GUERRA CONTRA IRAK
Más de 350 civiles muertos y 4 mil heridos,
desde que comenzó el ataque: Bagdad
Demoledor video de Al Jazeera muestra que Basora sigue
bajo control iraquí
Secuencias sin editar dan cuenta de que ancianos, niños
y mujeres, sobre todo, son las víctimas
ROBERT FISK ENVIADO ESPECIAL THE INDEPENDENT
Bagdad, 27 de marzo. Dos soldados británicos
yacen muertos en una carretera de Basora; una pequeña niña
iraquí, víctima de un bombardeo aéreo angloestadunidense,
es ingresada en un hospital con los intestinos saliendo de su abdomen;
una mujer con terribles heridas grita en su agonía mientras los
médicos tratan de quitarle el vestido negro que lleva. Un general
iraquí, rodeado por cientos de sus hombres armados, está
en el centro de Basora y anuncia que la segunda ciudad más importante
de Irak permanece invicta y en manos iraquíes.
El video de Al Jazeera -filmado durante las pasadas 36
horas y recién llegado a Bagdad- es crudo, doloroso y devastador.
También es una prueba de que Basora -que según reportes de
prensa había sido "capturada y asegurada" por las tropas británicas
la semana pasada- permanece, efectivamente, bajo el control de las fuerzas
de Saddam Hussein.
Pese a las aseveraciones de funcionarios británicos
en el sentido de que se ha desatado una especie de levantamiento en Basora,
autos y autobuses siguen circulando por las calles, mientras los iraquíes
se forman pacientemente para adquirir tanques de gas que distribuye un
camión del gobierno.
Una parte de la cinta de video muestra bolas de fuego
expandiéndose en el oeste de Basora y las explosiones producidas
por proyectiles, presumiblemente lanzados por los británicos.
La breve secuencia de los soldados británicos muertos
-por la cual Tony Blair expresó su horror este jueves- no es muy
distinta de docenas de imágenes similares que muestran a soldados
iraquíes muertos y que se han transmitido durante 12 años
en la televisión británica. Estas imágenes nunca provocaron
expresiones de condena por parte del primer ministro británico.
Los dos ingleses, aún con el uniforme, yacían en una carretera,
con brazos y piernas abiertos; uno de ellos aparentemente fue herido en
la cabeza, y el otro, en pecho y abdomen.
Otra secuencia en la misma cinta muestra a una multitud
de civiles en Basora y a hombres armados vestidos de civil pateando el
jeep de los soldados británicos con placas HP5AA y bailando
encima del vehículo. Otros hombres patean un tráiler del
Ministerio de Defensa, con placas 91KC98, que el jeep remolcaba
cuando, presumiblemente, fue emboscado.
En la cinta sin editar -que llegó de Basora a Bagdad
por un camino abierto- también aparece un avión de reconocimiento
británico sin piloto, con círculos rojos y azules visibles
en un ala, que fue derribado y quedó volteado en un camino. También
podía verse la palabra "ARMY" rotulada sobre el aparato y el código
ZJ300 en la cola, así como una protuberancia cilíndrica que
probablemente contiene la cámara fotográfica del avión.
Víctimas civiles
Pero
mucho más terrible que las tomas de los soldados británicos
muertos son los fragmentos que contienen escenas captadas en el hospital
más grande de Basora en momentos en que las víctimas de un
bombardeo angloestadunidense son ingresadas a los quirófanos gritando
de dolor.
Un hombre de mediana edad vestido en pijama llega al hospital
bañado en sangre de pies a cabeza. Una niñita, quizá
de cuatro años, entra al quirófano en camilla mirando sus
intestinos que salen del lado izquierdo del abdomen. Un doctor de uniforme
azul vierte agua sobre las entrañas de la niña y suavemente
le aplica un vendaje antes de comenzar la cirugía. Una mujer de
negro, quien aparentemente tiene una herida en el estómago, grita
cuando los médicos intentan desvestirla antes de operarla.
En otra secuencia vemos un rastro de sangre que se origina
en el lugar donde hizo impacto un proyectil, presumiblemente británico.
