Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 28 de marzo de 2003
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Mundo
GUERRA CONTRA IRAK

Ningún país promovió una resolución contra la agresión en el Consejo de Seguridad

Amenazas de EU para detener cualquier posible condena en Naciones Unidas

Dictaduras o dictablandas, 17 gobiernos que impulsan la democracia iraquí, dice documento

DAVID BROOKS Y JIM CASON CORRESPONSALES

Nueva York y Washington, 27 de marzo. El gobierno de George W. Bush está advirtiendo a cualquier país que pudiera atreverse a promover una sesión de emergencia de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) o promover una resolución en el Consejo de Seguridad para condenar su guerra contra Irak, que debe desistir de hacerlo ya que sería considerado como un acto contra Estados Unidos.

En un fax oficial estadunidense sobre los puntos de una conversación entre la consejera de Asuntos Políticos de la embajada de Estados Unidos, Gayleatha B. Brown, con el subsecretario de Relaciones Exteriores de Sudáfrica, Azis Pahad, fechada el 18 de marzo, cuya copia fue obtenida por La Jornada, se señala que algunos miembros de la Asamblea General están considerando realizar una sesión de emergencia sobre Irak.

"Instamos a oponerse a tal sesión, y/o votar en contra o abstenerse si el asunto es presentado a votación", advierte el documento.

Brown explica en el documento que por "el actual clima altamente cargado, Estados Unidos consideraría una sesión de la Asamblea General (...) como poco beneficiosa y dirigida contra Estados Unidos. Favor de entender que esta cuestión y su posición sobre ella es importante" para Washington.

Otras fuentes diplomáticas de la ONU, entrevistadas recientemente por este diario, confirmaron que Estados Unidos está realizando una intensa campaña para evitar cualquier proceso que pudiera concluir en una condena a sus acciones bélicas en Irak.

Un diplomático no estadunidense señaló que el "nivel de agresividad" de la diplomacia de Estados Unidos es casi sin precedente, e indicó a las cancillerías de los países que podrían promover una resolución o que podrían considerar patrocinar una me-dida para poner a votación una proclama de la Asamblea General, que eso sería considerado como un acto contra Washington.

"Lo están manejando como si fuera un asunto de seguridad nacional", afirmó.

Otras altas fuentes diplomáticas de la ONU confirmaron independientemente esta intensa campaña diplomática, y agregaron que Washington está presionando a los países que pudieran atreverse a patrocinar una medida para una sesión de la Asamblea General, y que hasta el momento ninguno ha mostrado la voluntad de "romper filas".

Más de lo mismo

Así, concluyó hoy sin acciones concretas la primera sesión abierta del Consejo de Seguridad sobre la guerra, después de su segundo día consecutivo de intervenciones de unos 80 países y organizaciones regionales. Los últimos en hablar fueron representantes de los 15 miembros, y se manifestó una vez más la falta de consenso sobre el tema.

México y Chile se sumaron a los que han "lamentado" el fracaso del consenso y la vía pacífica para resolver el conflicto y "deploraron" la guerra, pero como se esperaba ningún país promovió una condena formal al uso ilegal de la fuerza.

Casi todos instaron a la búsqueda de un "terreno común" para rescatar el papel del consejo ante esta crisis, y se pronunciaron en favor de atender las urgentes necesidades humanitarias en el país bajo invasión.

Curiosamente, la mayoría también se pronunció por el "respeto de la soberanía na-cional", la "integridad territorial" y la autodeterminación del pueblo iraquí -haciéndose eco de las declaraciones del secretario general Kofi Annan-, sin entender, al parecer, el carácter contradictorio de estas de-claraciones sobre un país que enfrenta una invasión con el propósito de ocuparlo militar y políticamente, lo cual han dejado claro Estados Unidos y Gran Bretaña.

Mientras tanto, el reverendo Jesse Jackson y otros líderes religiosos acudieron este jueves a la ONU para proponer a la institución que logre una tregua para poder entregar asistencia humanitaria de emergencia a la población civil en Irak.

Por su parte, el embajador estadunidense ante la ONU, John Negroponte, quien dejó el salón cuando hablaba el embajador de Irak ante el Consejo de Seguridad, desechó la propuesta de Jackson: "Creo que la forma más efectiva para asegurar la entrega de provisiones humanitarias será al avanzar las fuerzas aliadas, asegurando sus objetivos, las ciudades, restaurando la calma, seguridad y paz en varias partes de la nación iraquí. Sólo así se crearán las condiciones para la entrega más expedita y efectiva de las provisiones".

En la sesión varios países señalaron el vínculo entre esta crisis y la del conflicto entre Israel y los palestinos, y se tocó el tema del "mapa" de camino para una nueva negociación de paz en Levante.

Pero lo de la guerra quedó donde empezó, en manos de las fuerzas de ocupación y con la ONU debatiendo cuál debería ser su pa-pel tanto en Irak como en el futuro del orden internacional, y todos insistieron en que debe seguir siendo central, pero por el momento esta institución sigue marginada ante esta guerra que no logró detener.

A todo esto, Estados Unidos continúa subrayando que a pesar de la falta de apoyo formal de la ONU su guerra goza de respaldo de una "coalición de los dispuestos", y cada día ofrece nuevos números de estos países; ahora suman 44.

Congregada para brindar la imagen de multilateralismo y legitimidad a su política bélica ante la falta de autorización de la ONU, esta "coalición" supuestamente ofrece asistencia de todo tipo, desde tropas a permisos de sobrevuelo.

Pero como señala una nueva investigación del Institute for Policy Studies realizada por Sarah Anderson, Phyllis Bennis, John Cavanagh y Erik Leaver, varios de los países que están en la "coalición" para promover la democracia y liberar a Irak carecen de estatura moral.

Según el informe, 17 de esos países no cuentan con democracias "libres" o "parcialmente libres". Transparencia Internacional califica que 24 de los integrantes sufren de altos grados de corrupción.

El informe anual del Departamento de Estado caracteriza la situación de los derechos humanos en 18 de esos países como "mala" o "extremadamente mala".

El informe también señala que los integrantes de la "coalición" representan a me-nos de 20 por ciento de la población mundial. Además, sólo cuatro de las 53 naciones de Africa están en la lista (Eritrea, Etiopia, Ruanda y Uganda) y siete de los 35 países de América Latina (Costa Rica, El Salvador, Nicaragua, Honduras, República Dominicana, Panamá y Colombia). Este último no sabía de su presencia en la lista.

Los autores concluyen que sólo dos de estos países otorgan contribuciones significativas a las acciones militares.

"Casi todos los gobiernos congregados en la 'coalición de los dispuestos' lo hacen en oposición a la voluntad de sus pueblos. Mucho más impresionante es la lista de naciones que se han mantenido ante las tácticas agresivas de Estados Unidos y están opuestas a la guerra y a la más amplia y arrogante doctrina estadunidense de la guerra preventiva", afirma el documento.

Dentro y fuera de la ONU Estados Unidos debe recurrir a ofrecer fondos o repartir amenazas para mantener sus políticas ante la comunidad internacional. Pero, por el mo-mento, le está funcionando, sólo que nadie sabe a qué costo en el largo plazo.

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