La tv transmitió bombardeos selectivos,
a la espera de escenas de conmoción y pavor
La ofensiva "no sigue el guión" que el gobierno
difundió, se queja la prensa
Breves, las imágenes de cientos de miles de manifestantes
que piden la vuelta a la paz
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 20 de marzo. A eso de
las 13 horas (local) la programación normal de todas las cadenas
nacionales de televisión fue interrumpida para trasmitir las primeras
imágenes en vivo desde Bagdad del comienzo de la campaña
de "conmoción y pavor" o tal vez no.
El
Pentágono tardó 30 minutos para confirmar que se había
lanzado una nueva serie de ataques, mientras los noticieros se quejaban
de que la guerra no estaba siguiendo el guión que el gobierno había
difundido sobre cómo se desarrollaría el conflicto.
Las imágenes en vivo desde Bagdad indicaban que
sólo se trataba de otro bombardeo "selectivo" y no del inicio del
anunciado "conmoción y pavor" que se espera puede durar de 24 a
48 horas. Fuentes del Pentágono aseguraron a la prensa que cuando
comience en serio, "lo sabrán". Por el momento, nadie sabe qué
fue lo de hoy.
Lo único que se dijo fue que se trató de
unos cuantos ataques en "olas" sucesivas seguidos por periodos de pausa.
Se insistió en que el propósito era evaluar los daños
después de cada ataque diseñado para golpear objetivos estratégicos
e incapacitar centros de liderazgo.
Explosiones, fuego antiaéreo, estruendos de bombas,
reportes de incendios, y múltiples rumores contradictorios sobre
si Saddam Hussein estaba herido, si se logró matar a parte de su
liderazgo militar, si incendiaron algunos campos petroleros, estuvieron
entre las primeras noticias. Y esta tarde continuaba la especulación
sobre si Hussein y/o sus hijos murieron en el primer ataque "selectivo"
de anoche, con analistas de inteligencia examinando las imágenes
trasmitidas desde Bagdad para certificar si fue él o un doble.
Media hora después de iniciarse esta etapa de la
guerra, hubo un aparente intento de provocar "choque y pavor" en Estados
Unidos, cuando el secretario de Energía, Abraham Spencer, alertó
sobre un posible atentado terrorista contra la planta nuclear comercial
más grande del país, la de Palo Verde, en Arizona.
Horas después se informó que las autoridades
federales habían emitido un boletín nacional a las fuerzas
de seguridad pública por todo el país para alertar sobre
una intensa búsqueda de un operador de alto nivel de Al Qaeda, identificado
como Adnan El-Shukrijuma. El hombre tiene entrenamiento de piloto, habla
inglés sin acento, y temen que podría ser otro Atta,
el líder del atentado contra las Torres Gemelas. Sin embargo, no
se sabe si está en Estados Unidos o en otra parte del mundo, pero
las autoridades sostienen que representa una grave amenaza para el país
y sus intereses, y es de "gran prioridad" ubicarlo.
"Sigan su vida normal"
A la vez, el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg,
instó a los neoyorquinos a continuar con sus vidas normales, ir
al trabajo, al cine, a los restaurantes, y los museos. Insistió
en que la Operación Atlas de protección de la ciudad,
estaba en funcionamiento y que no había razón para preocuparse.
"No vamos a permitirnos ser aterrorizados", afirmó.
Las pantallas de televisión continuaron mostrando
imágenes de luces, estallidos e incendios -todo en un verde surrealista
por las imágenes filtradas por lentes de visión nocturna.
Peter Arnett, famoso por haber sido el único corresponsal estadunidense
que permaneció en Bagdad en la Guerra del Golfo, y que ahora trabaja
para NBC, se reportaba por teléfono para describir lo que estaba
viendo desde su hotel en Bagdad.
Analistas
en los noticieros utilizaban las "pausas" del bombardeo para explicar en
detalle el tipo de armamento y todos los instrumentos del arsenal estadunidense
que se emplearán en esta guerra. Mapas de Bagdad y de Irak son mostrados
constantemente y militares retirados, contratados ahora como expertos por
los noticieros, comentan lo que se imaginan que está ocurriendo
(entre ellos está Barry McCaffrey, el ex zar antidrogas de
la Casa Blanca, y veterano de la primera Guerra del Golfo, así como
Norman Schwarzkopf, comandante de las fuerzas estadunidenses en la primera
guerra contra Irak.
No obstante, por breves momentos, algunos medios se vieron
obligados a informar de cientos de miles de manifestantes en Egipto, Alemania,
Gran Bretaña, Japón, Australia, Nueva Zelanda, Grecia, Filipinas,
Italia y otros países.
Sin embargo, el vocero de la Casa Blanca informó
-en aparente competencia de números con los opositores- que las
poblaciones de los 35 países de la coalición de apoyo a Estados
Unidos suman más de mil 18 millones de personas (no se sabe si descontó
a los que tomaron las calles en protesta en estos mismos países).
De vez en cuando, se entrevistaba a legisladores y otras
figuras públicas que se dedicaron a mostrar la "unidad patriótica"
en este momento, elogiar a las tropas y su misión en defensa de
la libertad y la democracia.
Y se repetían, una y otra vez, las imágenes
desde Bagdad, a veces la misma explosión, para que nadie se perdiera
el espectáculo mortal.
En la Bolsa de Valores de Nueva York, se guardó
un minuto de silencio al comenzar operaciones en honor de las tropas estadunidenses
en el Golfo Pérsico, y al cierre de operaciones se registró
otra alza por la especulación de que la guerra será breve
y victoriosa.