Ojarasca 71 marzo 2003
En Chile hay actualmente dos literaturas: la indígena (mapuche, rapanui, aymara, entre otras) y la chilena. Aun cuando, producto de los paisajes compartidos y la distante convivencia, hay en ellas unos cuántos referentes compartidos.
En el transcurso de lo que duró mi permanencia en el sistema educacional chileno, conocí en forma fugaz, mínima, la poesía de al menos dos grandes autores: Pablo Neruda y Gabriela Mistral. Pero nada nos dijeron de sus escritos respecto de nuestras culturas, que ellos valoraron como la gran posibilidad de enriquecimiento para la cultura chilena. Ese es un "descubrimiento" que hacemos después, y por nosotros mismos, en revistas y libros siempre difíciles de encontrar.
Neruda, a pesar de haber vivido en un sector de Temuco en el que transitó y transita mucha de nuestra gente que se asoma a diario a vender sus productos agrícolas, vio a nuestro pueblo --como la mayoría de los chilenos-- a través de la obra del poeta español Alonso de Ercilla: La Araucana. Conoció primero a los "araucanos" y muy posteriormente a los mapuche. Mas, a diferencia de tal mayoría, él fue crítico y autocrítico de esa situación hasta hoy casi inalterable. Y claramente planteó la dicotomía entre la aceptación y búsqueda del mito, y el no reconocimiento y aun la negación de la realidad.
Pablo Neruda fue quizás el primer chileno que manifestó la importancia de crear una universidad mapuche. Ha sido tal vez el único diplomático chileno amonestado por el gobierno de su país --en la década de los cuarenta, cuando era cónsul general en México-- por editar unas revista cuyo nombre fue Araucanía y sobre todo por presentar en su portada el rostro de una mujer mapuche. "Que no se vaya a creer que somos un país de indios, me dijeron", afirma en un artículo en el que da cuenta de esa reprimenda.
Sus viajes y permanencias en diferentes partes de nuestro continente --su conversación con gentes de la distintas culturas en México, su paso por Machu Pichu-- y su andar y sus amores en Europa y en el Oriente, le dieron sin duda una mejor perspectiva del lugar de su infancia. Coincidencias y diferencias en la columna que mueve al mundo: el espíritu y el corazón de las personas y de toda la Naturaleza, le hicieron reflexionar profundamente acerca de los detalles de la vida y, por lo tanto, de la indispensable continuidad de las diversas culturas. Al mundo lo enriquecen y lo salvan todas las culturas, o no lo enriquece ni lo salva nadie.
En medio de la confusión y del espejo obnubilado, pretendidamente europeo, de los chilenos, Neruda vislumbró nuestro Azul, el de nuestra vida, el color que nos habita, el color del mundo de donde venimos y hacia donde vamos. "Elástico y azul fue nuestro padre" dice con orgullo y sobre todo con afecto en su poema a nuestro Lautaro.
La obra de Pablo Neruda es una de las posibilidades para el diálogo entre los mapuche y los chilenos, para empezar a encontrarnos, poco a poco, en nuestras diferencias: "a imagen/del misterio/me sentí parte pura/del abismo,/rodé con las estrellas/mi corazón se desató en el viento", nos está diciendo y le estamos diciendo.
Elicura Chihuailaf
Elicura Chihuailaf Nahuelpan nació en Quechurewe, Chile, en 1952. Obstetra y poeta en lengua mapuzugun,
autor de En el país de la memoria, El invierno y su imagen y A orillas de un Sueño Azul.
Dirigió la revista de arte mapuche Kallfvpvllv/Espíritu Azul, en la ciudad de Temuco.
En Todos los cantos/Ti Kom Vl (Pehuén Editores, Santiago, 1996) tradujo
al mapuzugun una cincuentena de poemas de Neruda.
Pablo Neruda en clave mapuche
Ti lonko ñi kimeltugen Leftraru kvñe rume wayki gerki.
Kallfv ka matu gefuy taiñ chaw.
Fey gey ñi wvne pvra tremvn re geno ñvkvfkvlegen.
Ñi weche wentru gen newenvwvn gey.
Ñi weche che gen kvñe gvñe neel chi kvrvfgey.
Educación del cacique Lautaro era una flecha delgada.
Elástico y azul fue nuestro padre.
Fue su primera edad sólo silencio.
Su adolescencia fue dominio.
Su juventud fue un viento dirigido.
(de Canto general)
Ko Kom negvm ti mapu mew, ti wayun
alfvli ka ti karv fvw
vnatuy, ti rayen vtrvfnag vtrvfnagkvley
feyti kvñe gewen chi rayen fey geyti vtrvfnagvn.
Feyti ko kaley.
Nielay ñi chew kvnun welu ñiey kvme az,
lefi kake afvl pewma mew,
kimnvy ñi lvq kimvn
ti kura mew
ka fey chi kvazaw mew zewmakey
ti pu lif kvzaw trorfan zwamgen.
Agua Todo en la tierra se encrespó, la zarza
clavó y el hilo verde
mordía, el pétalo cayó cayendo
hasta que única flor fue la caída.
El agua es diferente,
no tiene dirección sino hermosura,
corre por cada sueño de color, toma lecciones claras
de la piedra
y en esos menesteres elabora
los deberes intactos de la espuma.
(de Plenos poderes)
Foto: Marcey Jacobson. Zapatistas, San Cristóbal de las Casas, 1996