GUERRA CONTRA IRAK
"EU librará esta guerra sin importar cuánto
dure", advierte el presidente Bush
Escasez de alimentos y agua entre los soldados que
se acercan a Bagdad
Reducen a dos raciones de comida al día a los
marines que están cerca de la capital iraquí
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 27 de marzo. Las noticias
no mejoran para Estados Unidos y cada día se revelan nuevos problemas
aparentemente no anticipados en la invasión de Irak, y con ello
ahora una guerra relativamente breve podría ser mucho más
larga de lo esperado.
El Pentágono reconoció hoy que algunas de
sus principales unidades militares que se acercan a Bagdad enfrentan escasez
de alimentos y agua, y varios generales señalaron que la guerra
que muchos funcionarios habían dicho que duraría 30 días
ahora podría alargarse durante meses.
"El enemigo contra el cual estamos luchando es diferente
al que previmos en nuestros juegos de guerra", declaró el general
William S. Wallace, comandante del quinto cuerpo del ejército, al
Washington Post. El diario le preguntó al general Wallace,
cuyas tropas están en el centro de Irak, si el combate de estos
días es un indicio de que la guerra podría ser mucho más
larga de lo anticipado. "Empieza a verse así", respondió.
El presidente George W. Bush, en declaraciones al término
de su reunión hoy con el primer ministro británico, Tony
Blair, rehusó especular sobre la duración del conflicto:
"Estados Unidos librará esta guerra sin importar qué tanto
dure", sostuvo. Agregó que "este no es un asunto de calendario,
sino de victoria".
A su vez, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, negó
que Estados Unidos haya sido obligado a reconsiderar sus planes de guerra
por la inesperada resistencia de las tropas iraquíes cerca de Bagdad
y de las fuerzas irregulares operando en el sur del país. "Algunas
de las luchas más difíciles están frente a nosotros",
señaló. "La campaña podría ser más peligrosa
en los próximos días y semanas al acercarse más las
fuerzas a Bagdad y tener que enfrentar a la Guardia Republicana en Tikrit,
al sur de Bagdad".
No obstante, otros oficiales del Pentágono reconocieron
que el rápido avance de las tropas estadunidenses en Irak había
obligado a extender las líneas de abastecimiento y dejó más
vulnerables a sus fuerzas ante el enemigo.
Una unidad de marines que se aproxima a Bagdad
fue obligada a dejar de ofrecer tres comidas al día por la escasez
de sus provisiones. "Sólo pueden contar con dos comidas al día
de ahora en adelante", informó el sargento Martin Berns a sus tropas
el miércoles por la mañana, reportó el Wall Street
Journal. Funcionarios del Pentágono reconocieron que algunos
elementos de la tercera división del ejército tenían
provisiones limitadas tanto de alimento como de agua, auque insistieron
en que el problema sería resuelto próximamente. Son indicios
de que no todo está funcionando como se pensaba en los planes de
guerra.
Parte del problema para las fuerzas estadunidenses, según
analistas aquí, es que el Pentágono inicialmente había
contado con el ingreso de hasta 40 mil soldados vía Turquía,
pero la negativa de ese país a prestar su territorio a las fuerzas
terrestres ha demorado el despliegue de éstas. Estados Unidos ha
colocado ahora a más de mil paracaidistas en el norte, y el Pentágono
dice que tiene planeado enviar a 100 mil hombres más a la batalla
en los próximos dos meses.
Podrían ser meses de combate
Pero esa evaluación reforzó las apreciaciones
de algunos altos oficiales militares estadunidenses quienes expresaron,
bajo condición de anonimato, que esta guerra podría durar
meses.
En comentarios al Washington Post, señalaron
que habían estado preocupados por los planes de guerra actuales,
ya que pensaban que se necesitaba una fuerza militar mucho mayor para este
conflicto. "La combinación de clima pésimo, largas e inseguras
líneas de abastecimiento y un enemigo que ha resistido al poderío
militar estadunidense, ha llevado a una revaluación amplia de algunos
altos generales sobre las expectativas militares y tiempos", explicó
el periódico en una nota de primera plana.
También hay creciente inquietud entre algunos altos
oficiales militares de que las preocupaciones políticas por el asunto
de las bajas civiles están obstaculizando la guerra. "Creo que los
iraquíes están perdiendo pero no lo saben", declaró
un oficial militar al Wall Street Journal. "Podríamos necesitar
ser un poco menos cuidadosos: hacer que sus luces vacilen o interrumpir
sus telenovelas".
Otro general comentó al Post: "tenemos la
capacidad para rodear una ciudad, cerrar el flujo de agua, el de la electricidad.
No queremos hacer eso... Pero uno tiene que romper la voluntad de Hussein
para hacerlo entender que no ganará".
O sea, después de más de 3 mil misiones
de bombardeo, miles de bombas y misiles, lo de "choque y pavor", aún
no ha logrado convencer al régimen iraquí de que está
perdido, y eso, al parecer, no estaba considerado en el plan de guerra.
Un problema para el Pentágono es su renuencia a
librar batallas en las principales ciudades. Como resultado, las fuerzas
estadunidenses han rodeado, pero no han intentado ocupar por completo,
ciudades como Basora y Nasiriya. Pero llegará un punto, advirtieron
varios oficiales, donde se tendrá que decidir qué hacer con
Bagdad. "No vamos a proceder de picada a esa ciudad, no sería fructífero,
e incluso podría resultar suicida", dijo un oficial del Pentágono
al Washington Post. "La meta es rodear la ciudad y tomarla en nuestros
términos". Pero qué significa eso, no queda claro.
A pesar de estos reveses en la guerra, altos funcionarios
estadunidenses señalaron hoy que no había ni la más
mínima posibilidad de que Estados Unidos acepte la propuesta de
la Liga Arabe para un cese del fuego. "No tengo idea de lo que un país
podría proponer, pero no habrá un cese del fuego", aseguró
Donald Rumsfeld hoy al Congreso.