VIENTOS DE GUERRA
Establece la administración de Duhalde estado
de alerta en todo el país
También el gobierno de Aznar solicitó
apoyo de Argentina para atacar Irak
Obispos evangélicos y metodistas piden a creyentes
estadunidenses oponerse al belicismo
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 18 de marzo.
De acuerdo con informes de horas recientes no sólo Gran Bretaña
solicitó apoyo a Argentina para actuar contra Irak, se conoció
que también el gobierno de José María Aznar pidió
lo mismo, pero la administración de Eduardo Duhalde sostuvo su posición
de actuar dentro del marco legal internacional y de acuerdo con la decisión
de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Ambas solicitudes fueron calificadas como "inadmisibles
presiones" por varios analistas, y en el caso británico también
hubo reacciones indignadas que rememoraron hasta la Guerra de Las Malvinas
o del Atlántico Sur entre ambos países en 1982, cuando Gran
Bretaña se impuso con ayuda de Estados Unidos.
Ante la inminencia de un ataque estadunidense contra Irak,
el gobierno argentino dispuso un estado de alerta en todo el país,
según informó hoy Miguel Angel Toma, jefe de la Secretaría
de Inteligencia del Estado (Side). Toma sostuvo que esta disposición
lleva varios días, después que se evaluó la posibilidad
de que se produzca una ola de atentados en el mundo como respuesta a la
guerra desatada por Estados Unidos.
En estos momentos las fuerzas de seguridad locales -Policía
Federal y provinciales, Gendarmería y Prefectura- tienen órdenes
de reforzar controles en aeropuertos, fronteras y sedes de la comunidad
judía. Sin embargo, el jefe de la Side advirtió que no se
está "temiendo un tercer atentado" en Argentina (los dos anteriores,
en 1992 y 1994, destruyeron la embajada de Israel y la sede de la mutual
judía AMIA, dejando entre ambos más de un centenar de muertos)
sino que se trata de prevención. Para reforzar su actitud recordó
que este temor está avalado por las palabras de Saddam Hussein de
que "va a responder con todo lo que tiene en todos los lugares en el mundo".
Por su parte, Luis Verdi, vocero presidencial, confirmó
hoy la solicitud de España de apoyo a la política de la coalición
que actuará contra Irak, "pero la decisión está tomada
en favor de seguir los lineamientos de Naciones Unidas" y por un camino
pacífico, dijo. También ratificó que la cancillería
argentina ha expresado su posición claramente en cuanto a que sólo
ofrece ayuda humanitaria por conducto de la ONU.
Por otra parte, en el Congreso argentino prosperan las
iniciativas de emergencia y está en trámite una solicitud
de reunión urgente entre los mandatarios del Mercado Común
del Sur (Mercosur) ante la grave contingencia. El gobierno también
salió a responder a algunos "opinólogos" ligados al ex presidente
Carlos Menem, quienes advierten que el país "pierde oportunidades
comerciales por su actitud" de no apoyar la guerra. Voceros gubernamentales
señalaron que "no todos son negocios en el mundo y que esas consideraciones
no pueden hacerse cuando está previsto que mueran miles y miles
de personas y no se agotaron las vías diplomáticas".
En las iglesias locales, en tanto, circuló la posición
del Vaticano de rechazo a la guerra, y varios obispos argentinos evangélicos
y metodistas apelaron a los creyentes de Estados Unidos para que se resistan
a la guerra contra Irak. Los obispos Federico Pagura y Aldo Etchegoyen
enviaron a la llamada "Familia Abrahámica", que reúne a cristianos,
judíos e islámicos, y a los metodistas estadunidenses una
carta en este sentido. Estiman que si el gobierno de George W. Bush persiste
en su posición "obcecada y demente" se verán las verdaderas
razones de su "santa" guerra que son el petróleo y probar los últimos
"logros demoniacos" de su tecnología militar, aumentando los males
producidos por el padre del actual presidente.
En su carta, recuerda Pagura que el conflicto desatado
por George Bush padre en 1991 produjo la muerte de más de 150 mil
niños y niñas y dejó graves consecuencias tanto para
el territorio iraquí como para el mundo, por el uso de uranio empobrecido
y productos radiactivos "cuyos efectos duran unos 4 mil 500 años".
También estiman que con la guerra se pretende encubrir la situación
económica en Estados Unidos, que intenta afirmar su hegemonía
en el mundo a cualquier costo. Ante esto, insta a los creyentes a "ponerse
de pie, recoger el desafío heredado de Gandhi, Martin Luther King
y monseñor Romero (Oscar Arnulfo), de la resistencia civil no violenta,
pero poderosa y eficaz en el espíritu".
El obispo Etchegoyen, al dirigirse a la comunidad metodista
estadunidense, recordó que desde 1824 hubo "73 invasiones en 13
países diferentes" de América Latina y el Caribe por parte
de Estados Unidos, con las gravísimas consecuencias de miles de
muertos y familias "que perdieron a sus seres queridos en acciones militares
ilegales, sin ley ni derecho alguno". Asimismo, recordó que los
gobiernos estadunidenses entrenaron a miles de militares latinoamericanos
para imponer el terrorismo de Estado y las dictaduras temibles que asolaron
la región.
Etchegoyen se pregunta si no habrá que llamar "terrorismo
imperial" a la actitud estadunidense de ir a la guerra sin la aprobación
de la ONU, mientras aquí todas las organizaciones sociales, políticas
y humanitarias se aprestan a mostrar su rechazo a la guerra "todos los
días".