Respetar derechos humanos, pide AI a Bush y Blair
Será muy severa la crisis humanitaria que provocará el conflicto: Cruz Roja
AFP Y DPA
Ottawa, 19 de marzo. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) anunció este miércoles que trabaja en la tarea de reforzar la infraestructura de Irak y preparar al país árabe para la crisis humanitaria que provocará la guerra.
En una teleconferencia con medios de prensa canadienses, Roland Huguenin Benjamin, portavoz de la Cruz Roja en Bagdad, sostuvo que la crisis humanitaria de posguerra "será muy severa, aunque no podemos adivinar qué tan severa".
"El CICR está tratando de reforzar la insfraestructura esencial, como hospitales, y se prepara para la provisión de elementos como agua y medicamentos", explicó.
Al señalar que la mayoría de los hospitales de Bagdad están en pésimas condiciones, predijo que "habrá problemas para las intervenciones quirúrgicas. Las instalaciones son claramente insuficientes".
La Cruz Roja dijo que posee capacidad de aprovisionamiento de material médico para la atención de unos 7 mil heridos de guerra en los hospitales iraquíes.
Estas afirmaciones se producen en coincidencia con el llamado de la Cruz Roja de Canadá al pueblo de esa nación para la donación de fondos que ayuden a financiar en forma anticipada la crisis humanitaria que dejará la guerra en territorio iraquí.
Susan Johnson, directora de la organización para los programas internacionales y de ayuda humanitaria, precisó a la prensa que especialistas en logística, cuidados médicos y sanitaristas ya se encuentran en la región listos para acudir a Irak tan pronto como sea posible.
La organización tiene en la región dos hospitales de campaña, seis clínicas portátiles, seis unidades sanitarias de agua, dos unidades logísticas y una de comunicaciones, todas ellas listas para ser trasladadas a donde sean requeridas.
De su lado, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) advirtió hoy que los niños iraquíes no podrán sobrevivir el impacto de la guerra, y precisó que los iraquíes menores de cinco años son los más vulnerables, debido a las deterioradas condiciones de vida en las que el país ha estado durante más de una década.
"Enviamos alimentos terapéuticos para más de 40 mil niños desnutridos", informó la directora del Unicef, Carol Bellamy. "Pero hay más de un millón de niños en Irak que padecen malnutrición".
Bellamy también señaló que en los años pasado, su agencia no pudo vacunar a los niños contra el sarampión. "Hicimos mucho, pero esperábamos hacer mucho más", sostuvo.
El Unicef informó ya que retiró de Irak a los trabajadores internacionales, por ello los programas que aún se mantienen están siendo llevados a cabo por iraquíes.
Desde que se supo del inminente ataque contra Irak por parte de Estados Unidos, la Organización de Naciones Unidas (ONU) suspendió su programa Petróleo por Alimentos en el país, mediante el cual se distribuían víveres y medicinas a 60 por ciento de la población, que supera los 23 millones de personas.
Amnistía Internacional (AI) pidió este miércoles al presidente estadunidense, George W. Bush; al primer ministro británico, Tony Blair, y al presidente del gobierno español, José María Aznar, que "los derechos humanos sean aplicados" en la guerra contra Irak.
AI hizo el mismo llamado al presidente iraquí, Saddam Hussein, "que también debe respetar sus obligaciones".
En una carta abierta a Bush, Blair y Aznar, la secretaria general de Amnistía Internacional, Irene Khan, subrayó que "los que planean iniciar operaciones militares contra Irak tienen una responsabilidad particular para asegurar que los derechos humanos internacionales y las leyes humanitarias sean aplicadas en su totalidad".
La organización humanitaria pide que "en caso de guerra cada uno suscriba las obligaciones de las leyes internacionales en lo referente a derechos humanos".
AI enumera luego una cierta cantidad de obligaciones que los beligerantes deben respetar, entre ellas proteger a la población civil adhiriéndose a las reglas internacionales en materia de derechos humanos, abstenerse de utilizar armas prohibidas, tratar a los prisioneros civiles de manera honesta y humana y proteger los derechos de todos los combatientes.
Asimismo, la organización instó a las tropas que lancen la ofensiva a asegurarse de que se tengan en cuenta la seguridad y las necesidades humanitarias de la población iraquí, proteger y ayudar a los refugiados y a las personas desplazadas, así como asegurarse de que los autores de crímenes sean presentados ante la justicia conforme a la legislación internacional.
Amnistía Internacional solicitó también sostener y facilitar el despliegue en Irak de observadores de derechos humanos cuando la situación lo permita, además de ayudar a la ONU en su trabajo humanitario y en materia de derechos humanos.