condena formal al uso ilegal de la fuerza.
Casi todos instaron a la búsqueda de un "terreno
común" para rescatar el papel del consejo ante esta crisis, y se
pronunciaron en favor de atender las urgentes necesidades humanitarias
en el país bajo invasión.
Curiosamente, la mayoría también se pronunció
por el "respeto de la soberanía na-cional", la "integridad territorial"
y la autodeterminación del pueblo iraquí -haciéndose
eco de las declaraciones del secretario general Kofi Annan-, sin entender,
al parecer, el carácter contradictorio de estas de-claraciones sobre
un país que enfrenta una invasión con el propósito
de ocuparlo militar y políticamente, lo cual han dejado claro Estados
Unidos y Gran Bretaña.
Mientras tanto, el reverendo Jesse Jackson y otros líderes
religiosos acudieron este jueves a la ONU para proponer a la institución
que logre una tregua para poder entregar asistencia humanitaria de emergencia
a la población civil en Irak.
Por su parte, el embajador estadunidense ante la ONU,
John Negroponte, quien dejó el salón cuando hablaba el embajador
de Irak ante el Consejo de Seguridad, desechó la propuesta de Jackson:
"Creo que la forma más efectiva para asegurar la entrega de provisiones
humanitarias será al avanzar las fuerzas aliadas, asegurando sus
objetivos, las ciudades, restaurando la calma, seguridad y paz en varias
partes de la nación iraquí. Sólo así se crearán
las condiciones para la entrega más expedita y efectiva de las provisiones".
En la sesión varios países señalaron
el vínculo entre esta crisis y la del conflicto entre Israel y los
palestinos, y se tocó el tema del "mapa" de camino para una nueva
negociación de paz en Levante.
Pero lo de la guerra quedó donde empezó,
en manos de las fuerzas de ocupación y con la ONU debatiendo cuál
debería ser su pa-pel tanto en Irak como en el futuro del orden
internacional, y todos insistieron en que debe seguir siendo central, pero
por el momento esta institución sigue marginada ante esta guerra
que no logró detener.
A todo esto, Estados Unidos continúa subrayando
que a pesar de la falta de apoyo formal de la ONU su guerra goza de respaldo
de una "coalición de los dispuestos", y cada día ofrece nuevos
números de estos países; ahora suman 44.
Congregada para brindar la imagen de multilateralismo
y legitimidad a su política bélica ante la falta de autorización
de la ONU, esta "coalición" supuestamente ofrece asistencia de todo
tipo, desde tropas a permisos de sobrevuelo.
Pero como señala una nueva investigación
del Institute for Policy Studies realizada por Sarah Anderson, Phyllis
Bennis, John Cavanagh y Erik Leaver, varios de los países que están
en la "coalición" para promover la democracia y liberar a Irak carecen
de estatura moral.
Según el informe, 17 de esos países no cuentan
con democracias "libres" o "parcialmente libres". Transparencia Internacional
califica que 24 de los integrantes sufren de altos grados de corrupción.
El informe anual del Departamento de Estado caracteriza
la situación de los derechos humanos en 18 de esos países
como "mala" o "extremadamente mala".
El informe también señala que los integrantes
de la "coalición" representan a me-nos de 20 por ciento de la población
mundial. Además, sólo cuatro de las 53 naciones de Africa
están en la lista (Eritrea, Etiopia, Ruanda y Uganda) y siete de
los 35 países de América Latina (Costa Rica, El Salvador,
Nicaragua, Honduras, República Dominicana, Panamá y Colombia).
Este último no sabía de su presencia en la lista.
Los autores concluyen que sólo dos de estos países
otorgan contribuciones significativas a las acciones militares.
"Casi todos los gobiernos congregados en la 'coalición
de los dispuestos' lo hacen en oposición a la voluntad de sus pueblos.
Mucho más impresionante es la lista de naciones que se han mantenido
ante las tácticas agresivas de Estados Unidos y están opuestas
a la guerra y a la más amplia y arrogante doctrina estadunidense
de la guerra preventiva", afirma el documento.
Dentro y fuera de la ONU Estados Unidos debe recurrir
a ofrecer fondos o repartir amenazas para mantener sus políticas
ante la comunidad internacional. Pero, por el mo-mento, le está
funcionando, sólo que nadie sabe a qué costo en el largo
plazo.