El tercer tribunal exonera a ex agente que lo sometió
No fue intencional la muerte de Guillermo Vélez Mendoza
El presunto secuestrador apareció sin vida en la PGR, en 2002
GUSTAVO CASTILLO GARCIA
El tercer tribunal colegiado en materia penal determinó que Hugo Armando Muro Arellano, ex comandante de la Agencia Federal de Investigación (AFI), no causó de manera intencional la muerte del presunto secuestrador Guillermo Vélez Mendoza, el 30 de marzo de 2002.
Por lo anterior, revocó de manera definitiva la orden de aprehensión por homicidio doloso, por lo que el ex funcionario de la Procuraduría General de la República (PGR) podrá desahogar su proceso penal en libertad bajo fianza; los agentes de la AFI que fueron acusados del mismo delito tendrán igual derecho que Muro Arellano.
Además, en la sentencia del tribunal colegiado, decisión que ya no puede ser recurrida, no se establece que Vélez Mendoza haya sido torturado y que eso le provocara la muerte.
En el juicio de amparo 710/2002, promovido contra actos del juzgado decimocuarto de distrito de procedimientos penales, concretamente contra la orden de aprehensión por homicidio doloso, el tercer tribunal colegiado consideró que el juez que inicialmente concedió la protección de la justicia federal a Muro Arellano y los agentes de la AFI actuó con apego a la ley.
"Intentaba evadir la justicia"
La resolución agrega que "es correcta la decisión, al decir que el uso de la fuerza material para someter a la víctima, que intentaba evadirse de la presencia policiaca", no debe "confundirse con la intención de privar de la vida a una persona".
Es decir, el órgano jurisdiccional consideró que Muro Arellano, quien detuvo a Vélez Mendoza sujetándolo del cuello con el brazo, en una especie de llave china, actuó de manera correcta al tratar de detener al presunto secuestrador, aunque se debe considerar que el ex comandante de la AFI realizó la detención de manera indebida y "contraria a los deberes y obligaciones que como servidor público tenía encomendadas".
El tribunal confirmó el amparo obtenido por Muro Arellano el 30 de diciembre de 2002, dentro del juicio de garantías 710/2002; además, la justicia federal lo "protege contra los actos que reclama el juez decimocuarto (que cometió homicidio intencional).
La historia de Muro Arellano y Guillermo Vélez se conoció los primeros días de abril de 2002, cuando la PGR dio a conocer el rescate de la empresaria Maciel Islas, en la ciudad de México, y con ello la detención de algunos integrantes de la banda supuestamente llamada Los Antrax.
Inicialmente, se manejó la versión de que Guillermo Vélez Mendoza fue detenido sin orden judicial, luego de que habría sido señalado por uno de los plagiarios como la persona que "puso" a la persona que debía ser secuestrada, en este caso Maciel Islas.
Luego, la procuraduría informó que uno de los supuestos secuestradores había muerto por asfixia, e inició un procedimiento penal contra los agentes que participaron en la detención, haciéndose público así que Vélez Mendoza apareció muerto luego de que fue detenido cuando trataba de huir y el comandante lo capturó corriendo, le aplicó la "llave china", y en el forcejeo ambos cayeron, provocándose el presunto plagiario lesiones en cabeza y cuello.
Luego, el padre del occiso afirmó que su hijo había sufrido tortura, por lo que el cadáver fue exhumado, se le practicaron tres peritajes y resultaron contradictorios. Ahora en el juicio de amparo no se asegura que haya habido actos de tortura.