Ahora venden el crudo a 38 dólares el
barril, un aumento de 16 dólares en seis meses
Grandes petroleras se benefician con especulaciones
de preguerra
El conflicto agravaría la desconfianza de consumidores
e inversionistas, se postergarían inversiones y la recuperación
económica mundial se retrasaría, afirman académicos
ISRAEL RODRIGUEZ
La especulación que se ha desencadenado por la
perspectiva de que Estados Unidos ataque a Irak sólo beneficia a
las grandes petroleras trasnacionales por los altos precios del crudo,
que en el último trimestre le reportaron a Exxon Mobil ganancias
por 4 mil 900 millones de dólares, afirmaron académicos e
investigadores universitarios mexicanos.
Tal hipótesis pareció confirmarse ayer con
el desempeño de los mercados bursátiles, ya que la demora
en la decisión estadunidense sobre Medio Oriente motivó a
los inversionistas internacionales a comprar acciones a precios bajos.
Esto impulsó en Nueva York al índice bursátil Dow
Jones, que cerró con un alza de 3.57 por ciento, para ubicarse en
7 mil 821.75 unidades, mientras el Nasdaq registró su mayor avance
desde principios del año al subir 4.81 por ciento para ubicarse
en mil 340.78 puntos.
Según Hugh Johnson, de la firma First Albany Corp.,
citado por la agencia Reuters, ''hay algunos gerentes de fondos activos
que se están posicionando para el final de la guerra''. Explicó
que la expectativa es que ''una vez que comiencen las hostilidades serán
cortas y limitadas, y después el precio del petróleo bajará,
el panorama de la economía mejorará y las acciones subirán''.
En la mesa de debate: ¿Cuáles son los intereses
de las amenazas de la guerra de Estados Unidos contra Irak?, organizada
por la Facultad de Economía de la UNAM, los académicos e
investigadores plantearon que una intervención armada agravará
la desconfianza de los consumidores e inversionistas, con lo que se postergarán
los planes de inversión corporativa con el consecuente retraso en
la recuperación económica mundial.
Mayor debilitamiento de la OPEP
Miguel
García Reyes, del Centro de Investigaciones sobre América
del Norte (Cisan), señaló que las grandes beneficiarias son
las empresas petroleras internacionales ''que financiaron las campañas
de George W. Bush y de Vicente Fox'', pues ahora venden sus reservas de
petróleo en 38 dólares el barril, cuando lo compraron en
22 dólares hace seis meses.
Esto, dijo el doctor en ingeniería energética
por la Universidad de Moscú, ha propiciado que Exxon-Mobil haya
obtenido ganancias adicionales por 4 mil 900 millones de dólares
en el último trimestre.
García Reyes afirmó que el voto de México
a favor del ataque de Estados Unidos contra Irak ya está definido,
pero no se ha hecho público debido al gran costo político
que representará para la actual administración. Aclaró
que las presiones de las empresas petroleras internacionales sobre el presidente
Vicente Fox han sido más fuertes que las del propio gobierno estadunidense.
El ataque, agregó, significará un mayor
debilitamiento de la Organización de Países Exportadores
de Petróleo (OPEP) y su posible colapso, debido a que ya están
fuera de este cártel Ecuador y Gabón; Venezuela ha sido castigada,
Arabia Saudita amenazada, Irak está en la mira y después
seguirán Libia, Indonesia y Nigeria.
En caso de que haya una intervención en Irak, entonces
Estados Unidos podrá tener bajo su control casi las tres cuartas
partes de las reservas totales probadas mundiales, calculadas en un billón
200 mil millones de barriles de petróleo. Así, Estados Unidos
podrá amenazar a Europa y Asia en cuanto al abasto de crudo desde
distintas fuentes.
Relección de Bush, el verdadero motivo de la
guerra
Edmundo Hernández Vela, fundador del Centro de
Relaciones Internacionales de la UNAM, consideró que la posición
unilateral de Estados Unidos pone en juego el futuro de la Organización
de Naciones Unidas (ONU) y resaltó que entre más demore el
ataque, las probabilidades de detener esta agresión entre países
desiguales es mayor.
El también diplomático señaló
que es necesario que México vote en contra del ataque porque ''más
tarde cualquier otro país inerme como nosotros puede ser blanco
de una agresión''.
Isabel Studer, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias
Sociales (Flacso), señaló que el verdadero propósito
de desatar una conflagración es la relección de George Bush.
El presidente estadunidense, afirmó, pretende que las empresas petroleras
tengan presencia en Irak. ''La cuestión económica es la que
va a definir la relección'', afirmó.
En tanto, Carlos Antonio Aguirre Rojas, del Instituto
de Investigaciones Sociales de la UNAM, aseguró: ''México
sin duda va a votar a favor del ataque''.
Explicó que Estados Unidos vive un proceso de decadencia
hegemónica desde 1972 y manifestó que la caída del
imperialismo estadunidense es similar a la que vivieron en su momento Holanda
y luego Inglaterra.
''Estados Unidos está perdiendo la guerra económica
y tecnológica contra Japón y Europa desde hace 30 años,
y el único liderazgo temible que le queda es el militar''. Por ello,
estimó que Estados Unidos realizará el ataque aun sin el
consenso de la ONU.