VIENTOS DE GUERRA
México debe ratificar su tradición
pacifista, señala
Nadie queda al margen de una guerra, advierte el obispo
Zavala
Ante la amenaza de un conflicto bélico entre Irak
y Estados Unidos, el obispo de la diócesis de Tlapa, Guerrero, Alejo
Zavala Castro, señaló que nadie queda al margen de las consecuencias
de la guerra, pues una "desgracia" así nunca es una cuestión
aislada. Es un asunto grave que ofende a Dios y lastima a todos los seres
humanos.
Al
término de la misa con la que concluyó la peregrinación
anual de su diócesis a la Basílica de Guadalupe, el prelado
aludió a las recientes declaraciones del papa Juan Pablo II respecto
al tema y dijo que los cristianos experimentan una consternación
ante la sola posibilidad de que la guerra se presente, pues el costo en
vidas humanas y en sufrimiento es completamente injustificable.
Zavala Castro expresó su preocupación por
los últimos acontecimientos, los cuales dejan ver lo inminente de
la confrontación armada, donde ni siquiera se han agotado el derecho
internacional ni el diálogo ni la diplomacia, los cuales son los
medios dignos del hombre y de las naciones para solucionar sus diferencias.
Destacó la tradición pacifista de la política
internacional de México y las expresiones del pueblo mexicano de
abierto rechazo a la política bélica estadunidense. Tradicionalmente,
dijo, nuestro país ha promovido la realización de acuerdos
de paz en conflictos en el continente y ha dado asilo a miles de víctimas
de los enfrentamientos bélicos.
El obispo consideró que el país debe utilizar
su asiento en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para actuar, junto
con el resto de las naciones, conforme a estos principios.