Junto al cráter hay un par de pantuflas de plástico.
Las cintas de Al Jazeera, jamás vistas en su mayor
parte, son la primera prueba viva de que Basora aún está
fuera del control británico. No sólo permanece abierta una
de las principales vías hacia Bagdad, sino que además el
general iraquí Khaled Hatem es esntrevistado en una calle de Basora
rodeado de cientos de sus hombres, uniformados y armados, y afirma que
sus fuerzas "jamás" se rendirán ante los enemigos de Irak.
También puede verse en las calles a milicianos armados del partido
Baaz, donde los policías están dirigiendo el tránsito
cerca del hotel Sheraton, en el centro de Basora.
Mohammed Al Abdullah, corresponsal de Al Jazeera en Basora,
debe ser el periodista más valiente en Irak en estos momentos. En
las tres cintas se le puede ver, bajo fuego, entrevistando a familias,
e informando tranquilamente sobre el bombardeo de artillería británico
que está por empezar.
Una cinta muestra que el Hotel Sheraton, ubicado a orillas
del río Chatt el Arab, ha sufrido daño de proyectiles. En
la ribera, junto a una estatua en la que mártires iraquíes
de la guerra de 1980-88 están apuntando un dedo acusador hacia Irán,
puede verse a los habitantes de Basora llenando bidones en el río
contaminado de aguas negras.
Hace cinco días, el gobierno iraquí dijo
que 30 civiles habían muerto y otros 63 resultaron heridos en Basora.
Este jueves las autoridades dijeron que desde que comenzó la guerra
están heridos 4 mil civiles y más de 350 han muerto. Pero
la cinta de Abdullah muestra que al menos otros siete cuerpos han llegado
a la morgue del hospital de Basora en las pasadas 36 horas. Uno de ellos,
de cuya cabeza aún salía sangre que empapó el piso
de la morgue, fue identificado como el corresponsal árabe de una
agencia de noticias occidental.
En otras desgarradoras escenas, el cuerpo parcialmente
decapitado de una niñita lleva aún su mascada roja atada
al cuello. A otra pequeña que está en una camilla le falta
el cerebro y la oreja izquierda. A otro niño muerto le arrancaron
los pies. No se indicó si fueron las fuerzas estadunidenses o las
británicas las que mataron a estos niños. Las cintas no dan
cuenta de bajas dentro del ejército iraquí.
Pero en momentos en que las autoridades iraquíes
no permiten que reporteros occidentales visiten Basora, esto es lo más
cercano a una evidencia independiente de que la resistencia en la ciudad
continúa y que los británicos han fracasado en su intento
de captura. Durante días, los iraquíes han desmentido informes
optimistas de los reporteros incrustados -especialmente los de la
BBC- que dieron la impresión de que Basora estaba "asegurada", o
de cualquier forma, bajo control británico. Las cintas comprueban
de manera concluyente que esto es falso.
En otra secuencia de los videos aparecen dos hombres,
ambos negros, que son prisioneros de guerra estadunidenses, según
las tropas iraquíes. No se les hacen preguntas, los hombres visten
camisas negras y chaquetas idénticas. Ambos parecen nerviosos, mirando
insistentemente tanto al equipo de filmación como a la multitud
de tropas iraquíes que está a sus espaldas.
Desde luego, aún es posible que un pequeño
foco de oposición al régimen se haya levantado en Basora
en estos días, como afirman los funcionarios británicos.
Pero al ver las cintas es difícil imaginar que, de haber ocurrido,
esto provocó algo más que un breve tiroteo.
Por lo tanto, los reportes sin editar proveen una dañina
prueba de que los voceros angloestadunidenses no han dicho la verdad sobre
la batalla en Basora. Y al final, esto tendrá consecuencias más
demoledoras para los ejércitos invasores que la imagen de dos soldados
británicos muertos, o las de niños iraquíes muertos,
dado que las vidas iraquíes son tan sagradas como las británicas.
©The Independent
Traducción: Gabriela Fonseca