BAJO LA LUPA
Alfredo Jalife-Rahme
Irak y la "nueva era del noreste asiático"
Bush está perdiendo lo que habían logrado
sus antecesores respecto de las dos Coreas
MAS SE DESPLOMA el modelo caduco del dolarcentrismo
y más le urge al equipo Bush librar la guerra contra Irak, o contra
quien se le atraviese en tan aciaga coyuntura económico-financiera,
para cubrir su flanco ardiente de quebrantos y escándalos contables
del sector energético texano (el síndrome Enron) en
los que se encuentran ahogados el mismo presidente 43 y su vicepresidente
Dick Cheney.
"LA ORDEN DEL DIA: desprenderse del dólar",
reseña Heather Stewart (The Guardian, 8 de marzo). El dólar
rebasó la barrera sicológica de 1.10 por euro y las más
recientes cifras del desempleo han sido "catastróficas". ¿La
guerra en Irak como un pretexto adicional para encubrir el desempleo, la
recesión, la deflación, la falta de confianza del consumidor
y la devaluación del dólar? Larry Elliot, el editor de economía
de The Guardian (8 de marzo), adelanta que la Reserva Federal fue
sorprendida por el ominoso desempleo (a nuestro juicio, maquilado y maquillado)
y no tendrá más remedio que disminuir las tasas de interés
a 1 por ciento para impedir la "recesión de doble hundimiento",
que ya había advertido Stephen Roach, el muy solvente economista
(sin premio Nobel: ¿será por eso?) de la correduría
Morgan Stanley. Más que una vulgar "recesión de doble hundimiento",
con el segundo Bush, un verdadero desastre global y doméstico, Estados
Unidos va que vuela a la deflación al estilo japonés. Saddam
Hussein le acaba de vaticinar a un emisario libanés que Bush será
enjuiciado por el Congreso (ya lo había previsto Gore Vidal) después
del desastre militar en Irak (An-Nahar, 5 de marzo). Por cierto,
en el mismo número el periódico libanés reporta que,
de acuerdo con fuentes del Banco Mundial, más de 600 mil millones
de dólares se han fugado de Estados Unidos para regresar a Europa
y Asia.
PESE AL REPUDIO UNIVERSAL, como nunca se había
decantado en la historia de la humanidad, la pretendida lucha contra el
terrorismo global del 11 de septiembre se desvió de su objetivo
principal en Bagdad, a cuyo régimen baasista considera apóstata
Osama Bin Laden, el fundamentalista de la trasnacional islámica
del terror Al Qaeda que tantos servicios le ha rendido a la CIA y al nepotismo
dinástico de la familia Bush. No hay vuelta de hoja: pese a todo
el diluvio desinformativo de los medios estadunidenses, para la opinión
pública universal es una verdad categórica: "Bush es mas
peligroso que Saddam" (Nicholas Kristoff; International Herald Tribune,
8 de marzo).
LA
ESQUIZOFRENIA político-militar del equipo Bush se ha tornado
muy severa: pretende aplicar en forma unilateral una "guerra preventiva"
de corte neoimperial israelí-texano contra Irak, que no posee ninguna
arma nuclear (a diferencia de Israel, que tiene más de 250 bombas
atómicas, inescrutables para la Agencia Internacional de Energía
Atómica; no faltarán quienes se sientan más "seguros"
con Sharon que con Saddam), mientras desea aplicar el multilateralismo
respecto de Norcorea, un contencioso infinitamente más peligroso,
pero donde no existe petróleo para inmutar a la teopetrocracia texano-israelí
del doble fundamentalismo cristiano-hebreo que gobierna en la Casa Blanca.
Este último aserto no es ociosamente peregrino sino demostrativo
de toda una teogonía aplicada a la política doméstica
y foránea. Los israelíes-estadunidenses, el vocero de la
Casa Blanca Ari Fleischer (quien, por cierto, regañó al Papa
por su postura pacifista), y Josh Bolten, vicejefe del gabinete, fueron
sendos líderes del movimiento fundamentalista ultraortodoxo hebreo
Chabad Lubavitcher; ambos llegaron a formar en el Congreso un "foro de
estudios judíos" basado en las enseñanzas paleobíblicas
del rabino Menachem Shneerson, el fundador de la secta radical Lubavitcher,
a la que pertenece el senador Joseph Lieberman (Rumor Mill News,
6 de marzo).
