CATALEJO
Jaime Avilés
ƑCuándo nos sentiremos seguros?
EN SU ENTREGA del viernes pasado (14/03/03) esta columna anticipó a sus lectores que, hasta ese momento, Vicente Fox no había cedido a las presiones de la Casa Blanca ni de los empresarios locales para que México apoyara el nuevo proyecto de resolución de Estados Unidos, Gran Bretaña y España que buscaba la bendición del Consejo de Seguridad de la ONU a la guerra unilateral que de todos modos estallará contra Irak.
EL MENSAJE QUE Fox pronunció la noche del lunes 17, confirmó que antes de trasladarse al Hospital Militar, el martes 11, el titular del Ejecutivo, reunido con los secretarios de Gobernación, de Defensa, de Marina, de Hacienda y de Relaciones Exteriores, piezas claves de su gabinete, decidió que nuestro país votaría en contra de los planes belicistas del eje Washington-Londres-Madrid.
POR SU PARTE, la prensa internacional filtró, el propio viernes 14, el contenido de tres telegramas del embajador español Inocencio Arias, dirigidos a su gobierno, en los cuales éste describe como "antiestadunidense" a su homólogo mexicano Adolfo Aguilar Zinser, corroborando así la animadversión que Bush siente por el representante de Fox en la ONU, quien ocupará la presidencia rotativa del Consejo de Seguridad a lo largo de abril.
MIENTRAS TANTO, bajo el diluvio de noticias que hablan de los últimos preparativos para la guerra que va a desencadenarse de un momento a otro, pasó prácticamente desapercibido el asesinato de Rachel Corrie, la valiente pacifista estadunidense de 23 años de edad, que el domingo 16 fue aplastada por un trascavo del ejército israelí cuando intentaba impedir que la máquina derribara la pobre casa de una familia palestina.
CON SU SILENCIO, los líderes de Wa-shington revelaron lo que opinan acerca de los escudos humanos que la sociedad civil globalizada ha desplegado en Medio Oriente: para ellos, la vida, la integridad física y la autoridad moral de esas personas valen menos que una barda de ladrillos en los territorios invadidos por las tropas de Ariel Sharon.
PERO LA NOCHE del sábado 15, en el marco de la segunda megamarcha mundial por la paz, que no tuvo la espectacularidad de la primera, sucedió algo cuyo valor simbólico no es para nada desdeñable, porque insinúa hasta qué punto, incluso en sectores que han demostrado su adhesión incondicional a la Casa Blanca, está volviéndose insoportable el clima de opresión impuesto por Bush a su propio pueblo.
EN EL CELEBRE programa Saturday Night Live, que difunde Sony Entertainment, uno de los canales más conservadores de la televisión estadunidense, apareció el siguiente chiste: "Senador, Ƒcuándo nos sentiremos seguros?", preguntó un actor disfrazado de periodista a su invitado en el estudio. Y el supuesto político respondió: "Cuando todos tengamos miedo de ir a la cárcel".
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