LO INTERESANTE RADICA en que el "eje de la paz"
conformado por Francia-Alemania-Rusia-China y el Vaticano, como lo bautizó
atinadamente el periódico británico The Guardian,
se ha movido en diferentes gradientes en ambos polos incandescentes, el
iraquí y el norcoreano, para frenar la adicción bélica
del equipo Bush sediento de sangre y petróleo. "En nombre de la
fe", al estilo Armagedón, que desentraña mínimamente
la revista Newsweek del 10 de marzo ("Bush y Dios"; Le Monde,
8 de marzo, es mas sarcástico y se burla de que el presidente estadunidense,
con graves antecedentes alcohólicos, "pretende hablar con Dios"),
Baby Bush está convencido de poder erradicar del planeta
las huellas del "eje del mal" (Irak, Irán y Norcorea) por la vía
militar. Con los "malos" no cabe la diplomacia.
EN UN GIRO ESPECTACULAR de 180 grados, al pronunciarse
contra la guerra y en favor de la continuación de las inspecciones
de la ONU, la líder de la minoría demócrata en la
Cámara de Representantes, la muy lúcida Nancy Pelosi, ante
el influyente Consejo de Relaciones Exteriores con sede en Nueva York,
fustigó la política exterior del equipo Bush, que dilapidó
la buena voluntad del planeta hacia Estados Unidos después del 11
de septiembre: "no podemos dar la espalda a una red de alianzas y organizaciones
internacionales que hemos ayudado a construir" (The Washington Post,
8 de marzo). Este es el "lado luminoso" de Estados Unidos que debe rebelarse
y revelarse ante su peor "lado oscuro": el belicismo necrófilo y
depredador de Baby Bush, a quien urge que la sociedad civil de Estados
Unidos coloque en su lugar idóneo: a rezar en una capilla de los
bautistas sureños, antes de que provoque más estragos globales
y perjudique, sobre todo, a Estados Unidos, que no se merece el innecesario
martirio de un presidente espurio (bananeramente made in Florida).
A SIMPLE VISTA, no pareciera existir ninguna vinculación
entre el desarrollo sincrónico de las crisis en Irak y Norcorea.
Inclusive, el tratamiento diferente de ambos contenciosos por el equipo
Bush pareciera disociarlos. Es evidente que Norcorea, dígase lo
que se diga, ha puesto en ridículo geopolítico al equipo
Bush, que tuvo la gracia divina de perder la península coreana entera,
a la que habían seducido los demócratas ex presidentes Carter
y Clinton. Más que a 1994, cuando se inició el fructífero
diálogo entre Estados Unidos y Norcorea, Baby Bush está
a punto de regresar la agenda bilateral al armisticio de 1953 de la guerra
de Corea. Baby Bush, una verdadera pesadilla global, se ha convertido
por sus actos y decires en el especialista en hacer retroceder el reloj
de la historia, a la que desea llevar 2 mil 500 años atrás
con el profeta paleobíblico Isaías.
DESDE LUEGO QUE los estrategas de Norcorea no serán
ajenos al tratamiento que le brinde el equipo Bush a Irak, como revela
Nicholas Kristoff (The New York Times, 28 de febrero). Sin tomar
en cuenta las bravatas del septuagenario Donald Rumsfeld, secretario de
Defensa (con quien suele rezar Baby Bush después de los cocteles
en la Casa Blanca), quien se jactó de poder "librar dos guerras
simultáneas", la primera lectura deductiva desde Pyongyang será
de que las negociaciones en el seno de la ONU son inservibles. Kristoff
revela que dentro del equipo Bush, "en caso de que fracasen las negociaciones
diplomáticas (...) se habla de usar armas nucleares tácticas
para neutralizar las posiciones consolidadas de la artillería norcoreana
que apunta a Seúl". En forma ominosa, concluye que aquellos que
piensen que el equipo Bush no está "tan loco" en golpear militarmente
a Norcorea "se equivocan". En esta fase aciaga del bushismo teopetrolero,
que asienta su supremacía en Midland, Texas, el mundo solamente
podrá ser rescatado por los obstinados pacifistas biófilos,
es decir, los amantes de la vida y de los seres vivientes, de la creación
y la biosfera, quienes enfrentan desarmados en las calles del planeta a
la necrofilia militarista bajo todas sus modalidades: fundamentalistas
texano-israelíes, supremacistas racistas, neoliberales, ofertistas
fiscales, depredadores ambientales, nuclearistas, petroleros anglosajones,
especuladores financieros, globalizadores, unilateralistas unipolares y
sacerdotes del Armagedón apocalíptico.
UN DISCURSO eminentemente biófilo fue el
que realizó el día de su unción presidencial el surcoreano
Roh Moo Jun, quien lanzó el concepto fulgurante de la "nueva era
del noreste asiático", que desde el punto de vista geoeconómico
abarca a Japón (en declive relativo), China (en ascenso impresionante)
y Corea del Sur (estancado), que comportan alrededor de 20 por ciento del
PIB global, frente al 25 por ciento de Estados Unidos (en declive) y el
25 por ciento de la Unión Europea (en anemia). Tales son los superlativos
polos de la geoeconomía tripolar que acapara 70 por ciento del PIB
global, mientras las otras regiones (por ejemplo Latinoamérica,
gracias a la "buena vecindad" de la economía depredadora y despojadora
de Estados Unidos en colusión con los globalmaniacos autistas locales)
se derrumban aceleradamente.
LLAMO PODEROSAMENTE la atención que el presidente
Roh haya nombrado como canciller a un feroz crítico del Fondo Monetario
Internacional, Yoon Young-kwan (de la Universidad Nacional de Seúl),
al tiempo que retuvo al ministro de la reunificación transpeninsular
y nombró a dos ministros enemigos del librecambismo a ultranza de
la Organización Mundial de Comercio. Si la función crea al
órgano, como reza el apotegma biologista, entonces se percibe la
función nacionalista del nuevo régimen surcoreano. El presidente
Roh no evadió la coyuntura internacional (el deterioro económico
global, la geopolítica de Irak y el contencioso nuclear de Norcorea),
pero centró su discurso esperanzador en el desarrollo económico
de la península coreana y Eurasia como matriz de desarrollo susceptible
de asegurar la paz en la "entera península coreana". Para Roh, la
"nueva era del noreste asiático" va de la mano con una "nueva era
de paz y prosperidad" que comprende una población cuatro veces mayor
a la de la Unión Europea, además de que la península
representa el "puente entre China y Japón", que a todas luces buscan
torpedear los ultrahalconazos (como lo expuso obscenamente Charles
Krauthammer).
QUIZA EL ENFOQUE geoeconómico del "noreste
asiático" peque de un focalismo excesivo que no toma en cuenta el
ascenso de India, que junto con China determinará el crecimiento
mundial concentrado en el océano Indico en la próxima década.
Pese a la escalada retórica y en los hechos entre Norcorea y el
equipo Bush, que acaba de mandar dos docenas de bombarderos (¿con
cargas nucleares?) a la isla de Guam para amedrentar a Pyongyang, que ha
amenazado probar su misil de mediano alcance, lo más interesante
radica en el aspecto constructivamente esperanzador del presidente Roh,
quien naturalmente está enterado de las negociaciones "secretas"
en la embajada norcoreana de Berlín, que se realizaron el 20 y 21
de febrero (y se reanudarán a mitad de marzo) entre cuatro representantes
por bando de Washington y Pyongyang y que reveló Asahi Shimbum
(6 de marzo), lo cual ha sido confirmado por fuentes de Alemania y Rusia.
¿POR QUE LO QUE se puede conseguir en Norcorea,
un contencioso más complejo, no se logra en Irak, un contencioso
más sencillo en resolver?